El Torneo.

16.- La Condición

La cocina era toda una revolución cuando Alec estaba ahí. El sonido de las cacerolas, cucharas y otros utensilios solo eran ahogados por algunas maldiciones que soltaba el castaño de vez en cuando, cuando se cortaba o quemaba.

-Deberías primero arreglar esa herida -Jasper señaló la pequeña cortada que se había hecho en un dedo y que estaba vendando torpemente con un pedazo de trapo que había encontrado- No creo que eso sea higiénico.

-Estoy bien -Respondió- Solo es una pequeña cortada

-Casi te amputas un dedo -El peliazul se puso de pie y se acercó a él para tomar su mano, Alec quiso quitarla, pero Jasper no lo dejó- Tomará un segundo.

-Se me quemará el filete

Jasper puso los ojos en blanco y le quitó el vendaje improvisado que se había puesto, luego caminó hacia donde estaba el pequeño botiquín que habían preparado luego de la enfermedad de Draco. Rebuscó entre las pociones que había, hasta que encontró un pequeño frasquito con la etiqueta de díctamo en él y lo sacó.

En ese momento, Alec ya se había puesto a voltear el filete y a rebanar otros pedazos de verdura.

-Qué necio eres -Reclamó Jasper y volvió a estirar la mano de Alec para colocar unas cuantas gotas de díctamo en el dedo- ¿Ves? Fueron menos de cinco segundos.

-Cinco segundos en los que el filete se puede quemar -Reclamó y luego miró su dedo, el cual ya había sanado casi por completo- Gracias -Sonrió y se acercó un poco a él- Deberías ser medimago

-Seré auror también -Respondió con una media sonrisa- Igual que tú.

-Copión -Alec sonrió y se acercó para darle un beso.

El problema con la "relación" que Alec y Jasper tenían, es que cuando se besaban, casi nunca se detenían ahí, siempre seguían hasta que terminaban en la cama. Era algo que a Jasper no le molestaba, al contrario, él era el primero en insinuar que necesitaba algo más. Se había vuelto adicto, a estar con él, le encantaba como besaba y como se lo comía en la cama. Pero ese día estaban bastante expuestos.

-El filete -Susurró Jasper cortando el beso.

Alec se separó rápidamente y corrió hacia la estufa para voltear la carne.

-Se salvó -Anunció y se giró para encontrarse con Jasper de nuevo, pero antes de que pudiera hacerlo, alguien entró. Era Theo.

-¿Qué comeremos hoy, Archer? -Preguntó- Muero de hambre.

Alec se giró de nuevo, no sin antes lanzarle un guiño a Jasper.

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Draco estaba sentado frente a su cama, mirando aquellas sábanas y cobijas enredadas en las que a penas una noche antes Hermione había dormido... Lo había besado.

Se maldijo.

Había sido un idiota con ella, se había pasado de la raya y lo sabía... Ahora tenía que encontrar una forma de arreglar la situación... De nuevo.

Analizó sus posibilidades, pero sabía que tenía pocas probabilidades de salir bien librado de esta. ¿Qué haría? No se le ocurría nada, solo esperar a que aquella leona lo perdonara mágicamente, sin mover un dedo...

Claro, como si esas cosas pasaran.

Se puso de pie y tomó un baño, después se vistió con un pants y un sueter y decidió que era hora de afrontar la realidad.