El Torneo.

18.- El Muérdago.

¡Aparecí!

Estos últimos días han sido toda una travesía, se los juro. Primero, acabo de cambiar de laptop y me estoy adaptando, nunca había usado una Mac, así que por favor, si ven alguna falla o algo por el estilo, entiéndanme y siéntanse con la libertad de decírmelo. A lo mejor no lo cambio, pero sé que está mal. 

Otra cosa, quiero recordarles que aunque sé en qué años nacieron Hermione y los demás, en esta historia se cambió todo por conveniencia. El Fin está desarrollado en una época más actual y en este capítulo se darán cuenta. 

El siguiente capítulo tendrá contenido solo para adultos, sin más por el momento, disfruten de su lectura. 

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Hermione se quedó mirando el techo.

Era una cobarde y lo sabía, se sentía estúpida, indigna de pertenecer a Gryffindor.

Lo había confirmado una noche antes, aquella noche que había besado a Draco Malfoy, en su habitación.

El beso había sido suave pero apasionado... Todo iba bien, hasta que recordó un pequeño e insignificante detalle... Aren. Entonces supo que tenía que irse.

Se levantó y lo miró.

-Hermione, yo... perdón.

No, ella sabía que no era su culpa, no lo era. Quiso llorar al ver la mirada confundida del rubio, pero no se lo permitió, solo huyó.

No podía negar que había sentido algo... Algo extraño, nuevo, diferente, algo que (le dolía admitir) no había sentido ni con Ron, ni con Aren.

Sabía que, aunque lo de ella y Aren Salvatore no tenían algo "formal", todos los colegios sabían que Hermione Granger era la chica de Aren Salvatore.

Hermione se sentía la peor persona del mundo, porque, Aren no era un mal chico, si no todo lo contrario. Era atento, romántico, amable, protector y la consentía como si de una reina se tratara y aún así le había fallado con un hombre que al conocerla le había llamado sangre sucia, un supremacista de la sangre.

Draco era un idiota, de eso estaba más que segura. Era arrogante, egocéntrico, presumido, sangre pura con ideales retrógrados... pero... ¿por qué se sentía mejor besarlo a él? ¿por qué con él sentía las "mariposas" en el estómago?

Odiaba eso, odiaba enamorarse de imbéciles. Primero Ron, ahora Malfoy.

¿Qué estaba mal en ella?

Tomó el collar que Aren le había regalado y lo pegó a su pecho para llorar aferrado a el hasta que el sueño venció y se quedó dormida.

Draco se había quedado inmóvil, pensando en qué había sucedido. Lo había arruinado, la situación con Hermione ya iba mejor, ya eran amigos, pero no, la había besado, destruyendo todo lo que con tanto esfuerzo le había costado construir.

Era un idiota.

Se puso de pie y caminó hacia la habitación de Hermione, pero al acercarse, la escuchó llorar. Sí, definitivamente la había cagado.

Pegó su frente en la puerta y se culpó de nuevo por lo que estaba pasando. Se odiaba en ese momento.

-Perdón... -Susurró y regresó a su habitación.

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Hermione despertó temprano al día siguiente. Sus ojos estaban hinchados y la cabeza le dolía. Decidió que no se levantaría, por su cabeza pasaron mil y una razones para justificarse y no bajar para celebrar noche buena, pero ninguna parecía convincente.