Todo comenzó en Egipto
Por: Adriana JongcheveevatCapítulo I
El astro rey brillaba con magnificencia en las interminables y misteriosas arenas de aquel maravilloso país rebosante de cultura milenaria y ancestral. Egipto, nación que une el noroeste de África con medio oriente, es una región mundialmente conocida por su fascinante historia llena de magia, poder, misterio, grandeza y con una infinidad de enigmas y secretos que con el paso del tiempo seguían siendo causa de fascinación entre muchas personas.
En el pasado, Egipto fue la cuna de una de las civilizaciones antiguas más influyentes y poderosas en la historia de la humanidad. Su amplio y basto conocimiento en diferentes áreas la proyectó como una civilización increíblemente avanzada para su tiempo dejando un legado invaluable que era considerado como patrimonio cultural de la humanidad. Incluso en la actualidad, seguía existiendo un intenso y extenso debate de cómo aquella arcaica civilización había construido las famosas pirámides de Gizah y sus enigmáticos templos antiguos.
Fue así como aquel país lo fue cautivando desde que era un niño. Toda el aura de misticismo que rodeaba dicho territorio, logró atraparlo y enamorarlo de forma casi inmediata. Sus impresionantes pirámides, sus imponentes templos y sus alucinantes ruinas, habían acaparado su mente y su imaginación como nada lo había hecho antes, y por esa razón había decidido convertirse en lo que ahora era: un prestigio y famoso arqueólogo especializado en la cultura egipcia.
Su genuina pasión por el pasado, por lo oculto y por lo místico, lo llevó a investigar las pirámides más famosas del mundo, las pirámides de Gizah. Aquel era un lugar plagado de secretos y misterios que él quería descubrir. Siempre imaginó que él sería la persona que encontraría los tesoros de los antiguos gobernantes de aquella nación o incluso la momia de un personaje famoso o célebre del pasado dinástico que perduró por más de tres mil años, ya que no solo le atraería una mayor cantidad de personas dispuestas a financiar sus investigaciones, sino que también se cumpliría su sueño de niñez. ¿Cuántas personas lograban cumplir sus sueños? Él esperaba ser el próximo.
Mew Suppasit era el arqueólogo más reconocido de toda Tailandia e igualmente gozaba de buen prestigio fuera de su país natal ya que había hecho importantes descubrimientos en antiguos asentamientos mexicas, así como también había estudiado por varios años el famoso monte Machu Pichu en Perú, compartiendo sus hallazgos con una de las revistas más prestigiosas de arqueología en el mundo la "American Antiquity"; asimismo, había aportado sus conocimientos en una de las exploraciones más importantes sobre las ruinas de antiguos templos griegos.
Mew era la envidia de muchos "colegas" del gremio, no solo por su extraordinario y casi infinito conocimiento de cada una de las culturas, sino por lo joven que era a comparación del resto de arqueólogos. A sus cortos treinta y un años había logrado muchas e importantes cosas; el mes entrante estaría cumpliendo treinta y dos y su sed por saber más de las civilizaciones antiguas no se cesaba, al contrario era cada vez mayor.
Mew no solo gozaba con una mente prodigiosa y un intelecto alucinante. También era un hombre bien parecido con su metro ochenta y siete y facciones meramente masculinas. Mandíbula prominente y tez blanca llamaban la atención de todo el que lo viera. No obstante lo más llamativo de aquel hombre eran sus espectaculares ojos oscuros, tan negros y profundos como las noches sin estrellas. Y que a pesar de ser muy jóvenes, denotaban mucha madurez.
Sin embargo, en algunas ocasiones, toda la belleza masculina que exudaba se veía opacada por la actitud un tanto apática e indiferente de la que era poseedor. Su trato seco y distante solía alejar a las personas que veían con decepción como alguien tan ridículamente atractivo podía ser tan insensible y nefasto. Guapo pero de feos modos, decían sus allegados.
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Todo comenzó en Egipto
FanfictionMewGulf En las interminables arenas del desierto, el afamado y célebre arqueólogo de origen tailandés Mew Suppasit, encontrará algo más que el valiosísimo tesoro de un antiguo faraón perdido. ¿Será posible que tal descubrimiento cambie su vida por...