—...¿Ca...tra? ¿Qué...?—Dijo la voz al contestar.
—Glimmer.—Respondió la morena.—Es Adora.—Sentenció. Ni una palabra más se permitió decir, pues al siguiente segundo había colgado.
Se levantó, y siguió su camino, dejando todo en manos de la pelirosa.
Era también la culpable de todo aquello, al menos de una parte.
Debía ayudar a solucionarlo.
(...)
Otra vez.
Sus patas azotaban contra el suelo, sus sentidos se agudizaban.
Orejas alertas, siempre atentas a cada mínimo sonido, su olfato captando todo lo que había alrededor.
Estaba huyendo de nuevo, usando a su loba para escapar de su realidad.
—Te mintieron.
Corrió con todas sus fuerzas hasta llegar a ese bosque de nuevo.
El tiempo no parecía haber pasado, todo estaba igual. Olía a humedad, se veía como la última vez que lo vio.
Solo que sus circunstancias no eran las mismas.
<<¿Por qué?>>
En cierto punto solo logró acomodarse en el suelo, su cuerpo envolviéndose a sí misma y su cabeza ocultándose entre el dorado pelaje.
¿Qué más podía hacer en esa situación?
No podía ni llorar.
Y por más que intentó volver a ser ella, no lo logró.
Se sentía atrapada.
Encerrada en ese cuerpo, como si ya no fuera suyo otra vez.
Como si se ahogara.
La oscuridad consumiéndola, el miedo, la traición.
—Adora, Trapta encontró algo... alguien. Y creo que es lo que has estado buscando toda tu vida.
—¿A qué te refieres? Busqué en todas partes, cada cosa y jamás hallé nada. ¿Cómo sé que es cierto?
—No puedo probarlo.—Respondió.—Pero por favor, escúchame.—Pidió.—Después puedes sacarme de aquí o hacer lo que quieras.
—Que sea rápido.—Ordenó seria.
—Te mintieron.—Sentenció.—Mara y Razz sabían todo desde el principio.—Hay... alguien que también sabe la verdad. Pero dicen que es peligroso acercarse demasiado o... hablarle de los hombres lobo.—Contó.
—¿Q-Quién t-te dijo eso?—Cuestionó como pudo, sus instintos intentando apoderarse de ella con fuerza por más que luchaba.
—El novio de Trapta nos lo dijo. Porque ese alguien es su hermano y su nombre es-
<<Basta, cállate>>
Gruñó.
Un chillido lastimero salió de su garganta. Observó, agitada a su alrededor. Miró a la peliblanca, que parecía asustada, sin saber como actuar.
Tenía miedo, de ella.
Huyó.
Era lo único que sabía hacer.
Escuchó pasos lejanos acercándose, pasos lentos, desesperados.
La manera de caminar inconfundible de esa persona.
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Grunts of love- Catradora Werewolf AU
Fiksi PenggemarSu cuerpo cambiaba. Y no, no de una forma normal, como todos los adolescentes, estaba cambiando. Adora era una mujer loba. ⚠Advertencia⚠ Contenido explícito, bestialismo. Leer bajo responsablidad propia.