El chico colocó la última carpeta en su lugar, había terminado su labor en ese pequeño almacén, al sacar su teléfono móvil y mirar la hora pudo percatarse de que la hora de comida estaba llegando, Toni tomó asiento nuevamente mientras miraba su reflejo en la pantalla en negro.
En cualquier momento entraría el comisario por esa puerta y Toni aún no estaba preparado mentalmente para la situación que acontecería, sólo era comer en compañía de otra persona ¿Cómo era posible que algo así le haga mortificarse? En verdad que no tenía remedio alguno.
Fue imposible el no barajar la opción de que quizás... Sólo quizás podría olvidarse del asunto y poner alguna excusa al comisario para no ir con él, pero eso no haría más que traer muchos más problemas, además en el fondo era consciente de que no podía seguir estando en esa situación, el tiempo no se detiene por nada del mundo pero él si lo hace.
«Al final lo que único que sé hacer es huir de mis problemas»
Aquello de seguir poniendo trabas a su vida para simplemente evadir situaciones desagradables era algo que no podía seguir haciendo por más tiempo, toda la vida ha sido así ¿Y al final qué obtuvo?
«Una infinita soledad»
El sentirse completamente solo, todo eran pequeñas sonrisas y sentimiento de alivio durante sus momentos de realizar sus actividades favoritas, era divertido... Hasta que una vez se dio cuenta de que ese pequeño momento de felicidad, no era más que producto de su desesperación por ir continuamente evadiendo su realidad, el ir por la vida haciendo lo imposible con tal de ignorar lo que perfectamente sabía, no era feliz, para nada que lo era... Y todos y cada uno de sus supuestas “mejores memorias” no eran más que recuerdos de cosas que el hizo en su momento para simplemente no pensar en lo que realmente sucedía a su alrededor.
No quería abrir los ojos y aceptar que tenía un problema y para cuando lo hizo... Ya era tarde, sus mejores años habían pasado, su hermano tuvo muchísimas experiencias agradables, se enamoró una y otra vez, tuvo amigos, fiestas, empleos y todo aquello que Toni nunca pudo lograr.
Toni nunca hablaba de ello con Carlo, simplemente no quería parecer un completo imbécil quejándose de un problema el cual no quiere solucionar, creía que si hablaba de sus emociones sería juzgado como lo que pensaba que era... Un maldito cobarde, un inútil que no será capaz de lograr nada en la vida, ni siquiera algo común y corriente, simplemente dando lástima.
El rubio miró hacia el techo, su cabeza estaba pensando de más nuevamente y eso sólo le haría sentirse mal una vez más. La puerta fue abierta y de ella entró el comisario, como de costumbre... Tenía una gran sonrisa.
— ¿Terminaste? — cuestionó el castaño al acercarse al chico el cual se puso de pie inmediatamente
— Por supuesto señor — el chico guardó las cajas de los broches en los cajones de una forma torpe, sus nervios le estaban haciendo una mala jugada
— Relájate, pareces algo estresado
Toni suspiró antes de animarse a voltear hacia el comisario, cada vez se sentía más ridículo, no podía entender como Gordon tuviese el mínimo interés de compartir una comida con alguien como él.
— Vamos
— Sí señor
Ambos hombres estaban caminando por los infinitos pasillos de lo que era la comisaría principal, siempre habían problemas para otros empleados por lo confuso y fastidioso que era caminar por ellos, sin embargo Toni con el tiempo aprendió a diferenciarles y a conocer absolutamente todo de ellos, después de todo esos pasillos y cuartos eran perfectos para desaparecer y evitar ser visto ni siquiera por dios mismo... O eso pensaría si no fuera por el propio Gordon quien era capaz de encontrarle por más recóndito qué fuera la habitación donde se estuviese escondiendo.
El chico iba en dirección hacia la cafetería de comisaría, no obstante la mano del mayor le detuvo.
— Espera ¿A dónde vas?
— A la cafetería
— Hombre si te invito a comer no creas que será en la cafetería de aquí, iremos a un lugar fuera ¿Te parece?
— Cómo usted diga — sus pasos cambiaron de dirección y fue siguiendo al comisario
Al llegar al estacionamiento, Gordon abrió la puerta del vehículo policial a un Toni quien se movía inquietamente, el chico se sentó en el asiento del copiloto a la vez en que trataba de procesar todo lo que estaba presenciando, el estar a solas con el hombre que le gusta en un vehículo rumbo a algún restaurante para comer juntos... No es una situación al cual se encuentre preparado en lo absoluto.
— El cinturón Toni — pronunció al encender el vehículo
— Voy — el rubio se colocó el cinturón de seguridad, su mirada se desvío hacia la ventana, pues su corazón no estaba preparado para ser observado por aquel hombre
— ¿Hay algún lugar que te guste?
— Usted elija
— Eres muy respetuoso Toni, ahora mismo no nos encontramos en comisaría, puedes tomártelo con calma y tratarme como un amigo
— ¿Un amigo? — el rubio se giró y observó al hombre a su lado
— Exactamente, tengo intenciones de llevarme bien contigo, eso es todo
— Ya veo — el chico mantuvo la mirada baja, no sabía como reaccionar a algo así
El viaje duró poco más de tres minutos, unos minutos los cuales parecieron eternos ante los ojos de Toni, fue un momento de absoluto silencio, ese mismo silencio daba la oportunidad para que Toni comenzara a sobrepensar las cosas como ya era costumbre.
Entraron a una pequeña cafetería italiana, Gordon la había elegido porque era conocido de la dueña, además de que consideraba que el rubio se sentiría más cómodo en un lugar que le recuerde a sus raíces, Gordon habló con la dueña mientras Toni miraba fijamente sus manos sobre la mesa, estaba bastante incómodo ciertamente, a pesar de estar en un lugar prácticamente vacío ese nerviosismo era persistente.
Gordon llegó finalmente y tomó asiento, miró al chico y le extendió la mano para llamar su atención.
— Lamento la tardanza
— No se preocupe
— Puedes pedir lo que gustes — mencionó al tomar la carta — invito yo
— Ah... Pues-
El chico frenó sus palabras de golpe al notar a la mujer quien se acercó a la mesa, podía sentir la mirada de aquella mujer posada sobre él, comenzó a sudar y con una voz nerviosa ordenó simplemente un café, ni siquiera uno que le gustara, simplemente pidió el primer nombre que vio en la carta y sinceramente el hambre que tenía se desvaneció repentinamente, por lo tanto una vez ordenó, procedió a marcharse al baño del establecimiento.
Estando ahí, enjuagó su rostro con el agua fría del lavado, tenía náuseas pero tenía que aguantarse, sus manos se apoyaron en el lavamanos mientras observaba fijamente su rostro en el reflejo del espejo, se odiaba a si mismo por las cosas tan ridículas que su ineptitud causaba.
«Eres tan lamentable Toni»
Finalmente salió del baño y al ver al comisario hablar tan contento con la mujer aquella... Le causó un pequeño nudo en la garganta. Fingió una pequeña sonrisa y llegó devuelta a la mesa, la mujer se retiró al instante dejando las cosas sobre la mesa, Gordon comenzó a hablarle al chico pero este simplemente sostenía el café en sus manos sin decir palabra alguna.
«Aquí vamos de nuevo»
Continuará...
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Comunicación
FanficÉl está enamorado y si bien él no entiende mucho de sentimientos, aún así puede jurar que lo suyo es amor, pues lo que la gente suele describir como amor encaja perfectamente con como se siente últimamente ¿El problema? Que el no puede expresarse. _...