No hay planes perfectos

474 51 4
                                    


No hay planes perfectos


Harry se resistía a abrir los ojos, que bien se sentía amanecer así, la piel de su espalda en contacto con la suavidad del pecho de Snape, éste rodeándole el cuerpo, ya no solamente con su brazo, también su pierna le abrazaba pegando más ambos cuerpos... "¡Bendita cadena!" pensó feliz.


Severus empezó a removerse un poco cuando la luz del sol pegó en su rostro, pero lo que hizo fue estrechar todavía más a Harry y gemir placenteramente en su oreja. Aquel sencillo sonido estimuló algo en la entrepierna del chico, quien de pronto se encontraba más despierta que él. Sin saber bien lo que lo impulsó a hacerlo, Harry empujó su cadera hacia atrás y sus ojos se abrieron asombrados cuando sintió una firme dureza hundiéndose entre la tela de su pantalón.


Quiso quedarse quieto, no sabía qué hacer, ¿pensar en algo que lo distrajera? Imposible en ese momento... ¿correr al baño y darse una ducha fría? Sí, claro, y con Severus arrastrando pegado a la cadena, tampoco era una buena idea... ¿Ayudarse ahí mismo y que su mano libre le aliviara? ¿frente a Snape? No, definitivamente tampoco, aunque... tenía que recordar que el hombre ya había estado fisgoneando alguna vez, pero no, volvió a desechar eso, no era una solución. ¿Voltearse y hacer lo que tuviera que hacer?... aquello era realmente tentador. ¿Cómo reaccionaría su ex Profesor?


Pero no, se decidió a portarse bien, ¡ah, como odió su maldita conciencia en ese momento!... permaneció lo más quieto que pudo, intentando recordar hechizos, juegos de Quidditch, personas odiosas, pero ni Voldemort conseguía apartar a Severus de su mente. De pronto, un movimiento del mago restregándose suavemente contra su trasero le hizo perder totalmente el control. Sin poder evitarlo, de un movimiento giró y se trepó sobre el otro mago, restregando cadenciosamente ambas erecciones.


Severus despertó al sentir un peso sobre él, pero antes de abrir los ojos, arqueó la espalda extasiado ante la sensación de aquellos frotamientos que provocaban un enorme placer en toda su piel. Pero en cuanto separó los párpados y fue consciente de a quien tenía encima, pegó tal brinco que hizo que Harry cayera al piso bruscamente, golpeándose la cabeza con el buró de la cama.


— ¡Potter! —exclamó Severus alarmado al ver que el chico se llevaba las manos a la cabeza y éstas empezaban a bañarse de sangre.


Rápidamente bajó de la cama, para ayudarlo a regresar a ella, su preocupación aumentó al ver que la almohada también se teñía de rojo, y aunque Harry no se quejaba, tenía un rictus de profundo dolor en su ceño fruncido.



[SS][HP][SS][HP][SS][HP][SS][HP][SS][HP][SS][HP][SS][HP][SS][HP][SS][HP][SS]



Sirius miraba en silencio como Remus terminó de preparar el desayuno y lo servía para él. Ya se sentía mucho más tranquilo luego de que toda la noche encontró que podía sentirse cómodo aún después de lo sucedido.


— Pasado mañana es luna llena. —comentó el animago mientras comía un poco de su tostada.

— Lo sé.

— ¿Severus te hará la poción matalobos?

— Creo que esta vez tendré que quedarme sin ella, no sería la primera ocasión.

— Pero los dolores de la transformación son mucho más intensos... ¿porqué no intentas convencerlo de que la haga?

— No... no lo haré.

— ¿Temes que esté tratando de engañarte para salir, verdad?


Remus bajó la mirada avergonzado, realmente eso era lo que estaba pensando, aunque también debía admitir que no tenía cara para presentarse ante Snape y pedirle que le ayudara cuando él era el responsable de lo que estaba pasando.


— Severus sí te la haría. —dijo Sirius adivinándole el pensamiento, Remus sonrió.

— Realmente lo conoces menos que yo. Snape no la haría ni aunque su vida dependiera de ello, bueno, quizá si negociamos su libertad, pero eso no lo haré.

— No pierdes nada con intentarlo, consigue los ingredientes y ve a verlo. Simplemente se lo preguntas y ya.

— ¿Porqué tanta insistencia?

— Porque me preocupas, Remus, no quiero que sufras de más.

— Tú quieres verlo aún, ¿cierto? —preguntó entristecido.

— Sí me gustaría verlo, pero no creo que me dejes... ¿o sí?

— Aunque él entrara a esta habitación no podrías saber que está aquí, Sirius, no lo verías ni escucharías.

— ¿Entonces porqué temes que escape?... manda pedir los ingredientes que se requieren para la poción y vas y le preguntas. O pídele a Harry que lo haga por ti.


Remus negó, era demasiado descaro solicitarle un favor a Snape, no lo haría. Sirius simplemente suspiró resignado, le dolía que su amigo tuviera que volver a pasar por transformaciones dolorosas.



Prisionero de tu amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora