El día que lo perdí todo

Capitulo 5

—Y fue así como Tortillaland nació— terminó de relatar el híbrido cuervo.

—Wao....— solto el contrario —¡Su pueblo suena hermoso! Ojalá pudiera salir de esta habitación.... Para verlo en persona...

—Ya conoces la reglas de Reborn, no té dejara salir del hospital hasta ver que estes 100% curado— explicó Focus, el castaño solo soltó un suspiro pesado y miro a la amplia ventana abierta.

—Ya me siento mejor...— dijo el castaño de orbes rojos.

—Te prometo que cuando Reborn te de la alta yo mismo voy a darte un recorrido por el pueblo ¿vale?— prometió el cuervo viendo la tristeza del hospitalizado.

—Está bien pero ya Auroncito me prometió eso— comentó el menor.

El híbrido iba a hablar pero fue interrumpido por el sonido de la puerta abriéndose. De ésta apareció Reborn con su típico semblante serio, dio una rápida mirada a ambos presentes y volvió a sus archivos.

—Reborncito...?— mencionó el apodo que le tenia al doctor.

—No, aún no Luzu, debemos hacerte unos últimos exámenes y estos los harán, Biyin y Juan, luego de esos exámenes, veré los resultados, y si todo está bien podrás salir del hospital y te quedarás en mis aposentos— explicó el castaño mayor de los tres.

—que pasa si Luzu esta bien físicamente pero mentalmente está afectado un poco???— pregunto el cuervo por curiosidad.

—podrá salir pero será monitorizado por un héroe cada día— respondió rápidamente el mayor, sabía que harían esa pregunta.

—¿Focus te quedarás?— pregunto el menor, esperando a que dijera que si.

—lastimosamente no puede Luzu, a quien le toca cuidarte es a mi y aparte tienes que descansar tío, que te levantas siempre a las 4:00 de las putas mañanas— hablo Reborn sentándose en la silla junto a la cama del menor.

—ya me voy, vendré mañana a verte ¿si?— prometio el cuervo.

—está bien!!— respondió feliz Luzu, que por consecuencia hizo que reborn soltara una pequeña risa por su actitud infantil

El cuervo salió de la habitación del hospital despidiéndose de sus amigos. Al estar en el centro del pueblo se topo con algunos compañeros héroes, los saludo normal y fue directo a casa, tenia unos cultivos que cosechar para vender a uno de los comerciantes del pueblo.

Con calma se dirigió a su hogar, al llegar a este fue recibido con silencio, un silencio que lo mataba poco a poco. Sin poder evitarlo las lágrimas salieron de sus ojos, dirigió sus manos a su máscara y se la quito.

Puso sus manos en su rostro e intento quitarse aquellas lágrimas que salieron pero simplemente no podía quitárselas. Su espalda chocó contra la pared de la muralla y se desmoronó en ella hasta caer al suelo. Posicionó su rostro en sus rodillas y dejó el llanto salir.

Siempre había sido así, volver a casa con aquel silencio y dejar que el recuerdo del pasado lo atormentara. Focus ya veía aquello normal... era su rutina de siempre...

Luego de unos minutos se levantó del suelo aún con lágrimas en el suelo, camino hasta la parte trasera de su terreno. En el recorrido para llegar allá tomó unas cuantas flores que se encontraban plantadas en sus tierras. Con estas en mano llego a aquel lugar, aquel lugar donde siempre lloraba por sus personas especiales...

Se limpio las lágrimas y dejo flores en las 3 tumbas frentes a el, de esas tumbas solo una estaba vacía, sin ningún cuerpo dentro de este. Cayó al suelo de rodillas y lloró aún más, aquel día donde lo perdió todo lo seguía matando, aún podía ver aquellas cicatrices que los cazadores dejaron en el.

Miro la tumba de su amado, vacía... nunca lo encontró pero lo más seguro es que estuviera muerto...

Luego miro las otras dos tumbas... las tumbas donde se hallaban los pequeños cuerpos de sus hijos...

Capítulo 5 - Mi triste rutina
18/Junio/2022