2: Quizás

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Yoongi era un pésimo instructor de conducción de motocicletas, pero al menos pudo decirle a Jungkook cómo prenderla, cómo acelerar y cómo frenar, el resto lo tuvo que averiguar Jungkook conforme a la marcha, al inicio la moto se tambaleaba mucho, después no sabía cómo girar ni cambiar de carril, pero una vez que Yoongi dijo 'sigue derecho y te diré donde parar' Jungkook pudo tomar más velocidad e ir con tranquilidad.

A pesar de estar nervioso al inicio, lo había disfrutado, era una moto pesada y muy rápida, hacía frío y se sentía sofocado con el casco, pero la adrenalina lo había despertado, ya no tenía sueño, sentía que estaba más vivo que nunca, el viento contra su ropa y las luces de la ciudad lucían diferentes.

Lo más extraño era esa sensación del chico borracho detrás de él abrazándolo y con su cabeza recostada sobre su espalda, pero no se sentía incómodo, todo lo contrario, estaba demasiado cómodo.

Sabía que Yoongi no se había dormido pues sus manos acariciaban ligeramente sus costillas sobre la tela de su chaqueta, por un momento creyó que se lo imaginó pues el movimiento era muy suave, pero Yoongi realmente estaba tanteando, con movimientos muy lentos, quizá tenía la intención de que sean imperceptibles, pero Jungkook los sentía perfectamente y comenzó a sentir calor y un cosquilleo recorrer su cuerpo.

Mientras tanto, Yoongi sentía que podía dormirse abrazado a ese chico Jungkook; no le importaba a donde lo llevase, igual no había nada atando a Yoongi a algún lugar, tampoco tenía mucho que perder, por eso siempre hacía cosas irracionales, como por ejemplo ofrecerle a un extraño conducir su moto y prestársela después de dejarlo en su casa.

No pudo evitar sentir los músculos torácicos de Jungkook, el primer toque fue accidente, pero después se atrevió a abrazarse con más fuerza y con movimientos tenues acarició sus costillas, Jungkook ni se inmutó o quejó, Yoongi creyó que eso era una pequeña victoria.

Quizás esta noche no estaría tan solo, quizás esta noche no sería humillado ni rechazado. Cualquier chico heterosexual se hubiese exaltado con ese toque, hubiese detenido la motocicleta y hubiese abandonado a Yoongi a su suerte.

O quizá simplemente Jungkook era un chico ingenuo, era probable, a juzgar por el hecho de que aceptó tal propuesta de un extraño, quizá Jungkook era uno de esos chicos curiosos como tantos con los que Yoongi se había topado.

Quizá Jungkook era simplemente amable, solo le estaba haciendo un favor y no se apartaba de su toque para no ser grosero.

Quizá Yoongi no debería de pensar tanto en esto y en consecuencia herir su corazón con sus propios pensamientos como tantas veces.

—la próxima cuadra gira a la izquierda y detente en un edificio café—Yoongi instruyó

Jungkook bajó la velocidad para poder dar la vuelta apropiadamente, y se detuvo en el lugar indicado.

Yoongi bajó de la moto, Jungkook no.

—¿qué tan cansado estás?—Yoongi inquirió

—me siento más despierto que nunca—y era cierto, si bien se tambaleaban en el viaje, y sintió que moriría cuando la motocicleta se aceleró sin que él hiciera comando alguno, la adrenalina en su cuerpo fue agradable, estaba muy emocionado

—¿quieres pasar?

Jungkook asintió sin perder el contacto visual con Yoongi.

Yoongi empujó la motocicleta hasta estacionarla junto a otras tres motocicletas. Subieron al tercer piso para entrar al departamento.

King of Disaster - Kookgi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora