Era temprano y Ryukyu se encontraba en su oficina, estaba revisando los reportes de la misión para desmantelar el laboratorio de triple catorce, meditando sobre si, todo lo ocurrido en los últimos meses eran una simple cadena de coincidencias o en efecto la la liga de villanos estaba detrás de todo. La distribución de una droga con efectos parecidos al trigger, la presencia de mafiosos procedentes de china administrando su venta y distribución en todo Japón, además los mismos tipos administraban un laboratorio de experimentación humana cuyo propósito era crear Nomus, la evidencia de que Himiko Toga; uno de los miembros más peligrosos de la liga, estuviera de vuelta en escena. Las evidencias eran tan claras y evidentes que le abofeteaban la cara.
—Demonios... ¿Qué debería hacer con las chicas?— Se preguntó. Una parte de ella quería mandar de vuelta a U.A. a sus tres practicantes, por lo menos hasta estar segura de que era con lo que lidiaban. Otra parte de ella quería dejar que sus alumnas al fin tomen parte de una misión de gran prioridad, habían demostrado ser fuertes, valientes, inteligentes y cooperativas; Uravity y Froppy llevaban años con ella, habían enfrentado, derrotado y entregado a las autoridades a una gran cantidad de criminales. Lizardy era una alumna recomendada, muy analítica e inteligente, con un quirk muy conveniente para distintas circunstancias. Ryukyu confiaba mucho en ellas, entonces, ¿Porque quería devolverlas a U.A.? Las razones eran varias, la liga de villanos tenían miembros tan poderosos que eran capaces de matar a un héroe de buen rango, ellas todavía eran estudiantes y estaba preocupada por cómo Uravity y Froppy pudieran verse afectadas por lidiar con Himiko Toga.
*Toc toc*
El llamado de alguien a la puerta de su oficina la sacó de sus pensamientos, ella debía ser la única en su agencia, la puerta de entrada estaba cerrada y el letrero de cerrado estaba puesto, las únicas con llaves eran Uravity y Tsuyu, a quienes les había dado dos días de descanso. —¿Quién podrá ser?— preguntó para sí misma, poniéndose un poco nerviosa. —Pase— Ordenó levantándose de su asiento, preparándose para pelear contra cualquier tipo de intruso.
—Buenas tardes— dijo Lemillion entrando a la oficina. Ryukyu suspiró tranquila al ver quien era —Lamento entrar sin aviso, llame a tu teléfono pero nadie contestó— dijo dando una pequeña reverencia antes de tomar asiento frente al gran escritorio de madera.
—No te preocupes, eres bienvenido siempre— respondió y volvió a tomar asiento —¿Qué te trae por aquí? ¿Pasó algo malo?— A pesar de que ahora estaba tranquila, no podía evitar pensar que el que Lemillion estuviera ahí no era buena señal.
—No necesariamente, de hecho creo que son buenas noticias— contestó. Su tono tranquilo a veces era un poco confuso para ella, nunca sabía qué tan graves serían las noticias. —Necesito que mantengas un ojo sobre Mighty Shadow— dijo serio.
—¿A qué te refieres?— preguntó confundida por la petición —¿Hizo algo malo?.
—No... Dudo que él pudiera hacer algo realmente malo, pero le puede pasar algo si no lo mantenemos vigilado.
—Creo que no estás siendo muy claro— contestó irritada, llevaba días sin dormir bien y el estrés se había acumulado en ella sin parar, su paciencia era muy poca —Se claro, explica todo, no omitas nada ¿Porque habría que vigilarlo? ¿Por qué le pasaría algo malo? ¿Por qué tu repentino interés?.
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Setsuna llegó a su departamento rebosante de felicidad, las cosas con Izuku habían salido de manera perfecta. Se arriesgó a revelarle su identidad secreta como Lizardy, a pesar de que existía la posibilidad de que él no se sintiera cómodo con ello y decidiera acabar la relación, lo cual para fortuna de Setsuna, no ocurrió, si no todo lo contrario, ya que Izuku también reveló un secreto importante. Después de prepararse mentalmente tras los primeros indicios, y de analizar la situación una y otra vez, Setsuna se dió cuenta que el hecho de que su novio fuera un popular vigilante no era un gran problema para ella. Izuku era un vigilante porque nunca logró volverse un héroe, eso era claro para ella ahora, así que, ¿Porqué no ser una buena novia y alentarlo a cumplir su sueño? Ella lo ayudaría a volverse uno, la idea estaba clavada en su mente y nadampodría sacarla de ahí, probablemente iba a ser un proceso largo y complicado, pero al final ella estaba segura de que él lo conseguiría.
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El camino de un héroe.
FanficIzuku Midoriya es un joven de 21 años que trabaja como barista en una cafetería en el distrito Aoyama, pero por las noches toma la justicia en sus manos y patrulla las calles de Tokio.