Ella es Mía

Capítulo 6 "La Fiesta"

Cuando tocan la puerta y la abro, Gaspar no podía cerrar su boca. Estaba sorprendido como me veía, yo creo que le gustó por la forma como me miraba.

Quise sorprenderlo y darme el gusto de comprar un vestido de fiesta por fin como yo quería. Así que elegí uno rosa pastel, de encajes, con un escote de corazón, muy ajustado hasta la cintura, pero abajo suelto y corto hasta la mitad de mis muslos. Dejé mi cabello suelto, Anna me ayudó, me hice un delineado y pinté mis pestañas y a mis labios un poco de gloss rosa. Y con unos zapatos rosa con un taco delicado.

Gaspar vestía un pantalón negro ajustado en sus piernas, una camisa blanca con las mangas recogidas a mitad de brazo y un chalequillo sobre ésta color negro. Se veía tan sexy con esa ropa. Le quedaba muy bien.

Yo le sonrío y el suspira fuerte.

- ¡Estoy en shock! Cuando pensé que ya no podías verte más bella, apareces con esto y me dejas sin palabras.

- Jajaja – río. – creo que yo iba decir eso.

- Pero te gané – se acerca y me besa. – ¿vamos? – me dice estirando su mano para que se la de.

Me tomo de su mano y vamos caminando hacia el patio trasero, ya que la fiesta es al lado de la piscina.

Había visto a todo el personal correr toda la tarde para tener listo. Contrataron un servicio de catering y Deejay. Por lo que Anna me había contado, estaba todo hermoso afuera para la gran celebración.

Antes de salir, me volteo y veo hacia la puerta de la cocina. Esta Anna, María y Rosa mirándome caminar con Gaspar de la mano. Se sonrieron emocionadas y me hicieron seña con la mano. María secaba sus lágrimas. Yo les sonrío y Anna me guiña un ojo con su pulgar hacia arriba. Tomo aire y salimos.

Cuando llegamos afuera todos nos miran, Gaspar caminaba con la frente bien en alto, yo me sentía un poco tímida, así que de vez en cuando esquivaba las miradas agachando mi cabeza. Caminábamos hacia un grupo de personas, así que me preparaba para saludar en mi primer evento social.

- Ella es mi novia, Mía. -dice Gaspar presentándome con la señora rubia que había visto cuando llegué y las chicas delgadas. – Mía ella es mi tía Susanne y mis primas Anabella y Luisa.

- ¡Mucho gusto! – les sonrío. Ellas me dan una sonrisa fingida.

- Te vi temprano, cuando llegaste con Gabriel – me dice su tía. Gaspar deja de sonreír. Yo solo le asiento.

- Bueno, permiso. Iremos a saludar al resto – dice Gaspar caminando de la mano junto a mí.

Cuando avanzamos un poco. Se detiene y se pone frente a mí.

- ¿Con Gabriel? – pregunta, serio.

- Si, me trajo a casa cuando fui a comprar esta mañana.

- No me habías contado esa parte.

- No es nada importante. Por eso lo omití.

- Para mí lo es.

- ¡Hey! Estoy aquí, contigo. No dejes que te amarguen la noche pequeñeces.

me sonríe de mala gana y me besa suavemente.

- ¡Hijo! – nos interrumpe su padre – ven para que presentes a Mía al resto de los invitados.

Caminamos juntos saludando a todas las personas, algunos amigos, amigas, familia... ya estaba cansada de saludar a personas. Así que mientras Gaspar hablaba con su tío cosas de estudios, me solté de su mano y caminé hacia una mesa desocupada. Me siento a descansar mis pies que como no suelo usar este tipo de zapatos me dolían un poco. Miraba para todos lados, aun un poco nerviosa. Las luces y como estaban adornadas las mesas blancas, y la música suave, todo se veía muy bello.