Mikasa estaba harta de sentirse sola, de modo romántico. Así que tomando un consejo de su mejor amiga, decide conseguirse alguien a quién mimar y querer. Exacto, una babygirl.
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Narrador omnisciente.
Mikasa cayó al lado de Annie luego de acabar, ambas jadeantes y cansadas. Habían pasado horas manteniendo relaciones sexuales, ambas estaban agotadas.
—¿Estás bien?— Mikasa se colocó de costado para mirar a Annie fijamente.
—Si... Sólo... Cansada y adolorida— Annie se acomodó sobre la almohada cubriendo su desnudez con la ropa de cama.
—¿Fui muy brusca?— Mikasa acarició el pelo de Annie mirándola con preocupación.
—No... O bueno... Si, pero no me molesta. Me gusta que seas ruda— ambas soltaron una risita cómplice.
La pelinegra se paró a buscar un par de bóxers color verde y una tanga color lila para ella y para Annie. Se colocó la prenda bajo la mirada de Annie y se acercó a ella, junto a unas toallitas húmedas para limpiarla.
—Abrí— Mikasa necesitó solamente esa palabra para que Annie obedeciera. Sabía que ella no era una persona de acatar las órdenes, pero al parecer con ella eso era distinto. Se sentía satisfecha debido a eso. Mikasa sacó un par de toallitas húmedas del empaque y le limpió los muslos llenos de su corrida anterior y su centro de manera superficial, recibiendo un pequeño gemido de satisfacción de parte de la rubia. Tiró las toallitas que utilizó a la basura y le puso la tanga, dejando unas pequeñas y suaves palmaditas en su pelvis dando por finalizada la limpieza.
—¿Vamos a dormir ahora?— preguntó Annie a Mikasa cerrando los ojos pero sin dormirse.
—Domrite vos preciosa, yo voy a hacer el trabajo que no hice en la oficina acá— Annie asintió dándose vuelta para dormir.
Mikasa se puso ropa para andar en casa y le dió una última mirada a la rubia para después irse a hacer lo antes planeado, se hizo un café mientras miraba la hora en el reloj de la cocina. Sorprendiéndose al notar que habían pasado casi 3 horas manteniendo relaciones sexuales entre Annie y ella, planeaba dejarla dormir unas horas y después la despertaría para que hiciera las cosas de la escuela y tomara un baño.
Cuando su café estuvo listo, se dirigió a su oficina dando pequeños sorbos al mismo para no quemarse. Al sentarse frente a su computadora soltó un suspiro cansado, lo último que tenía ganas de hacer era trabajar. Quería estar acostada junto a Annie, quería proporcionale su calor corporal a la rubia para que no tuviera frío. Pero debía revisar esos papeleos y firmar documentos para entregarle a su secretaria.
Resignada de la vida se puso a leer los documentos enviados y a resolver cuestiones de su empresa, tenía sus auriculares escuchando una lista aleatoria que el Spotify le había creado. Mantenía su concentración en leer y firmar a la vez que tarareaba la melodía de la canción que estaba escuchando, en este caso era "Dollhouse" de Melanie Martínez. Ésta artista se escuchaba bastante en su lista, le gustaba bastante, sus canciones eran demasiado buenas.
