003

3.1K 204 66
                                    

Narra Annie

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Narra Annie.

Mikasa había pasado la última media hora mostrándome la casa a detalle, a veces contaba datos sobre partes en específico. Me gustaba escucharla hablar, su manera de hablar calmada y baja daba gusto.

—Acá llega el dilema— mencionó mirándome .

—¿Qué pasó?

—El tema es donde vas a dormir— justo lo que quería saber —hay 2 cuartos de invitados y mi habitación, quiero que te sientas cómoda en todo momento. No quiero que te sientas incómoda de ninguna manera, así que quiero que tú elijas donde vas a dormir. Si querés tu propia habitación o quieres dormir conmigo.

—Que te parece si lo que resta de la semana duermo en una habitación de huéspedes yo sola y si para la semana que viene logramos entrar en confianza me quedaré en tu habitación, ¿Si?— esperaba expectante su repsuesta.

—Me parece perfecto— sonrió pequeño— elegí tu habitación.

Luego de verlas me decidí por la más pequeña de las dos, al fin y al cabo no necesitaba mucho espacio.

Luego de verlas me decidí por la más pequeña de las dos, al fin y al cabo no necesitaba mucho espacio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

(Imaginen que es una cama de dos plazas :))

—Quiero ésta— señalé la habitación que quería.

—Está bien, si querés agregarle algo no dudes en decírmelo. De hecho, todo lo que necesites me lo dices o me lo anotas y yo te lo consigo— dijo Mikasa mirándome muy fijamente, haciendo que me ponga un poco nerviosa.

—Está bien, ¿podrías conseguir una casita para Diakko?— dije mientras jugaba con mis dedos.

—Claro que si, ¿Algo más?— dijo mientras seguía mirándome fijamente.

—Tengo hambre—dije un poco avergonzada.

—¿Qué hora es?— miró el reloj en su muñeca —mierda, son la 1 de la tarde ya. Deberíamos comer.

—Para mí que si— reí nerviosamente.

—Vamos a ver que hay en la heladera— dijo mientras me agarraba la mano para volver hacia abajo —¿te molesta que te agarre la mano?

—No, pero puedo ir sola. No soy una niña— dije inflando los cachetes como una nena haciendo berricnhe.

—Que tierna—dijo picando mi cachete con su dedo índice mientras bajaba la escalera —después de comer te muestro el patio, que es lo único que falta.

—Ok.

Mikasa se dirigió a la heladera y la abrió, era impresionante la cantidad de comida que había ahí adentro. Era un mundo de comida ahí adentro.

—Creo que lo más fácil para comer serían las empanadas, la pizza y la tarta. ¿te parece?— dijo mirándome mientras sacaba lo antes mencionado.

—Claro, pero no me gusta pizza— dije tocando mis orejas, era un tic nervioso que tenía.

—Está bien, ¿Qué querés de tomar?— dijo y se corrió de enfrente para dejarme ver. Mis ojos se abriendo con emoción al ver mi bebida favorita, la verdad que tenía demasiada cantidad —¿Querés de esa?

—SISISISI— dije con emoción casi llegando a parecer una niña pequeña.

—es la cosa más rica, por eso hay tanta —dijo sacando un agua saborizada de pera.

—Confirmo, eres la primera persona que conozco que le gusta— dije sincera.

—¿Es en serio?— dijo mirándome incrédula a lo que que le dije, asentí en respuesta —increíble, acá nunca falta.

—¿Donde están los platos y esas cosas para poner la mesa?— bajé de un salto de la mesada, aunque cuando caí pisé mal y casi caigo al piso, de no ser porque unos brazos fuertes me agarraron a tiempo.

—¿Estás bien?— Mikasa me miraba preocupada, al mirarla note que nuestros rostros estaban muy cerca.

—Eh s-si, gracias por agarrarme—asintió.

—¿Te duele?— dijo soltando su agarre dejándome parada nuevamente. Asentí, pero al pisar casi me caigo de nuevo debido al dolor en mi tobillo, casi vuelvo a caer si no fuera porque Mikasa me agarró.

—No estoy bien— solté una pequeña risa.

—Ya veo, te llevaré— me alzó al estilo recién casadas y me dejó en el sillón L del living.

—Gracias.

—No es nada, voy a buscar las cosas, ya vuelvo.

Tras cinco minutos Mikasa volvió con una bandeja con comida y el jugo con dos vasos.

—Te ayudo— intenté pararme pero Mikasa me frena.

—No, sentate— obedecí y me quedo donde estoy.

—Ya está, si querés poné algo para ver en el tele—asiento y agarro el control, pongo Netflix y nos pusimos a ver Wynonna Earp.

Media hora después yo ya había terminado de comer, había comido mucho, pero Mikasa seguía comiendo ¿cuanta comida le cabe?

—Tenías hambre al parecer— digo mientras ella deja de comer y me mira, tenía un poco de comida en el cachete.

—No, la verdad que no— contestó y yo levanté la ceja —de verdad, esto no es nada debido a todo lo que puedo comer cuando tengo hambre.

—¿Me estás cargando?— dije recalculando —si te comiste como 6 pedazos de pizza, media tarta y 5 empanadas y me decís que no tenías hambre.

—Sip, por eso es que hay tanta comida en la heladera. Tengo el apetito muy grande— dijo mientras se terminaba la última empanada que quedaba y se tomaba lo último de la botella.

—Más que grande diría que comes como por 3 personas— dije yo, la comida que tenía en el cachete me estaba molestando. Así que con una servilleta le limpié la cara —tenías comida en el cachete.

—Oh, no me había dado cuenta— dijo sonrojandose un poco.

Cuando terminamos de comer, hicimos sobremesa y hablamos un poco sobre nosotras. Pasamos el resto del día haciendo cosas.

 Pasamos el resto del día haciendo cosas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
MommikasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora