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Narrador omnisciente

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Narrador omnisciente.

La visita para almorzar de Annie se había extendido a lo que restaba del día, debido a la insistencia de Mikasa en que se quedara. Cuando terminaron de comer ambas se sentaron en el pequeño sillón de descanso para dos personas que Mikasa tenía en su oficina.

La rubia se estaba acomodando, colocando sus pies sobre el regaso de Mikasa. Quién los tomó entre sus manos y empezó a jugar con ellos, haciendo que la rubia se ría y patalee por las cosquillas que la pelinegra le producía.

-¡Dejame!- le gritó Annie mientras se retorcía de la risa en el sillón.

-¡No!- Mikasa siguió haciéndole cosquillas subiendo por sus piernas hasta llegar a su abdomen, donde hizo cosquillas, haciendo que Annie se estremeciera y arqueara su espalda debido a las cosquillas. Su cuerpo era muy perceptible a estas.

Mikasa le hizo cosquillas a Annie durante unos segundos más hasta que Annie sin querer le acertó una de las patadas que daba al aire, debido a las conquillas, haciendo que Mikasa se detuviera debido al golpe y Annie la mirase preocupada.

-Dios, Mikasa, lo siento- Annie se acercó al rostro contrario al notar que de su labio superior brotaba una pequeña gota de sangre.

-No te preocupes, solo deja que me limpie la sangre- Annie llevó su mano a la boca de Mikasa y con cuidado limpió la gota de sangre son su dorso de manera cuidadosa.

Se paró y buscó en los bolsillos de Mikasa el pañuelo de seda que sabía que tenía y con él limpió mejor el labio de Mikasa y luego se mano, dejando un pequeño beso en los labios de Mikasa al acabar.

-¿Me das otro?- preguntó Mikasa pasando su lengua por la pequeña herida y haciendo una mueca debido al tacto caliente de su lengua sobre esta.

Annie no respondió y se colocó sobre Mikasa apoyada sobre sus propias rodillas y con sus manos en los hombros de la pelinegra, acercándose lentamente y besándola de igual manera para que no le doliera el labio.

-¿Satisfecha?- preguntó Annie dejando otro pequeño pico para finalizar.

-No... Pero no puedo pedir más- Mikasa se encogió de hombros y sonrió sin mostrar los dientes, acomodándose su pelo hacia atrás con una sola mano, haciendo que Annie se caliente de inmediato.

-¿Te puedo hacer una pregunta?- Annie cuestionó.

-Ya me la hiciste- Mikasa se rió -si, podés.

-¿Cómo haces para ser tan tremendamente sexy?- preguntó sin vergüenza alguna, haciendo que Mikasa sonría de costado en una sonrisa pícara, mostrando sus pequeños indicios de colmillos.

-Lo mismo me pregunto yo sobre tí- Annie se mordió el labio ante la respuesta, haciendo que Mikasa baje su mirada a los mismos y se lance a sus labios. Besándola fuertemente, importandole muy poco su labio. Besó ávidamente sus labios, capturando ambos labios intercaladamente entre sus dientes y tirando de estos haciendo que Annie suelte pequeños gemidos debido al placer de tener a Mikasa adueñándose de su boca.

Annie se apoyó completamente en el regazo de Mikasa y dió un pequeño saltito al sentir la erección que se estaba empezando a formar dentro de los pantalones de Mikasa. A causa de su creciente excitación comenzó a frotarse contra el endurecido pene de Mikasa, haciendo que ambas giman debido al roce de sus intimidades. Mikasa llevó lentamente sus manos al trasero de Annie para hacer que su roce fuese más duro, Annie gimiendo ante el fuerte agarre de Mikasa en sus nalgas y la fricción.

-¡Mika... Dios!- Ymir había entrado sin tocar (como de costumbre) a la oficina de Mikasa, encontrando a ambas en una comprometedora situación.

-¡Boluda! ¡Golpea antes de entrar!- Mikasa y Annie se separaron avergonzadas, la rubia saliendo enseguida de encima de la pelinegra, sentándose a su lado y Mikasa agarrando un almohadón decorativo para colocarlo sobre su entrepierna tratando de ocultar su erección de la vista de Ymir e Historia, a quien recién veía.

-Ustedes no tendrían que estar haciendo esas cosas en tu horario de trabajo- Ymir se rió, agarrando a Historia tiernamente de la mano.

-Como que si vos no las hacés cuando Historia viene, hola Historia- Mikasa la saludó con la mano siendo correspondida por la rubia de igual manera.

-Hola Mikasa, hola Annie- las saludó la historia, siendo respondida por Annie y Mikasa con un movimiento de mano.

-No entiendo porqué Historia se fijó en vos, ella es educada y vos no- Mikasa dijo con la intensión de molestar a Ymir.

-Ella me quiere así de maleducada- Ymir se cruzó de brazos indignada por como la había llamado Mikasa.

-Ya dejá el drama, ¿Qué hacen acá?- Mikasa preguntó poniendo su mano en la cintura de Annie, quién seguía sentada a su lado.

-Venía a traer a Historia con Annie, ya que la recibí en la entrada, porque la recepcionista no la quería dejar pasar y de paso a saludarte ya que no te había visto en toda la mañana- Mikasa frunció el ceño ante lo de la recepcionista y miró a Annie.

-¿No te quería dejar pasar?- le preguntó aún con el ceño fruncido.

-Nop, ya que no me conocía, lo mismo me pasó con tu secretaria. Parece que se pusieron de acuerdo para trabar el paso- Annie le explicó.

-Luego daré un anuncio para que te dejen pasar a cualquier lugar sin problema, ahora, andá con Historia. Cuando terminemos las buscamos- Mikasa le indicó.

-Está bien, vamos- Annie se levantó arreglándose el short ya que se le había subido un poco con la situación anterior, mostrándole una pequeña porción de la parte inferior de sus nalgas a Mikasa. Quién obviamente mantenía su mirada ahí, hasta que se lo terminó de acomodar.

Annie e Historia salieron de la oficina de Mikasa, dejando a ambas mujeres de traje solas la oficina. Mikasa sacó el almohadón de su entrepierna y la miró.

-Vaya, que graan problema- Ymir rió, enfatizando el "gran".

-Callate cornuda, dejame en paz- Mikasa se levantó del sillón en un salto.

-Voy al baño- le comunicó a Ymir y se fue. Ymir se rió un rato más de Mikasa y sacó su teléfono para ver que tenía para hacer hoy y ver cuánto tiempo tenía libre para estar con Mikasa, se aburría demasiado estando sola, encerrada en su oficina.

Esperó unos minutos hasta que Mikasa salió del baño, viendo cómo salía y se sentaba en su escritorio para terminar su trabajo.

-¿Qué vas a hacer?- Mikasa le preguntó.

-No tengo mucho para hacer, así que me voy a quedar acá hasta que termines tu trabajo, así vamos a un bar.

-¿Quién te dijo que yo iba a ir?- Mikasa la miró dejando de escribir.

-Yo, cuando vengan las chicas, vamos- le hizo una seña extendiendo el dedo meñique y pulgar haciendo los restantes para adentro y moviéndola de un lado al otro.

-Qué mal que me caes- Mikasa rodó los ojos y siguió con lo suyo. Ymir le sacó la lengua en broma mientras se sentaba, aunque no la estuviera viendo.

Capítulo para la persona que me dijo que le daba risa leer esta historia a la madrugada y no se podía reír 🤙

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Capítulo para la persona que me dijo que le daba risa leer esta historia a la madrugada y no se podía reír 🤙.

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