Narrador omnisciente.
Habían pasado días y la relación de Mikasa y Annie cada vez era mejor. El día mañana Annie iba a conocer a la mejor amiga de Mikasa, Ymir, ya que ella y su novia vendrían a almorzar. Aprovechando que era un día domingo.
Ahora, ambas estaban acostadas en la cama de Mikasa, que ya se había vuelto de ambas. Ya que Annie dormía más ahí que la propia Mikasa.
Ambas estaban abrazadas, ya que antes de dormir habían visto una película de terror, ambas las amaban. Pero esta era especialmente traumatizante.
Mikasa abrazada a Annie desde atrás, con su brazo derecho sobre la cintura de la rubia y la mano de dicho brazo descansando en su abdomen. Annie colocó ambas manos sobre la que se encontraba en su abdomen.
—Buenas noches— dijeron a la vez.
—Buenas noches— se respondieron nuevamente a la vez, riendo debido a esto.
Ambas se durmieron abrazadas, había demasiada paz entre ellas. Al ser ambas demasiado calladas, no tenían necesidad de conversar, se entendían mediante el silencio.
A la mañana siguiente, Annie se levantó al sentir algo molestando en su trasero, levantando la cabeza y llevándola hacia atrás para ver que era. Sintió su centro palpitar al notar que era la erección mañanera de Mikasa, se preguntaba que habría soñado, ¿Ella tendrá algo que ver?. Sus pensamientos fueron interrumpidos al notar que la pelinegra empezó a moverse contra su cuerpo, simulando así embestidas ¿Qué carajos estaba soñando?. Soltó un pequeño gemido, para este entonces, su centro era una fuente. No entendía en qué momento habían llegado a este punto, sabía que ambas se atraían, era más que obvio. Se preguntaba cuándo sería el momento de dar el siguiente paso. Sabía desde el momento en que ella fue comprada por Mikasa, que esto pasaría, sabía que en algún momento tendría que obedecer a la pelinegra. Sabía que Mikasa era amable, pero también sabía que tendría un lado dominando y despiadado, por algo era que había querido comprarla.
Annie salió de sus pensamientos al seguir sintiendo los movió de Mikasa en su parte trasera, el pene de Mikasa había quedado atrapado entre sus nalgas, provocando que su rostro enrojeciera y largase un gemido debido al roce que se creaba entre ambas partes.
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Mommikasa
FanficMikasa estaba harta de sentirse sola, de modo romántico. Así que tomando un consejo de su mejor amiga, decide conseguirse alguien a quién mimar y querer. Exacto, una babygirl.