Narra Ana:
Llegué a la oficina y comencé a revisar las fotografías de la escena. Había sangre en el piso, su cabeza estaba girada inhumanamente. Una persona promedio no lograría hacer esto de forma tan sencilla. Todo indica que el asesino quiso hacer parecer que todo fue un suicidio, aunque el golpe pudo haber sido mortal al impactar el suelo, pero no fue la causa claramente.
La noche anterior decidí buscar alguna pista o un evento extraño sobre su familia y di con lo que quería, pero es una noticia muy triste. Hace algunos años atrás, la familia sufrió un acontecimiento bastante duro. La pequeña niña de tan solo 9 años desapareció misteriosamente del lugar. No fue encontrada y a las pocas semanas, la familia se mudó hasta donde ahora viven.
Me siento mal por la niña, no por la familia. Es algo demasiado extraño que de una noche a otra la pequeña se fuera sin rastro. Pediré el informe para poder ver el caso con más detalle y ver si se puede vincular de alguna forma.
La puerta estaba cerrada y la cocina a medio limpiar. Revisé su habitación intentando encontrar algo que pudiera ayudar a saber exactamente qué le sucedió, pero no encontré nada extraño. Solo era la habitación de una joven normal. Sus amigos hablaron con ella con tranquilidad como cualquier día.
Viajé desde la oficina hasta el lugar de los hechos tratando de darme una idea de qué pasó y me encontré con unos niños husmeando en el lugar.
- Hey niños, no pueden estar aquí, está prohibido - dije.
- ¡AAAAAAH! ¡La policía! ¡Corran! - gritó uno de los pequeños mientras los otros corrían detrás. Miré el lugar.
- ima, ¿qué te pasó? - suspiré.
- Yo sé qué le pasó, señorita... - dijo un pequeño acercándose a mí. Me puse a su altura.
- ¿Y qué le sucedió? - pregunté acariciando su cabello.
- Fue el monstruo - dijo el pequeño
frunciendo el ceño y confundida me pregunté. ¿Será que presenció un acto de violencia?
- ¿Cómo es el monstruo? - pregunté.
- ¿Lo llegaste a ver lastimando a Ima o a alguien más? - lo observe.
- El monstruo lastima a cualquiera que lo vea a los ojos... se arrastra por el lugar... buscando a quien lastimar - dijo y limpió sus lágrimas.
- Me vio... tengo miedo... no quiero que me lastime - procedió a decir y soltó en llanto. Lo abracé.
- No... tranquilo, no te sucederá nada, estás a salvo , Necesito que me des más información de ese monstruo para poder protegerte mejor - dije.
Esa persona debe haber quedado inmóvil en algún sitio, quizás se lastimó intentando huir de su crimen.
- ¡Takashi! No molestes a la oficial con tus historias - dijo una mujer tomándolo del brazo.
- No son historias, mamá - dijo el pequeño llorando.
- Ya para niño mimado vámonos!, lo siento señorita - dijo la mujer. "
- Espere! Me gustaría poder contactar con usted de nuevo, el pequeño puede ser de gran ayuda - insistí siguiéndola.
- Déjeme a mi y a mi hijo en paz, no necesitamos chismes, además este mocoso no sabe lo que dice - dijo y se lo llevó. Suspiré
bien, por ahora tengo un plan. Quizás esto no es lo más prudente para una oficial de criminología, pero ese niño puede ser de gran ayuda. No hay más testigos, la familia no habla, es mi única pista. Así que me adentré al coche y seguí a la mujer hasta su hogar. Salí del auto al verla entrar, observé la hora, 1:48, es casi hora de volver a la oficina.
- Bien, tengo su dirección, volveré mañana de nuevo - dije.
miré la casa detalladamente cuando observé por la ventana pude ver al pequeño viéndome a través de esta. Le sonreí un poco para tranquilizarlo ya que lloraba. Me preocupé al ver que su rostro cambió drásticamente a uno de miedo y su cara se volvió pálida para después ser alejado de golpe de la ventana y emitir un grito ensordecedor. Con el corazón a mil corrí hacia la puerta y comencé a golpearla.
- ¡Abra la puerta! ¡Necesito verificar la seguridad del infante! - grité y empujé la puerta y esta se abrió. La empujé violentamente y subí al cuarto del pequeño.
- ¡Takashi!, cariño!, soy la oficial, ¿dónde estás?, sal, estarás bien, haré todo lo que pueda, lo prometo -
comencé a buscar por el cuarto esperando encontrarlo. Miré bajo la cama, en el baño, dentro del armario, en cualquier rincón donde pudiera estar pero no había rastro de él niño. ¿Pero cómo? No hubo el tiempo suficiente para poder escapar con el pequeño, con el pesar en mi corazón tuve que regresar a la oficina para dar aviso al jefe y mis compañeros.
Takashi ha desaparecido.
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¿QUÉ LE SUCEDIÓ A IMA?
Terror¿Estás listo para adentrarte en una investigación escalofriante? Únete a Ana, una criminóloga de México, mientras investiga el extraño caso de la muerte de Ima, una estudiante japonesa de tan solo 19 años. La familia está destrozada por la repentina...