Tu fuiste una cachorra a la que la vida quiso ponerle obstáculos para que no fuera feliz. Luchaste por tu amor y por tu felicidad y siempre te decidiste a no dejar que te arrebataran lo que mas amas.
Ahora, tienes que hacer frente a los nuevos probl...
Sofía: Por decreto de el Rey de las Sirenas Can... -dijo una cachorra de Husky, vestida con un vestido y una capa negra con detalles en amarillo que llegaba hasta el suelo, y las puntas de sus patas de color negro-. Debido a la traición mostrada, serán ejecutados por los RageRunners de su majestad...
Liberty: *Agonizando* RageRunners...? q-qué diablos es eso...? -jadeó viendo a Max en patas de Jacob y Oliver-.
Abigaíl: Nosotros, somos los RageRunners. Asi nos llamó la tribu de Sirenas Can cuando arrasamos su reino. Significa... (Cazadores de demonios) en la lengua de esas Sirenas Can...
Liberty: P-por... por qué... hacen esto..? -preguntó mientras miraba como asesinaban a Max-.
Jasper: Porque ustedes traicionaron la confianza de mi padre... y deshicieron nuestra familia sin derecho alguno... -dijo tomando un pedazo de vidrio-. Ahora, nosotros haremos lo mismo... -dijo mirando como sus hermanos y hermanas incendiaban el lugar-.
Liberty: P-perdón... -dijo llorando mientras Jasper le cortaba la garganta con el pedazo de vidrio y la veía ahogarse con su sangre-.
Sarafina: Hermanos... no tenemos tiempo -dijo flotando una Husky mientras le arrancaba la placa al cadaver de Max-. Padre nos espera para destruir la academia de policía, y hacer justicia por nuestra madre... -dijo jalando el collar de Liberty, arrancándoselo-.
Angela: Nuestra hermana tiene razón -dijo cerrando el libro de Luzbel-. Es hora...
???: Paciencia hijos míos... paciencia... -dijo un Can adulto entrando entre las llamas-.
Jacob: Padre... -dijo el joven can inclinándose junto con sus hermanos mientras le entregaban las placas de Max y Liberty-.
Liberty: Gh... gg... Z-Zenaku... ahg... -dijo ahogándose mientras lo miraba-.
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Zenaku: Adiós... Liberty -dijo viendo como daba su ultimo suspiro y moría-.
Los ojos de los que antes eran los cachorros de Zenaku y Everest, tenían los ojos rojos y amarillos. La razón de esto es simple. Zenaku llevaba colgando en su cintura, un libro nuevo, e, cual era una combinación de todos los libros de la colección prohibida. El mismo lo había forjado, y con el, controlaba las emociones y la mente de sus hijos.
En otras palabras... los había vuelto esclavos de su sed de venganza. Y no había nada que pudieran hacer. Ellos hacían lo que fuera la voluntad de su padre.
Zenaku: Es hora de ir a matarlos a todos -dijo mientras salía con sus hijos en los vehículos del cuartel que estaba en llamas, dirigiéndose a la academia de entrenamiento-.
