Capitulo 4: Mi Amor... Vas A Ser Papá

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Era de noche en el cuartel y los cachorros estuvieron viendo una película en el centro de mando. Al terminar de verla, todos se fueron a dormir menos Everest, quien con Zenaku, siempre iban a ver las estrellas antes de dormir. Everest estaba tan distraída que no se había dado cuenta de que Zenaku aun no llegaba al cuartel, y es que Everest estaba muy nerviosa ya que Katie le había dicho el día de hoy que ella estaba Embarazada. Tenia miedo de que Zenaku no estuviera de acuerdo con esto y así siguió pensando sobre como decírselo. Despues de todo... ¿Cómo le dices al Can que amas que estas embarazada y que va a ser papá?

Nuestra pequeña Husky seguía pensando en como decírselo y seguía pensando en si Zenaku estaría de acuerdo con tenerlos, hasta que vio desde arriba a un grupo de personas en traje negro con detalles dorados, trompetas, violines y guitarras acercarse al cuartel junto con 2 cachorros. Al principio no supo de quienes se trataban, pero poco a poco la imagen se fue haciendo mas clara y al final pudo ver a su amado junto con Tracker y junto a aquellas personas, quienes empezaron a acomodarse abajo del balcón mientras que Everest veía la escena algo nerviosa y con una sonrisa, sin saber de que se trataba

Zenaku: Mas te vale que funcione Tracker -dijo mientras miraba hacia el balcón donde estaba Everest-.

Tracker: Tranquilo My friend. En mi país es muy común declarar sentimientos así -dijo mientras se ponían en posición-.

Zenaku: ¿Y en serio tengo que vestir de negro y este enorme sombrero que es 10 veces el tamaño de mi cabeza? -preguntó tocando el sombrero-.

Tracker: I told you que this is a traje de Mariachi y que le estas dando una serenata. Por supuesto que debes de vestir asi amigo.

Zenaku: Si me dice que no, te asesino -dijo nervioso mientras el grupo comenzaba a tocar-.

**PONER LA CANCION DEL VIDEO SI ASI LO DESEAN**

Hoy ya no se escriben cartas para enamorarse

Hoy ya las flores no se ven

¿Dónde ha quedado aquél romance...?

En cuanto Everest escuchó la música, miró hacia abajo para ver de donde venía, hasta que vio a Zenaku y a los mariachis tocarle desde la entrada del cuartel.

Ya no existen los poemas para conquistarse

Ahora se mandan solo mails

Ya nadie entrega chocolates...

Pero me niego a renovarme, es mí manera

Te lo confieso que quisiera...

Everest se sonrojaba mientras veía y escuchaba por el balcón, que por suerte, al no estar cerca, no se notaba su sonrojo.

Amarte a la antigua

Entregarte mí vida

Llenarte de rosas, cantarte canciones, pintarte caricias

Amarte a la antigua

Robarte sonrisas

Tomarte la mano, abrirte la puerta, escribirte poesías

Me Enamoré De Ti: ExtinciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora