XIV: Acuerdos

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La historia contada para mezclar los recuerdos de ambos condes fue simple, Sebastián Michaelis fue quien se encargó de eliminar a los padres de Ciel Phantomhive por lo que su venganza sería dirigida a su propio mayordomo, Sebastián sintió que se había pasado de la hora de la cena por lo que era de vital importancia alejar a las molestas arañas que se encargaban de molestar su comida.

Por otro lado, ___ decidió que seguiría a su joven prometido donde fuera que fuese para poder protegerlo de aquellas personas que hicieron tal cosa con tal de obtener su alma, Ciel estuvo de acuerdo, después de todo él mismo sabía que extrañaría a esa niña si ella no estaba a su lado.

Llegaron a la mansión, Ciel siendo cargado por Claude Faustus fue llevado directo a la que sería su habitación temporal mientras que Hanna se encargaría de llevar a la joven ___ donde sería su propia habitación, en el trayecto todo se mantuvo en silencio, hasta que llegaron a su destino.

─ Hanna... ¿puedo hablarte sobre algo? ─ las dos se miraron por un tiempo antes que la nombrada cerrara la habitación con seguro y se acercara a la más baja.

─ ¿Qué es lo que desea hablar la señorita conmigo?─

─ Seré directa... ¿Quieres el alma de Ciel Phantomhive?─ la más alta negó.

─ solo deseo el alma de mi amo... Alois Trancy─

─ Entonces ¿Por qué?─

Las dos hablaron durante un largo tiempo hasta que al final llegaron a un acuerdo, ___ no interferiría en nada de lo que Hanna hiciese siempre y cuando esto ayudara en el objetivo de ambas y no dañase al conde Phantomhive.

La mañana llegó, la encargada de la preparación de Black no fue más que Hanna quien la ayudó a vestirse, además de preparar el aperitivo antes del desayuno mientras que por otro lado quien ayudó a Ciel con todo aquello no fue más que Claude, durante todo el proceso el demonio de ojos dorados trató de convencer al más pequeño de que rompiera el contrato contra Sebastián e hiciese uno nuevo con él, Ciel no estuvo del todo de acuerdo pero Faustus dijo que podría tomarlo con calma y que no olvidase que de quién debía vengarse era un demonio, una existencia mucho más fuerte que un humano.

Ambos niños bajaron para desayunar y todo pasó tranquilamente, ___ se comportaba como siempre lo hizo y molestó en algunas ocasiones al joven conde quien se molestaría o sonrojaría ante la sonrisa inocente de la más baja.

─ ¿Podemos ir al jardín?─ inquirió la de cabellos negros mientras miraba por la ventana y por un segundo observó a Hanna quien solo asintió.

─ bien─ respondió el mayor y se levantó para tomar de la mano a la joven y llevarla hacia los jardines a la vez que la ama de llaves los seguía lentamente esperando alguna oportunidad para acercarse al del parche.

Ambos pasearon por el jardín en silencio, en una de esas ___ se alejó para recoger algunas de las rosas del jardín lo que hizo que Ciel se quedara pensativo recordando aquellos momentos que pasó con Sebastián lo que hizo que se enojara aún más, esto provocó que comenzara a golpear las flores del jardín con molestia, fue en este momento que Hanna decidió acercarse para poder parar el comportamiento del joven quien accidentalmente la golpeó, ___ miró en la lejanía y dejó que las cosas fluyeran, ambas mujeres necesitaban que Ciel confiase en la de cabellos blancos para así poder separar el alma de Alois y Ciel de una vez por todas.

En otro extremo de Londres, Sebastián se encontraba peleando con los trillizos quienes tuvieron una derrota aplastante y perdieron la vida bajo la guadaña de cierto shinigami de cabellos rojos, poco a poco se iría deshaciendo de todas aquellas molestias que perturbaron su cena.

Entre la Tierra Y El Infierno [Ciel Phantomhive Y Tu] [FINALIZADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora