Entre la Tierra Y El Infierno [Ciel Phantomhive Y Tu] [FINALIZADO]

IV: Esa sirvienta Investigadora

 La mañana empezó y en la mansión Trancy las noticias comenzaron a circular, aun así todo se mantuvo en silencio para el público y los cadáveres esparcidos fueron limpiados y enterrados, nada de esto debería decirse o se haría un gran problema.

Entre los sirvientes se hablaba de la posibilidad de que el Conde Trancy hubiera provocado a alguien o a una organización muy poderosa que ahora quería cobrar venganza.

Por otro lado, el Conde se encerró en su habitación mientras castigaba a sus sirvientes por haber dejado que sus niños preciados fueran arrebatados, poco le importaba lo que hubiera pasado con sus guardias o lo que decían los sirvientes, total serían silenciados pronto, solo le enojaba que alguien pudiera arrebatarle lo que era suyo.

─ ¡Si algo así ocurre de nuevo perderán sus vidas! ─

En la mansión Phantomhive, sin embargo, todo era tranquilidad y __, cómo cada día se alistó y recogió su cabello en una coleta como era habitual, tras aquello se miró en el espejo y sonrió para sí, estaba muy contenta con su trabajo y sin darse cuenta ya había pasado un mes entre sus labores en la mansión y cuidar de Ciel como solía decirlo en sus pensamientos. El día empezó y ella comenzó a hacer sus labores diarias.

Ya en la hora del desayuno una carta había llegado a la mansión, ____ con prisa llegó al comedor y sin esperar nada la entregó en manos del Conde quien se disculpó y fue directo a su despacho, Sebastián fue con él y ___ de la misma forma fue llamada.

Tras leer el mensaje, el joven Conde lo único que hizo fue pedir a su mayordomo que hiciera una investigación sobre aquellas misteriosas desapariciones en torno a niñas de once años que habían estado ocurriendo en las últimas semanas, luego con la misma seriedad de siempre le pidió a su sirvienta que prepara las maletas pues partirían a la mansión de Londres esa misma tarde [...]

Una vez llegaron a su destino pasadas las cuatro de la tarde, el joven Conde se hallaba leyendo un informe minucioso acerca de todas aquellas niñas que simplemente desaparecían sin dejar un rastro y luego de dos semanas volvían como si nada, era un caso extraño y obviamente preocupaba a la Reina quien terminó pidiendo a su perro guardián que encontrara al culpable de aquellos hechos.

En el informe figuraban los nombres e información de diez niñas y algo que llamó la atención por completo del Phantomhive fue que todas tenían algo en común, obviamente la edad, segundo: algunas características físicas como por ejemplo el color de cabello, todas tenían el cabello negro y ojos del mismo color, esto le resultó familiar y bajando los papeles de su rostro se encontró con su fiel sirvienta quien estaba acomodando los almohadones de la sala y terminó por estornudar, todas esas niñas eran muy similares a ella excepto por el color tan desigual de los cabellos de la niña, tercero y último... todas habían desaparecido durante las fiestas dadas por los nobles.

- ¿Pasa algo joven amo? - preguntó la pequeña fémina al darse cuenta que su jefe le estaba mirando de una forma un poco (demasiado) fija.

-No, no pasa nada- respondió tratando de hacer alguna conexión ¿Podría ser que el responsable fuese alguien que conociera a ___? ¿Ella podría estar en peligro? Realmente no podría estar seguro hasta que diera con el responsable detrás de aquellos secuestros.

-___- llamó a lo que aludida dejó su trabajo y miró al Conde con curiosidad – ¿Tienes algún enemigo o un familiar? - la niña lo miró confundida.

─Todos murieron ─ respondió con frialdad - ¿Por qué? -

- Olvídalo - suspiró dejando los papeles de lado y ___ no pudo evitar mirarlos, se sorprendió un poco.

- Comprendo que podría pensar que puede que algún familiar me esté buscando, pero de verdad murieron, lo vi frente a mis ojos – desvió la mirada un poco incómoda – la única forma de saber quién está detrás de esto es que termine dando conmigo o que lo encontremos antes ─ sentenció dejando los papeles en la mesa central y volteando la vista hacia el mayordomo que estaba entrando con un carrito que transportaba el té y algunas masas ─también tengo curiosidad si realmente me están buscando ─