Entre la Tierra Y El Infierno [Ciel Phantomhive Y Tu] [FINALIZADO]

II: Esa sirvienta, novata

___ caminaba detrás de quien ahora sería su superior, sus ojos observaban cada detalle de la mansión con bastante curiosidad, era como si con solo observar pudiese saber exactamente qué había sucedido con el anterior Conde Phantomhive, de un momento a otro paró de golpe tras chocar con la espalda del mayordomo, se sobó la nariz tratando de aliviar el leve dolor que había ocasionado y miró a un costado para poder ver que había ocurrido para que pararan de ese modo.

Frente a sus ojos estaban tres personas, un niño mayor a ella de cabellos dorados y unas horquillas en color rojo vestido de jardinero, una mujer de cabellos rojizos con enormes lentes vestida de sirvienta y un hombre de cabellos rubios vestido de chef, por último, un hombre mayor de baja estatura con una taza al estilo japonés en manos, de inmediato supo que ellos eran los otros sirvientes de la mansión.

-___, ellos son Finnian, Mey Rin, Bard y el señor Tanaka, tus compañeros- presentó el mayordomo a estas cuatro personas y la aludida se acercó e hizo una reverencia a modo de saludo, una de las tantas cosas que se habían pegado a su forma de ser durante sus viajes.

-será un honor trabajar con ustedes- habló.

-ah~ es muy linda- habló Finnian mientras los demás asentían -puedes llamarme Finny-

-será bueno no ser la única mujer en la mansión- respondió Mey Rin entusiasmada.

-será muy divertido trabajar contigo pequeña-

-Jo, Jo, Jo-

-bien, si es todo, comencemos con las labores matutinas-

Si se preguntan, era muy temprano en la mañana, antes de siquiera la hora de despertar del joven Conde por lo que tras las presentaciones respectivas cada uno se fue a hacer su deber correspondiente [...]

-Nos tienen- habló Bard mientras miraba unos cables cortados.

- ¿Ratas de nuevo? - respondió Mey Rin sentada en el suelo mirando al rubio mayor.

-Había escuchado que hay una plaga de ellas en Londres, pero pensar que llegaron a un lugar tan alejado como este...- un pequeño ratón pasó corriendo delante de los tres sirvientes, quienes a su vez se sorprendieron.

Finny, de forma veloz se levantó y tomó una estatua del corredor donde se hallaban y sin pensarlo dos veces lo lanzó hacia aquel pequeño ratón.

- ¡YA TE VI! - gritó con fuerza y el objeto pasó delante de los otros dos sirvientes. Un estruendo se escuchó en toda la casa.

-Huyó je, je-

- ¡No me digas je, je! ¡¿Intentabas matarnos?! ¡Idiota! -

El ratón terminó huyendo horrorizado por el alboroto.

- ¡Por ahí! - alertó Finny.

- ¡No lo dejemos escapar! -

En una habitación cerrada se encontraban siete personas jugando al billar, sin duda alguna el escándalo de afuera no pasó desapercibido por los invitados del Conde Phantomhive.

-Es muy ruidoso, parece ser que aquí también hay ratas- habló un hombre mayor de cabello castaño, con anteojos y un traje de color vino a la medida.

- ¿Cuánto más va a dejar que esos animales que andan en la basura y esparcen plagas hacer lo que les plazca? - preguntó un señor robusto al tiempo que comía un emparedado y miraba en dirección del Conde.

- ¿Hacer lo que les plazca? Tal vez los está dejando a propósito- secundó un hombre rasgos asiáticos.

-eso es cierto, él siempre apuesta a un solo tiro ¿Pasa de nuevo? Conde Phantomhive-