Selfless Love [Reeditada y resubida] ~Terminada~

Trigésima parte, Selfless [FINAL]

I wait my turn

I waited for a century
Waste my breath, no lessons learned
I turn and face the enemy
I'm not scared, just don't care
I'm not listenin', you hear?
He's never there, I don't care
I can't tell you what and where

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Después de aquella noche no supe más de Casablancas, ni de los chicos, ni de nadie que tuviera que ver con esa parte de mi pasado. Por algunas semanas después de esa última noche no pude hacer nada más que llorar ante el inmenso vacío que su partida había dejado en mi alma.

Supe que había tomado la decisión correcta cuando me enteré que Julian había comenzado a salir con una modelo o algo por el estilo, sus fans aún me buscaban e intentaban mandar mensajes, aunque mis redes eran privadas ahora. Los mensajes que recibía eran variados, algunos me rogaban que volviera con él, ya que su aspecto y su trabajo habían desmejorado notablemente y otros simplemente me culpaban por lo mismo.

Supe, también, que no había dado un solo show sobrio en meses y que eso había puesto en juego a la banda, también supe que Ryan le rogó a Patrick que volviera a incluir a Julian en el programa, cosa que Patrick obviamente rechazó y no me hizo saber hasta que Ryan intentó contactarme a mí personalmente, suplicando que le diera otra oportunidad a "su muchacho".

Muchas cosas habían cambiado en mi vida desde aquel incidente, había dejado el alcohol casi por completo ya que, gracias a mi terapeuta, me di cuenta que cada vez que caí en los juegos de Casablancas había alcohol de por medio, había retomado mi empleo de manera activa y decidí continuar con el programa de asistencia donde a menudo recibía cuestionamientos por parte de mis clientes respecto a como todo inició con Julian, incluso había intentado salir a algunas citas, sin mucho éxito, ya que sinceramente tenía un gran problema con el compromiso.

-Enero 2022-

Todo en mi vida parecía retomar el orden y la paz que algún día conocí. Había pasado poco más de un año desde aquella huida y aunque aún había noches donde extrañaba los cálidos brazos de Julian, había logrado sobrevivir al huracán que fue su paso por mi vida.

Me encontraba ordenando algunas cajas de cosas a donar en mi casa, cuando un pequeño objeto brillante llamó mi atención, al mirarlo con más detenimiento me di cuenta que era aquel dije que Casablancas me había regalado. Lo sostuve unos segundos entre mis manos, hasta que fui sacada del trance por la voz de Nell.

- ¿Qué haces con eso? - preguntó fastidiada -Tíralo de una buena vez...estoy convencida que tiene una maldición-rio.

Rodé los ojos.

-No tiene una maldición- reí junto con ella -Solo lo miraba, no recordaba lo bonito que era-

-Tíralo o véndelo...no lo necesitas más-

-Supongo que no- dije al tiempo que lo guardaba en la bolsa de mi pantalón.

Continuamos limpiando despreocupadas por horas, sin poner atención al mundo que corría con la velocidad de siempre a nuestro alrededor. Organizábamos caja tras caja de baratijas y ropa que ya había cumplido su propósito en mi vida, era increíble la forma en la que todo lo sucedido me había enseñado a dejar ir.

Al terminar nos recostamos en el suelo de mi sala de estar a contemplar el tiempo pasar, simplemente disfrutando la compañía mutua. Pero, la tranquilidad no dura para siempre ¿o sí?

La pantalla de mi teléfono se iluminó con un mensaje, uno que jamás esperé.

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