Sombras de Luciérnagas ✭☽ Jelsa ☾✭ (Cancelada)

❅ Capítulo 34

No podía creer todo lo que me había contado Ryan. Me senté al pie de un árbol y abrace mis piernas.

- ¿Te sientes bien?.- Negué con mi cabeza, en realidad no me sentía nada bien. Jack fue torturado y todo para saciar la sed de sangre de ambas brujas. Pero en mi cabeza rondaba esta duda ¿Por qué lo hacen? ¿Por qué terminan la vida de inocentes sólo para verse jóvenes? ¿De qué les servía?

La pelirroja poso su mano en mi hombro.

- Tranquila Elsa, ahora Jack ya no sufre. Ya no es torturado ni nada de eso.- La mire y trate de sonreír, pero pareció más a una mueca. Me levante y limpie mi pantalón de la tierra.

- Tenemos que seguir.- Comente logrando la atención de todos. - Encontraremos el templo Érebo. Después haremos pagar a esas brujas el daño que hicieron.- Todos me observaron pasmados, esa no era yo. Ahora soy alguien valiente, decidida. Hiccup dio un paso en frente.

- Estoy contigo.-

- Yo también.- Comentaron los demás al mismo tiempo. Sonreí, ahora todos estamos como un equipo.

Íbamos a proseguir nuestro camino, pero el ruido de unas pisadas nos sacudieron. Las pisadas se aproximaban, yo les hice a los demás un ademán de que se callaran.

De la nada salieron dos siluetas, ellas se dirigían a nuestra dirección. Cada paso que daban era un latido de mi corazón, estaba bastante nerviosa. Aquellas siluetas se acercaron lo suficiente como para reconocer sus rostros, pero en cambio sólo reconocí un rostro y era Eugene. La otra persona no pude identificarla, era alguien nuevo. Parecía de mi edad y su apariencia era igual a la de Ryan, ojos de un color azul oscuro, cabello castaño, sólo que este chico es adolescente.

- ¡Oigan!- Grito un feliz Eugene. Se aproximaba a nosotros con los brazos abiertos. Todos estuvimos entre brazos, exceptuando Frank y Ryan, que no entendían la situación.

Un carraspeo nos interrumpió. Voltee sobre mi hombro y era aquel chico.

- Ha, chicos.- Dijo Eugene, hablando como sí se le olvidará algo. - Él es Carl, él me ayudo a salir del Orfanato.- El chico vestía de un abrigo azul marino y unos pantalones de mezclilla.

- Sí, hola.- Contesto cortante. ¿Qué le pasa a este chico?. - Ahora tengo que ir a llevar a cabo mi venganza.- No sorprendería que Carl prepare una venganza, viendo su actitud tan fría.

- Oigan.- Dijo Eugene y todas las miradas se posaron en él. Nosotros éramos los espectadores. - Sólo les comentaré esto.- Dijo y sentí como tragaba su saliva, ¿Por qué estará tan nervioso? - Carl es un espíritu.-

¿Qué en este bosque habitan todos los espíritus? Di un suspiro. Al parecer él se extraño por nuestra calmada actitud.

- ¿No están asustados?- Se atrevió a preguntar, preparado para escuchar una respuesta de nuestra parte, o al menos eso pienso.

- No, Eugene.- Le respondí con una sonrisa. - Ellos dos.- Dirigí mi mirada a Frank y a Ryan. - también son espíritus.-

Frank y Ryan dieron un pequeño saludo, seguido de presentar sus nombres.

- Vaya...- Exclamo Eugene. - Este lugar está invadido por espíritus, uno de diez años, otro de quince y el último de veinte.- Soltó una sonora carcajada.

- No es gracioso Eugene.- Interrumpió a su espontanea carcajada, Carl. Eugene calló. ¿Enserio estaba obedeciendo a ese amargado?

El ambiente era realmente incómodo.

- Sólo...- Interrumpió Mérida. - Sólo hay que avanzar.-

- ¿A dónde?-Pregunto Eugene.

- Estamos ayudando a Frank a encontrar el templo Érebo por que...- Pero fui interrumpida