Dazai Osamu ex miembro de la
PorfMafia se encuentra delante de un nuevo reto, la paternidad, podrá hacerse cargo de una pequeña vida mientras evita a la Mafia y ayuda a la Agencia Armada de Detectives.
También podrá detener a la nueva organización q...
El castaño se encontraba mirando las estrellas mientras cargaba a su hija, quien dormía en sus brazos.
- Es cómo la noche en qué nos despedimos - murmuró para sí mismo, recordar aquel día aún le causaba dolor, pero ahora era diferente.
Tras detenerse delante de una tienda no pudo evitar recordar los primeros días que solo eran ellos dos.
- Ya deja de llorar - dijo el castaño mientras arrullaba a la pequeña en brazos, están sentados en una banca y el trataba de darle aquel frío biberón.
El castaño recibía algunas miradas de desaprobación, un chico tan joven con una maleta, una pañalera y un bebé llorando no daba muy buena impresión.
En cambio, la bebé tenía hambre y tenía el pañal sucio, el castaño ya cansado entro a una tienda para arreglar el "asunto" de su hija.
- Buenas noches joven - dijo un anciano al ver al castaño, se veía desesperado y la bebé que no paraba de llorar.
- Disculpe podía usar su baño - dijo tratando de calmar a la bebé con desesperación, el hombre solo miro al joven y le hizo una señal para acercarse.
- Joven es muy tarde para que estés con tu hermana aquí afuera por qué no pasas al interior y descansas un poco para después volver a casa- dijo mientras señalaba la puerta de descanso de empleados, el castaño estaba harto pero no sabía qué hacer.
- Agradezco su preocupación, pero solo necesito cambiar su pañal y conseguí un lugar para pasar la noche- dijo un poco irritado, el anciano lo dejo pasar y ayudo al joven con un biberón nuevo.
- Si lo deseas tengo una habitación libre en mi casa, puedes quedarte hay está noche - dijo con suavidad mientas cargaba a la pequeña, el castaño dudo, pero ya no tenía un lugar al cual regresar.
- Eso sería una molestia para usted - dijo con intención de hacer retroceder al mayor, pero este le dio una sonrisa mientras entregaba a la bebé ya dormida.
- Desde la muerte de mi esposa e hijo he estado solo y creo que su compañía me ayudaría mucho - el castaño recibir a la menor, era hora de cerrar y el castaño ya había tomado una decisión.
- Bien por esta noche estoy a su cuidado ¿señor? - pregunto el castaño algo sorprendido por la rapidez en la que calmó a la menor.
- Bunji - dijo con una gran sonrisa, el castaño ayudo al anciano el resto del turno.
El castaño salió de sus pensamientos al ver aquel local sin rastro de que esté en uso, ese día el anciano le había dado una mano.
- Me pregunto qué fue de él, si arreglo los asuntos con sus hijas - murmuró mientras seguía su camino, conocía esas calles a la perfección, vago por ellas durante mucho tiempo antes de entrar a la agencia.
A pesar del tiempo aún había lugares en los que estuvo viviendo un tiempo, aquellos lugares viejos y desastroso ahora eran tiendas, se había vuelto parte de la zona residencial.
- Las cosas han cambiado en tan poco tiempo - murmuró el castaño mientras entraba a una tienda siendo recibido por una mujer.
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