El joven albino despertaba en la cama de una enfermería, se sentía aturdido hasta que recordó su pelea con Akutagawa.
- ¿Dónde estoy? ¿Qué ha sucedido? - dijo el albino mientras revisaba su cuerpo, no tenía heridas, pero tenía aún marcas del encuentro.
- Ya despertaste - dijo la pequeña a un lado del chico, este se sorprendió al ver a la pequeña castaña mientras está coloreaba.
- Quien eres tú pequeña? - dijo algo nervioso al considerar que aquel chico los había secuestrado, la pequeña dejo los colores y dijo con firmeza.
- Soy un Shinigami y estoy aquí para llevarte por el shinto - la pequeña veía con seriedad al castaño, en cambio el chico albino no pudo evitar gritar llamando la atención de los miembros de la agencia.
- ¿Que sucede mocoso? - dijo el rubio al entrar a la enfermería, la pequeña comenzó a colorear de nuevo.
- Kunikida, tú también estás muerto - el rubio lo miro con confusión hasta que volteo a ver a la menor quien trataba de evitar la mirada del mayor.
- Kyoko que le dijiste a chico nuevo – Atsushi se tardó unos segundos en recomponerse al darse cuenta de la situación.
- Le dije que era un Shinigami - susurró la pequeña el rubio se acercó a la pequeña y pellizco las mejillas de la menor mientras comenzaba a darle un sermón.
- Veo que has conocido al miembro más joven de la agencia - dijo el castaño tras pararse a un lado del albino.
- ¿El miembro más joven? - pregunto el albino, Kunikida estaba cargando a la menor para acercarse a dónde se encontraba el chico albino.
- Así es mocoso, Kyoko discúlpate y preséntate como es debido - la menor solo sobaba sus mejillas levemente rojas e hinchadas.
- Lo siento mucho, solo quería jugarte una broma... Por cierto, yo soy Kyoko y tengo 4 años - dijo un poco más suave el castaño le dedico una sonrisa y el albino se encontraba algo confundido, pero aun así le regalo una suave sonrisa a la pequeña.
- Mucho gusto, yo soy Atsushi Nakajima - dijo el albino algo nervioso y con dudas de como una niña tan pequeña formaba parte de la agencia.
- No pienses mal Atsushi, ella es mi hija y tiene un poder algo especial - Dijo Dazai para tomar a la pequeña de los brazos de Kunikida y sobar suavemente las mejillas de su hija.
- Ya veo...- dijo el albino con más calma, pero está algo sorprendido, no esperaba que el castaño suicida tuviera una hija debido a su primer encuentro.
- Por cierto, mocoso, recuerdas que paso antes de que perdieras la conciencia - el albino parecía tratar de recordar hasta que la imagen de Naomi y Tanizaki aparecieron en su cabeza.
- ¡Cómo están Naomi y Tanizaki! - la pequeña se tapó los oídos al momento que el albino grito por el estado de sus compañeros y la culpa comenzaba a inundar su razón.
- No te preocupes Atsushi, Naomi ya se encuentra bien, Yosano la trato antes que a ti y Tanizaki - en ese momento un grito se escuchó en la habitación de alado, esto asusto al chico albino.
- Está siendo tratado por la tía Yosano - dijo la pequeña tras escuchar el grito y voltear a ver la puerta que llevaba a la otra habitación, cosa que sorprendió al albino, la pequeña no había mostrado ningún cambio en su rostro en ningún momento.
- Escucha Mocoso, ahora que has recuperado la conciencia necesitas tener más cuidado, se ha puesto una recompensa de 7 billones por ti - explico el rubio algo nervioso mientras revisaba su libreta.
- ¿Qué vamos a hacer? Ellos pueden venir por mí en cualquier momento - dijo el albino con la voz alta mientras Dazai trataba de tapar los oídos de su hija para evitar que la dejaran sorda.
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Un Amor Marchito - Soukoku
FanfictionDazai Osamu ex miembro de la PorfMafia se encuentra delante de un nuevo reto, la paternidad, podrá hacerse cargo de una pequeña vida mientras evita a la Mafia y ayuda a la Agencia Armada de Detectives. También podrá detener a la nueva organización q...