03: Despedida trágica

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Dazai se encontraba de compras junto a su pequeña hija y Sonoko, para el cumpleaños de la mayor trataban de hacer una fiesta sorpresa para Michiko.

- ¿Estás segura de que esto le gustará? - pregunto el castaño mientras revisaba la pequeña lista, sabía que la mujer amaría cualquier detalle que le dieran, pero la joven decidió hacer una fiesta sorpresa de todas las posibles opciones.

- Estoy segura de que le encantará - dijo con una gran sonrisa, era la primera vez que podría hacer algo por su madre.

A Dazai realmente no le importaba, aunque aquellas chicas siempre estaban con el solo las veía como una opción en caso de que deseara terminar con todo, es verdad él no tenía tiempo de pensar en su "próximo intento de suicidio" con las mujeres que siempre tenía cercas.

- Papá - dijo la pequeña mientras pasaban por un local, aquel donde vio a Chuuya la última vez, miro en busca de algún indicio del pelirrojo, pero no había nadie.

- Creo que está mirando ese sombrero- dice acercándose a la tienda y señalando un sombrero muy similar al de Chuuya con la diferencia de que la cinta a su alrededor era rosa

- Lo sé, andando aún hay que pasar por la tarta - dice con calma, aunque sabía que no lo encontraría por aquí no quiso arriesgarse.

Los tres pasaron una parte del día comprando todo lo que necesitaban para la pequeña "fiesta" y compraron aquel sombrero que la pequeña castaña quería.

- Es muy grande para ti - dice Sonoko quien veía a la pequeña jugar con el sombrero, Dazai preparaba la comida y el tiempo transcurrió de forma lenta hasta que llegó la noche.

- Dazai San, ¿crees que haya pasado algo? Ya es tarde y mamá aún no regresa - Dazai era consciente del horario y las actividades del día de hoy de la mujer.

- No lo sé, iré a buscarla, puedes cuidar de Kyoko mientras no estoy - Era ridículo dejar a su hija con una preadolescente, pero era mejor que llevarlas por calles solitarias buscando a una mujer.

- Si, por favor trae a mamá sana y salva - dijo un poco preocupada mientras cargaba a la pequeña niña, Dazai tomo un abrigo azul rey y sus llaves para salir lo más pronto posible.

Camino por las calles que solía tomar para regresar a casa, paso por varios sitios, Bares, restaurantes, tiendas de conveniencia entre otros, pero no lograba dar con ella hasta que llegó a un bar, se encontraba con un grupo de " hombres" que la incitaban a beber más.

- Disculpen caballeros, pero vengo a recoger a esta dama - dijo con sutileza tocando el hombro de la mujer quien lo volteo a ver.

- ¿Dazai, eres tú? - dijo con una voz entre cortada el castaño paso uno de sus brazos y la tomo por la cintura, olía demasiado a alcohol y no podía estar de pie.

- Y quien te crees que eres para llevártela muchachito - dijo un hombre grande, Dazai estaba lo suficientemente molesto, cansado e irritado para lidiar con esto.

- Soy su esposo - dijo cómo advertencia mientras sacaba un arma de su bolsillo, un arma que todos reconocían por pertenecer a la Porf Mafia y ser de alto rango, aquel sujeto Lo noto al instante, por primera vez le daba las gracias a Mori y se alegraba de haberla escondido en la entrada dentro de una caja decorativa.

Ambos dejaron ese lugar, tan pronto como salieron Dazai detuvo un taxi, mientras aquella mujer balbuceaba cosas incoherentes, Dazai no podía creer que está mujer que siempre le daba sorpresas tuviera un gusto por este tipo de situaciones.

- Dazai cuál es tu tipo de mujer – murmura la mujer mientas veía la luna llena, Dazai estaba muy molesto para responder, pero aun así mira a la mujer, el olor a alcohol era demasiado fuerte para su gusto y solo dañaba más el hecho de como veía a la mujer.

Un Amor Marchito - SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora