20: Tormenta

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La agencia era un caos, el castaño trataba de aclarar quién era el chico de ayer, pero la menor no había tomado muy bien la noticia del regreso de su "madre".

- No quiero! - grito la menor tras lanzar una pelota con su habilidad causando un gran hueco en las paredes, nadie quería intervenir, incluso Kunikida observaba la escena.

- Kyoko eres más inteligente que los niños de tu edad, por favor cálmate y hablemos sobre esto - trataba de negociar el castaño pero la menor no entraba en razón.

- Una mujer cualquiera que me abandono a los meses de haber nacido no puede ser mi madre - la pelota había pasado rosando por la cara del castaño dejando una marca en la pared, en cambio el mayor comenzaba a perder la paciencia.

- Kyoko Dazai baja todo en este mismo instante - dijo con firmeza el castaño, la menor bajo todo y entro a la enfermería sin dejar entrar al castaño.

- Si así es ahora no quiero imaginar cómo será en la pubertad - fue Rampo quien rompió la tensión en el lugar, en cambio Dazai solo regreso a su escritorio.

- Dazai-san, aquel hombre que apareció hace unos días es algún familiar de su madre - pregunto con inocencia el albino siendo empujado por los miembros de la agencia.

- Ella es su madre Atsushi - dijo el castaño agotado no esperaba está reacción de la menor.

- si ya han terminado de jugar deberían ponerse a trabajar, más tarde puedes aclarar las cosas con ella - dijo Kunikida mientras dejaba la información que había conseguido el castaño.

- Atsushi hoy eres el encargado de la primera misión de Kyouka no? ¿Por qué no llevan a Kyoko estoy seguro de que estarán bien su única misión es entregar el informe no? – dijo el castaño mientras le daba algo de dinero al albino y la mochila de la menor.

- Esta seguro de eso Dazai san? A Kyoko la atrapo la mafia antes y Kyouka está siendo perseguida por esta – dijo con temor el albino mientras tomaba las cosas del castaño con duda.

- Si algo llega a pasar y necesitas ayuda dile a Kyoko que jugaran al Otedama y ella sabrá que hacer – dijo mientras empujaba al albino hacia donde se encontraba la menor, el albino no tuvo otra opción.

- Si algo llega a pasar y necesitas ayuda dile a Kyoko que jugaran al Otedama y ella sabrá que hacer – dijo mientras empujaba al albino hacia donde se encontraba la menor, el albino no tuvo otra opción

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- La misión a fracasado – dijo la pequeña alado de Kyouka mientras le daba una paleta, la joven de pelo azul la tomo mientras daba suabes carisias en la cabeza de la menor.

- Ten, el jefe ya arreglo todo, es muy buen amigo del juez – dijo el albino mientras le entregaba una crepa a cada una de las menores, la pequeña agradeció al albino.

-, Todo iba bien hasta el apagón – dijo la menor con tristeza tomando por sorpresa al albino.

- Entonces la próxima ves entraremos por la ventana y entregaremos la información sin fuerza bruta – dijo la más pequeña, esas palabras sacaron una sonrisa en la chica, eso ayudo al albino quien aún veía con desconfianza aquel celular.

Un Amor Marchito - SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora