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Bitácora

Volviendo a la normalidad un poco. Fue un día bastante divertido.

Paso que llegaron un pequeño grupo de personas que nadie sabía quién era o que eran para que Wei Wuxian le enseñará sobre el cultivo demoníaco.

Fue divertido ver a algunos con carteles pidiendo que Wei Wuxian fuera su maestro.

Wen Qing y yo estuvimos viendo a la distancia, pensamos sobre esa gente tan rara.

Fue donde escuchamos un poco sobre los rumores que ya tenía, lo que me pareció muy divertido.

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-No recuerdo comer ningún niño- explica Wei Ying. -La gente está diciendo que si, que comer niños en salsa agridulce-

Wen Xu tenía cargando a su hijo.

-¿Que dices Wen Yuan? ¿Acaso el Tenebroso Patriarca Yílíng a mordido un bracito tuyo?- pregunto al mismo tiempo que pellizcaba los brazos de su hijo.

Wei Wuxian estaba trabajando con un nuevo invento, solo rió un poco.

-Ya no me agrada tanto la carne Wen Xu-

Wen Xu entiende, decide no meterse más en aquel tema.

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Otra cosa estuvo que secuestraba mujeres y seamos honestos, ve que secuestra una mujer lo veo muy, pero muy difícil.

Mira, no es que pensé mal en el, pero Wei Wuxian tiene cara de ser alguien que viste de blanco, pero su castidad es tal como las túnicas de la secta Lan.

Wen Qing y la abuela piensan lo mismo.

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Wen Qing está cargando a Yuan. Estaban en la ciudad de Yílíng, ambos primos estaban pensando seriamente sobre las acciones que deberían tomar.

A-Yuan estaba en los brazos de su tía, pues la médica tenía miedo que Wen Xu se le cayera y provocará un nuevo Wen Chao.

-¿Escuchaste? El Patriarca Yílíng secuestro a otra mujer- hablo una aldeana.

Los dos adultos se voltearon a ver entre ellos.

-Ya es la quinta de este mes, ese terrible muchacho ¿Cómo acabo así? Según lo que tenía entendido es que era un gran cultivador- un suave suspiro salió de los labios de aquel ladeado.

-Ya sabes cómo es la historia siempre, los mejores si no se tienen límites se convierten en lo peores-

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Estuve pensando en que la gente habla sin saber, el mientras veía como la abuela y algunas tías estaban bordando, era un tallado el sol Wen. Era una bandera que tenía un sello.

Es cuando pensé en una idea.

Atte. Wen Xu

El Diario De Wen XuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora