seis

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En el capítulo anterior...

—Claro, olvide que no lo sabían—Xanxus bajo lentamente el arma, viendo que la atención ya no la tenía de los niños—Vongola es... ¡Una mafia! De ahí las armas

El grupo entero, palidecio. El querido y esperado "décimo", era si un jefe ¡De industrias Vongola, no de una mafia!

—Oh... ¿Es así?—el moreno inclina la cabeza actuando sorprendido—Quien lo diría...

◜❁◝

¡Mafia! ¡Vongola era una mafia!
Los adolescentes podían casi vomitar de la impresión, pero lo máximo que pudieron hacer fue tener minis infartos y ahogar sus gritos en sus manos, y luego, de lo más normal, Dame-Tsuna se veía tranquilo con toda esa situación.
¿Que es que no lo veía? ¡Iban a darle regalos a un jefe mafioso!
¡Un joven de su edad siendo jefe mafioso!
Se habían metido en la casa de un capo, actuando alegres y sintiéndose los mejores por ser invitados a la famosa empresa Vongola, pero entonces ahora resulta que en realidad es una fachada y son gente peligrosa.

Ahora reconocían todos los signos, las vagonetas negras, el avión de lujo no era por nada, ni el puerto privado. No olvidaron las obvias personalidades peligrosas de Xanxus y su escuadrón, la cual, ellos creían que era indecorosa, pero en realidad calzaba con el tipo de personas que eran. Las armas, los trajes negros y los animales exóticos, bueno, todo se debía a qué eran parte de una mafia.

—Entonces debe ser un tipo peligroso—murmura su compañera de lentes

—¿Conocerlo será correcto?

—Debe ser un tipo muy capaz—murmuro una chica sorprendida

—Pero tranquilos, dame-alumnos, a pesar de que El décimo es un mafioso, empezó siendo un mero estudiante

—¿Y era un buen estudiante?—pregunta una niña interesada en qué el chico sea un genio. Pero Reborn le responde—En lo absoluto, era un dame, bueno, todavía lo es, solo que en ocaciones

Y los alumnos poco a poco se enteraban de más cosas del décimo, poco a poco su velo de ideales caía y se rompía; mientras unos se decepcionaba de la imagen del Decimo que aún no conocian, otros se interesan más por el joven jefe, sabiendo que ahora sonaba más humano con errores y defectos, pues podían tener una imagen más real de como sería cuando finalmente hiciera su aparición el día de su cumpleaños.

—A mi ya no me interesa tanto —Ishida se cruza de brazos molesto

—Entonces si ya no te interesa ¿Porque no tomas tus cosas y regresas a Japón?—ofrecio el moreno, más contento que nada por tener el primer compañero fuera de su visita hipócrita

—Pues a mí sí me gustaría trabajar aqui—declara alguien—¡Siempre hay vacantes en Vongola! —responde Tsuna a Tatsuki, y cuando ve el entusiasmo de su compañera, agrega—Muchas muertes, ya sabes—minimizo y esa normalidad asusto a los demás excepto a su familia— Así que Ishida tiene todo el derecho y la razón de querer irse

—...Espera ¿En serio?—Si, por supuesto— le sonrió, pero había malicia en el gesto —Aunque dudo que puedas irte. Es decir, ahora todos saben que Vongola es una mafia y lo normal sería que te maten antes de dejarte ir. No querrán que reveles su secreto—se encoje de hombros como si nada, mientras que todos los alumnos tienen rostros pálidos y de terror.

Tambien las caras y expresiones de su familia, hasta de Xanxus, cambio a ser una de intriga. No conocían a este Tsunayoshi astuto y atrevido.

—T-tu...¿Nos estás amenazando?—preguntaron incrédulos. Y es que, ¿Como su simple compañero dame les podía infundir ese tipo de temor? Claro, la pesadilla.

Feliz cumpleaños ¡Viajemos a Italia!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora