Feliz cumpleaños ¡Viajemos a Italia!

once

Pues nada, por ser cumpleaños de Tsuna y de Reborn público un nuevo capítulo uwu

El próximo capítulo llegará como habitualmente, cada diez días, el 20 de Octubre

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Cuando despierta siente un bulto en su pecho, siente familiar esa llama y cuando abre los ojos, efectivamente se trata de Natsu. Al parece, en su inquietud había liberado su caja arma y había dado la orden inconciente de que lo consolara.

Sin muchos animos y sorprendido de que su tutor no la haya llamado para despertar, y es que en realidad era  temprano cuando registro la hora en su teléfono, eran las 6 am; incluso sus compañeros que vinieron de visita no eran levantados a esa hora, al menos faltaban 2hr para descansar antes de otro día lleno de terribles turturas de los arcobalenos.

No tenían planes para ese día, o quizás ni tenía idea que planeaba su familia hacer con su grupo, él ya no estaba a cargo de eso, muy ocupado todavía con papeles por firmar. Ahora despierto y sin muchas ideas, baja a la gran cocina, toma algún bocadillo y se lo lleva a su oficina, todo acompañado por su Leoncito siguiéndolo por detrás. Recordó brevemente los regalos de ayer todos con la figura de Natsu y le pareció enternecedor tener ahora muchas cosas que le recordaran a su caja arma. Por otro lado, recordó todo el fiasco de su último regalo, el de Enma, no es que lo odiara, si no que seguía en conflicto consigo mismo. Y para olvidar justo eso decidió trabajar en su oficina hasta que viniera la hora del desayuno.

En compañía de su mascotita de llamas, tomo café con leche y empezó a firmar papeles, de ese modo se distrajo la mayor parte de la mañana pues todavía no tenía una respuesta a la confesión y siendo sinceros, todavía no quería ver a Emma, sin embargo lo extrañaba, extrañaba su presencia. Era muy contradictorio.

Suspirando, dejo la última hoja que firmó y con eso ya llevaba la tercera tanda de papeleos pendientes, ahora está libre y tenía hambre. Pronto tocaron a su puerta y entro a su vez, era su tutor dirigiendole una de esas miradas molestas.

—¿Que estás haciendo, Dame-Tsuna? Se supone que deberías descansar, ya más tarde te torturaria con el papeleo— termino reconociendo su intensiones oscuras.

—Pues...me levanté temprano y ya lo termine — responde temeroso acariciando a Natsu. Su tutor lo ve y alza una ceja— Salió por si solo...

—Baja que tus Guardianes te esperan para el desayuno...

Aparentemente el león del cielo seguiría activo, así que no se molestó en ocultarlo y bajo junto a él al gran comedor. De nuevo, sin muchos animos de ver a nadie, había ya suficiente ruido en su mente como para lidiar con el de su familia, quería más tiempo a solas para pensar.

—Hasta que se digna a aparecer el patrón...— piensa un compañero esperando finalmente poder desayunar en la mesa.

—Parece que te levantaste temprano...Tsuna— para sorpresa de los presentes, la chica azabache, Tatsuki, le comenta al jefe cuando llega—

Al moreno le da gracia ese gesto amigable, pero aún responde —Si, algo así

—¿Y ese Leoncito?— vuelve a indagar ante el cachorro en brazos de Tsuna—Es muy lindo

Es cuando notan, su jefe no se encuentra bien, actúa extraño y que Natsu este presente también es una pista

—Es mi compañero, se llama Natsu— le responde al momento de sentarse a la cabecera, mirando de reojo los asientos, parece que todos están ocupados y sin una cabellera roja a la vista— ¿Y Enma?— pregunta a pesar del temor, pero todavía sigue siendo su amigo.