Solo es rutina

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Build:

Las cosas prácticamente volvieron a la normalidad desde ese día. Mile no me hizo daño ni volvió a forzarme a nada. Claro, todo bajo sus condiciones. Primero, debía trabajar desde casa, sí, era un cautivo. Segundo, no podía salir sin él o sin pedirle permiso, decirle a dónde iba o con quién. Tercero, mi celular estará en constante vigilancia, cada que me llegaba un mensaje o recibía una llamada, él tenía que verlo primero. Cuarto y lo más importante, no podía mantenerme en contacto con Bible, para ello tuve que bloquearlo en el celular y decirle a Tong que hubo un mal entendido entre los tres y por la paz no quería que Bible se acercara a mí. La verdad es que lo extrañaba, echaba de menos sentirme protegido en sus brazos.

Los días eran tremendamente largos, preparaba el desayuno para Mile, luego él se iba. Yo trabajaba en mis dibujos y bocetos, a las once preparaba la comida para cuando llegara Mile. Mientras yo servía la comida, él se encargaba de revisar mis mensaje, llamadas y correos. Luego volvía al trabajo, yo limpiaba la casa, a Mile no le gustaba llegar y ver las cosas sucias, lo menos que quería era causar su enojo. Por la noche comíamos la cena y luego él volvía a revisar mi celular mientras yo debía darle masajes... Su día era bastante estresante y debía complacer a mi marido. Sí, al bastardo enfermo le gustaba que le llame así.

Muchas veces he pensado en pedirle que buscara ayuda, parece que algo en su mente se quebró y el hombre al que yo tanto amaba simplemente ya no estaba ahí, cada día era más y más consciente que ya no lo amaba.

Ahora me encontraba dándole un masaje a sus hombros mientras él estaba en la tina. Ya había terminado de revisar mis cosas y me felicitó como si fuera un cachorro. ¡Bastardo!.

- ¡Ah! Bebé, lo haces tan bien- cada vez que me decía bebé me daba arcadas, solo atiné a sonreírle. De un movimiento me jaló y me metió a la tina con él.

- ¡Mile, mi ropa!- estaba molesto, me mojó todo.

- Eso se puede arreglar, bebé. - depositó un beso en mi cuello y me acomodó a horcajadas sobre él- hace tiempo que no complaces a tu esposo.- metió sus manos debajo de mi playera, mordía mi cuello.

- M... Mile, por favor, no estoy listo.

Él se detuvo y me miró con seriedad.

- Build, ya te lo dije una vez, tú decides hacer esto por las buenas o por las malas, pero te advierto que por las malas te dolerá mas.

Cerré mis ojos con fuerza, solo debía dejarme llevar. Todo pasaría pronto. Me sacó toda la ropa y luego me penetró con fuerza, se sentía asqueroso, ya no había placer... yo lo odiaba.

- ¡Ah! Sssi, sí bebé. Que bien te sientes. Eres tan cálido. - sus estocadas eran fuertes y dolorosas, solo buscaba su placer. Luego de un rato terminó, seguimos bañándonos y luego fuimos a dormir, o por lo menos él. Yo solo lloraba en silencio. Mañana empezaría otro día, la misma rutina.

---@---

Preparé un buen desayuno para Mile, quería que su humor fuera bueno. Tres meses, tres jodidos meses habían pasado desde que me mantengo en este encierro, siento que me volveré loco si no salgo de aquí o siquiera ver a alguien. Y esa es la razón por la que quiero mantener feliz a Mile.

- ¡Wow! ¿Y este desayuno?- Entró a la cocina ya arreglado para el trabajo y depositó un beso en mi frente.

- Es solo que me levanté inspirado.

- mmm desearía que todos los días sean así.

- Bueno, tal vez sea así ya que lo nuestro está volviendo a la normalidad.- dije con una sonrisa fingida.- Bueno, pero empecemos a desayunar.

Las puertas del infierno que conectan al cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora