Build
Ya empieza otra nueva semana laboral, Mile es dueño de una constructora muy famosa en Tailandia y yo soy diseñador de modas, me apasiona bastante crear nuevas ropas para la gente, hacer nuevos estilos y que el público quede asombrado y maravillado con mis creaciones. Mile siempre me ha apoyado en mis sueños, aunque mis padres me dieron la espalda cuando se enteraron que era gay, Mile estuvo para mí todo el tiempo de depresión por la que atravesé.
Él me preparó el desayuno hoy, pero tuvo que irse temprano ya que lo llamaron de emergencia en su empresa, me asombraba la mayor parte del tiempo cómo podía estar a cargo de un negocio tan grande y no perder la cabeza, yo lo estimaba y respetaba mucho por eso.
Ahora me encontraba en mi estudio, donde hacía mis creaciones más grandes y más hermosas, mi asistente, Tong, siempre me acompañaba, aunque no habláramos solo estaba ahí sentado. Él solía ser alguien tranquilo y amoroso, pero cuando se enojaba tenía la boca más grande del mundo. Es lo que me causaba gracia de él, era mi amigo de la universidad, siempre me elogiaba por mis diseños y cuando tuve la gran y loca idea de abrir mi propia marca él y Mile estuvieron conmigo, aunque al principio fracasé y me sumergí en la depresión, ellos me animaron, aún más cuando quise intentarlo nuevamente y tenía miedo, ellos me empujaron.
Ahora me encuentro aquí, mi estudio de diseños es pequeño, pero me hace sentir bien tener este lugarcito, la gente viene y me pide que les haga diseños exclusivos y Tong y yo los hacemos. Es lo más reconfortante de mi trabajo.
— Tengo hambre- me dice Tong con una mueca y una especie de berrinche.
- A penas dan las diez de la mañana- le digo sin levantar mi vista de mi cuaderno de dibujo.
Tong a demás de ser mi mejor amigo es el glotón más grande del mundo.
- son las diez, sí, pero aún no he tomado mi segundo desayuno- ¿Acaso se cree una especie de hobbit para tomar un segundo desayuno?
- Tong, si sigues así terminarás engordando y vas a arrastrarme en eso.
Tong se puso de pie y fue al teléfono para pedir una pizza, ¡sí, una pizza a las diez de la mañana!, Yo solo alcance a menear la cabeza con resignación.
Pasaron 20 minutos y la pizza llegó, bueno no soy de piedra, así que comimos juntos haciendo una pausa al trabajo que teníamos acumulado.
- Cómo van las cosas con Mile, no lo vi rondando la oficina hoy- dijo Tong, él y Mile no se llevan bien. Mi novio es muy celoso y es que paso la mayor parte del día con Tong, además que mi amigo es muy cariñoso conmigo, creo que si no me abraza en los siguientes cinco minutos sería extraño.
- Si él pudiera estaría aquí- le dije- tenía una reunión urgente, parece que algo salió mal en Chiang Mai. La verdad no entiendo cómo puede trabajar con grandes números y no perder la cabeza en el intento. Además que apenas pude verlo en la mañana, porque salió corriendo de casa.- En cuanto terminé de decir esto él se abalanzó sobre mí y me dio un abrazo, sí, de eso les hablaba, es muy afectivo.
- Tranquilo Bubu, si él no te da el cariño que necesitas lo haré yo.
-Claro, lo tomaré en cuenta- le dije aguantando la risa y haciéndolo a un lado.
- No olvides que este fin de semana será mi fiesta de cumpleaños, no puedes faltar, y claro, puedes llevar a tu radiante esposo- dijo haciendo una mueca de disgusto.
- No lo olvidaré, además ya te compré el regalo más hermoso que jamás podrás tener.- le dije con una sonrisa en el rostro. Él solo me volvió a abrazar y se puso a limpiar todo para que continuemos con el trabajo.
El día había pasado rápido y ya era hora de cerrar, Tong se había marchado ya hace rato y yo solo estaba terminando algunos detalles en mis bocetos para el cliente que nos agendó una cita para la próxima semana.
Ya eran las nueve cuando terminé de revisar que todo esté en orden y que no dejáramos ningún equipo conectado. Cerré bien la puerta y me dirigí a mi auto, decidí pasar a comprar la cena, hoy me tocaba prepararla, pero no tenía ganas, así que compraré algo para que Mile y yo comamos.
Al llegar al departamento pude escuchar que Mile estaba en la ducha, me dispuse a ponerme ropa más cómoda y luego fui a poner la comida en platos, aún estaba caliente, así que fui al baño y toqué la puerta.
- Cariño, ya llegué- le dije a Mile, la puerta estaba cerrada- traje la cena, así que date prisa para que no se enfríe.-Está bien bebé, salgo en un momento- respondió, lo oí algo cansado, supuse que el día fue pesado para él.
Empecé a comer sin él, moría de hambre, luego de un rato apareció con un pantalón corto y una polera, su cabello seguía mojado. Fue detrás de mí y me dio un abrazo, refugiando su cabeza en mi cuello, inhalando mi aroma para que le de paz.
- ¿Cómo estuvo tu día?- le pregunté sonriendo y acariciando su cabeza
- No del todo bien- suspiró y se apartó de mi cuello, para luego sentarse en su lugar.- Parece que compraron materiales de mala calidad en Chiang Mai, tendré que viajar de emergencia mañana temprano, creo que tardaré en volver.
Realmente se veía agotado, tenía ojeras y parecía algo demacrado.
- No te preocupes, todo saldrá bien- le dije con una sonrisa, para luego levantarme e ir donde él para darle un masaje. Sabía bien lo difícil que era para ambos volver a Chiang Mai, después de que nuestros padres nos condenaran por ser gays tuvimos que mudarnos a Bangkok, la verdad es que no fue malo, pudimos surgir de nuestras cenizas como aves fénix. Uno apoyado del otro.
Empecé a llenarlo de besos en todo el cuello para que se sintiera mejor.
- Termina de comer y ve a descansar, yo limpiaré todo- le dije depositando un beso en su mejilla.
- Tengo una mejor idea para recargar mi energía- me dijo levantándose de su lugar para luego tomarme por la cintura y ponerme sobre la isla de la cocina, empezó con un beso suave y luego pasó a ser uno necesitado.
-M... Mile, te ves cansado, deberías ir a dormir- dije cuando él bajó a mi cuello, succionando esa área que tanto le gustaba, decía que desprendía una fragancia reconfortante para él.
- Una ronda, solo quiero un poco de ti, bebé. Prometo que luego no pediré más- me dijo mientras metía su mano a mi pantalón y me estimulaba.
- ¡ahg! Mile- ya no había marcha atrás, me bajó de la isla, me puso boca abajo de esta y empezó a preparar mi entrada.
-Bebé no puedo más, te necesito- su voz era ronca y podía notar su excitación, solo atiné a mover mi cabeza en forma afirmativa y eso bastó para que entrara en mí, primero lento para no hacerme daño y luego sus embestidas subieron más el ritmo. Lo que siempre me ha gustado de Mile es que no importa cuán necesitado esté, nunca me haría daño para saciar sus deseos carnales.
Nuestras respiraciones, jadeos y el sonido de nuestros cuerpos chocando eran lo que quebraban el silencio en la cocina, pude sentir que estábamos en nuestro límite cuando esa sensación dolorosa y a la vez reconfortante se formaba en la parte baja de mi cuerpo terminé manchando el mesón de centro y él terminó dentro de mí luego de un par de estocadas más, jadeantes por un momento nos dirigimos a la ducha y aún desnudos fuimos a dormir, el agotamiento era fuerte.
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Este es el segundo capítulo, espero que sea de su agrado.
La historia irá avanzando un poco lento, porque me gusta el suspenso, pero sé que les gustará.
Sin más espero que dejen su voto y sus comentarios.
See you! 😘🖤
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Las puertas del infierno que conectan al cielo
RomanceBuild y Mile son una pareja perfecta, lo tienen todo y no les hace falta nada, Build está viviendo en su propio cielo. Pero con el pasar de los días Mile ha cambiado, es una persona fría y hace daño. Buil está viviendo un infierno con el que creía q...