Supergirl & Luthor

7x05: Zod

Duraron varios días con el tema del djin, o genio de la quinta dimensión, resultó no ser una amenaza, tal como lo dijo él mismo. Decidieron dejarlo bajo custodia en la Fortress, así ninguno se sentiría sucumbido a los deseos de utilizarlo para sus propios propósitos. En cambio a Johnny Thunder le tocó un destino diferente, fue encarcelado por intentos de asesinato y robo, según Brainy, quien contactó a Clark para saber si tuvieron algún enfrentamiento lo negó, entonces determinaron que aquél hombre no pertenecía a Earth- Prime, sino en su momento a una Earth- 1 distinta. Ya sabían todo eso se debía a la crisis, cualquier villano, o superhéroe -esperaban más héroes que enemigos-, de otras tierras podría aparecer de repente, ya fuese en National City, Metrópolis, Star City, Gotham y Central City. Los motivos por querer poseer el medallón de Ácrata seguían siendo desconocidos, pero asumían que era por el poder de este y la facilidad de manipular las sombras a su antojo. Con el transcurso de esos días, Kara notó como Lena andaba cabizbaja, tanto así que su cita no se concretó, tampoco buscaba presionarla, sin embargo, le preocupaba desconocer los motivos de su tristeza.

Se hallaba en el DEO para darles una calurosa bienvenida a los nuevos reclutas de su hermana y J'onn, cada vez más aumentaban las solicitudes para ingresar a la institución, solo que esta vez usaban un truth seeker para asegurarse de sus intenciones. Emprendió rumbo al balcón, siempre le gustó como la ciudad se miraba desde ahí, reposó sus codos e inclinó su cuerpo para perder su mirada en el cielo estrellado y brillante. Se preguntaba qué podía hacer por Lena, quería comprender el motivo de su tristeza, le estuvo dando su espacio, almorzaban juntas en silencio y se despedían con un fuerte abrazo. Extrañaba el brillo que esos hermosos ojos verdes azulados le permitían apreciar, cerró sus ojos intentando escuchar lo que fuera y de pronto escuchó a un joven hablarle a alguien más.

-Mañana se cumple un aniversario de su muerte, Karl, necesito encontrar las flores perfectas para mostrarle mi pésame -como si fuera golpe en el rostro la realidad azotó su mente.

Abrió los ojos sintiéndose decepcionada de sí misma, -¿cómo pude olvidarlo? -, se recriminó entre sus pensamientos, olvidó que se cumplía un aniversario luptuoso de las madres que tuvo Lena, curiosamente ambas partieron el mismo día y mes. Salió volando de la organización sin despedirse, necesitaba buscar entre sus pensamientos una forma de disculparse con la CEO por no recordar esa fecha tan importante. El mejor regalo no podrían ser flores como ese hombre buscó, debía ser diferente y que le devolviera una sonrisa, o la oportunidad de recordar sus voces. Se detuvo en el punto más alto del cielo de National City sintiendo como el viento alborotada su capa y cabello, se volvió a colocar en la que tuvo etapa de pérdida, cuando creyó haber perdido a sus padres, o cómo perdió a Jeremiah y a pesar de estar peleadas, la ojiverde le brindó su apoyo con un libro. Recordó como en sus inicios Alex se encargó de construirle una habitación con el holograma de su madre. Ahí encontró su respuesta, si en Krypton podían grabar sus memorias a través de un cristal, ella podría hacer lo mismo con Elizabeth y Lillian, solo necesitaba encontrar una forma de recuperar sus memorias para crearles un holograma con el que Lena pudiera interactuar tal como ella con sus padres.

-Soy Kara Zor- El, estuve a punto de ser aceptada a mis trece años, como la más joven integrante del Gremio Científico de Krypton, puedo hacer esto -se autoconvenció con ojos cerrados, sería el mejor regalo que jamás le hubieran dado a Lena, la amaba tanto que arriesgaría su cerebro por lograrlo.

Voló cerca del penthouse para verla, quería asegurarse de que estuviera bien, se quedó flotando en el aire dándose cuenta que todavía no llegaba de L-Corp, cruzó sus brazos intentando concentrarse para buscar una solución rápida que la llevara a concretar su objetivo. Rascó varias veces su mentón analizando con sus rayos x, encontró en la encimera el libro de hechizos de su madre biológica, no estaba segura si le serviría para extraer las memorias vivas, pero no tendría nada que perder -excepto a una Lena enojada-. voló tan rápido que las cámaras y los sensores no pudieron detectarla, regresó a su sitio tomando entre sus manos con cuidado el libro, emprendió rumbo hacia la lujosa Mansión Luthor, agradeció que su nuevo traje detectara la kryptonita y se materializara solo, ese lugar seguía pareciéndole escalofriante. Cruzaba sus dedos para que Lillian haya escrito algún diario, o memorias, le sería muy útil si resultaran ser ciertas sus sospechas, porque una mujer como lo fue ella no dejaría perder su legado tan pronto. Invadió todos los rincones incluido el despacho de Lex, siguió por los escalones registrando todas las habitaciones intentando adivinar dónde se encontraba la de Lillian, una vez ingresó en ella registró con sus rayos x encontrándose un botón oculto en la fina mesita de noche, salió a la luz una libreta negra; tenía una "L" reluciente en su portada, sonrió satisfecha cuando encontró el nombre de la mujer escrito con una bella caligrafía, era su diario.