Límite ➳ KTH & JJK +¹⁸

8.

No había otra palabra para describir el viaje de regreso a casa, además de 'torpe'.

Para un extraño, ustedes dos deben haberse visto como extraños el uno para el otro. Taehyung caminó unos pasos por delante de ti, sin volverse ni una sola vez para ver si todavía lo seguías. La idea de retroceder lentamente y encontrar tu propio camino de regreso a casa había cruzado por tu mente demasiadas veces, pero tu miedo a su temperamento impredecible impidió que el coraje te dominara y simplemente lo seguías en silencio.

Querías preguntarle a dónde te llevaba. Ciertamente no era tu complejo de apartamentos, y por los giros y vueltas, estabas empezando a sentirte desorientada en tu propia ciudad. Iba a llevarte a un callejón oscuro y asesinarte.

Sí.

Ya habías preparado mentalmente un testamento en tu mente hasta que entraste en un vecindario desconocido con edificios de gran altura que se extendían hacia el cielo anaranjado. Esto definitivamente no se veía como un barrio bajo de mala muerte.

El topiario cuidadosamente recortado y los exuberantes jardines verdes pintaron el paisaje urbano generalmente aburrido y monocromático con una nueva explosión de color. Decorando cada esquina con restaurantes y cafeterías de moda en lugar de la tienda de conveniencia común que parecía asaltar las calles de Seúl. No había duda: Taehyung te había llevado al lado más próspero de la ciudad.

Querías maravillarte con el paisaje lujoso, pero tu cerebro dolorosamente poco refinado estaba preocupado por una cosa: ¿cómo ibas a llegar a casa?. Supusiste que deberías haber prestado más atención en la caminata.

Tus pies siguieron sin rumbo detrás de Taehyung mientras tus ojos se disparaban de esquina a esquina, intentando encontrar alguna piedra angular familiar que te diera una idea de tu ubicación general.

Antes de que te dieras cuenta, habías pasado puertas de bronce y entrado en un complejo extravagante. El portero se quitó el sombrero ante el adolescente distante que estaba delante de ti, y solo podías asumir que Taehyung te había llevado a su casa. Para un niño tan rico, ¿por qué tomaba el metro por la mañana?

- Taehyung, ¿vives aquí? —Preguntaste cuidadosamente, finalmente rompiendo el silencio entre ustedes dos.

- Más o menos. Está más cerca de la escuela, así que mis padres me permitieron quedarme aquí con un amigo.

Taehyung respondió, y sentiste que estabas empezando a tener una idea de su vida privada.

- ¿Tu amigo va a estar en casa hoy?

Querías tan desesperadamente que él dijera 'sí' porque por mucho que te gustara tu privacidad con él, sabías que nada saludable saldría de estar a solas con él, al igual que el increíblemente tenso viaje en ascensor que estabas teniendo en este momento.

El hombre no respondió, pero la comisura de sus labios se curvó en una sonrisa ambigua que hizo que tu estómago se revolviera por la incertidumbre.

- ¿Por qué me trajiste aquí?

Las puertas de vidrio se separaron, revelando una gran sala de estar, decorada con muebles en blanco y negro, llena de modernidad y opulencia. ¿Era así como se veía un palacio? Estabas segura de que estabas boquiabierta con bastante rudeza, pero no tenías idea de lo rico que era Taehyung. O al menos, lo ricos que eran sus amigos.

- Simplemente me dio la gana.

Finalmente respondió, brindándote una vez más la misma vaga respuesta que reflejó su anterior conversación contigo en la enfermería.

- Oh, Dios, ¿vas a llevarme a una espeluznante mazmorra sexual? —Soltaste, groseramente. No pudiste evitarlo. Todo gritaba 'motel de amor de gama alta'.

- ¿Qué estás tratando de hacer ahora? ¿Cincuenta sombras de Grey?

Un gemido escapó de tus labios y te alejaste de puntillas del chico que parecía estar haciendo todo lo posible por contener la diversión de tu imaginación salvaje.

Entonces lo escuchaste: la risa desenfrenada de Taehyung. Lo habías escuchado antes, por supuesto, pero eso siempre fue entre sus amigos. Frente a ti, nunca se comportó en voz alta o de una manera hiperactiva. Empezabas a pensar que su personalidad 'alienígena' era solo un mito, pero el sonido vivo de su voz que rebotaba en los altos muros de su enorme casa pareció cambiar la atmósfera tensa que te rodeaba y tus músculos tensos comenzaron a relajarse lentamente.

- Lamento decepcionarte, todavía está en construcción.

Bromeó, sacudiendo la cabeza, todavía incrédulo por tu respuesta anterior. Una pequeña sonrisa apareció en tu rostro mientras lo escuchabas y, vacilante, comenzaste a esperar que él estuviera bajando la guardia a tu alrededor. Tal vez hoy podrías llegar a alguna parte con él. Sólo podías desear.

- Honestamente, quería traerte aquí para otro desafío después de lo que pasó en la tarde —comenzó Taehyung y miró al suelo mientras hablaba.

- Pero luego te vi a ti y a Jungkook divirtiéndose juntos. —Hizo una pausa, como si estuviera tratando de armar una frase adecuada.

- Siempre supuse que salía contigo para molestarme, o porque era demasiado amable para ignorarte como yo lo hice. Supongo que realmente no te conozco en absoluto.

Jugueteó con las mangas de su chaqueta y finalmente levantó los ojos para mirarte. En ese momento, podías ver destellos débiles de culpa que brillaban en orbes marrones.

Tu anticipación comenzó a aumentar y apretaste los labios en silencio, reprimiendo tu deseo de quedar boquiabierta ante su repentina epifanía.

- Entonces, ¿deberíamos realmente llegar a conocernos? —Preguntó, su voz profunda aumentó de tono haciéndolo sonar un millón de veces más lindo de lo que ya era.

- ¡S-sí! —Prácticamente gritaste, demasiado ansiosa por tu propio bien.

En sus ojos, debes haber parecido un cachorro expectante porque una sonrisa amable sin precedentes se curvó en sus labios mientras estudiaba tu expresión. 

Hizo un gesto hacia la mesa de café al lado del balcón, indicándote que te unieras a él. Sin dudarlo, hiciste lo mismo y te sentaste frente a él mientras tratabas de calmar las palpitaciones inquietas de tu corazón. Este era el desarrollo por el que estabas orando. Una simple charla con Taehyung, sin ningún contacto innecesario. Tu suerte aún no se había acabado, al parecer.

- Um, entonces, ¿cómo deberíamos hacer esto? —Preguntaste mientras la incomodidad se agitaba en tu pecho.

- ¿Deberíamos... hablar?

La interacción social nunca fue tu fuerte. La amistad en la escuela nunca requirió planificación, solo sucedió orgánicamente con el tiempo. Esto era todo menos natural, era forzado y no sabías cómo acostumbrarte a la situación extranjera.

El apuesto chico apoyó la barbilla en la palma de la mano y dejó escapar un suave tarareo mientras reflexionaba sobre las opciones.

- Hagámoslo interesante. —El propuso.

- No haré nada que implique desnudarme.

Rápidamente agregaste como seguro. Si mencionara algo de esa naturaleza sórdida, te irías tan rápido que habría pensado que eras Flash.

- Necesitas sacar tu mente de la cuneta. — Levantó una ceja y sacudió la cabeza con incredulidad.

Eso viniendo de Taehyung fue todo tipo de ironía. Pero te lo guardarías para ti.

- ¿Qué tal si simplemente jugamos un juego de verdad o verdad? Ya que alguien es demasiado cobarde para los desafíos.

Reflexionó, burlándose de tu falta de valentía. Claramente sabía cómo envolverte alrededor de su dedo meñique porque tan pronto como desafió tu fortaleza, sabías que tenías que mantenerte firme.

- Por favor, no me subestimes.

Esta debe haber sido una oración que habías repetido demasiadas veces frente a él. Como si lo esperara, una sonrisa juguetona inundó su cálida fachada y fue entonces cuando supiste que habías caído en su trampa. 

...

(nota del autor): Perdón por este capítulo de relleno, Pero el próximo capítulo probablemente se lanzará muy pronto.