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Sakura era una manipuladora.
Sasuke tenía muy presente ese hecho irrefutable cada vez que hablaba con ella o tenía contacto con su persona. Alguien como Sakura no era fuerte físicamente; no, ella era alguien mental que sabía muchas formas para hacer que la gente cayera fácilmente en la meta que se planteaba.
Lo supo en el momento que la atrapó evitando sus entrenamientos con Kakashi y torpemente explicó que estaba herida de una pierna; ese mismo día fue la chica quien corría junto a Naruto hacia Ichiraku por algo de ramen. Ella se aprovechó de su empatía para engañarlo.
Lo dejó pasar, no era muy necesaria en los entrenamientos y a decir verdad lo llegaba a irritar cuando no podía con asignaciones tan simples para él.
Otra de las veces en los que descubrió está habilidad fue en una de sus tantas misiones fuera de la aldea mientras buscaban a un criminal entre las calles de la aldea de la hierba. Sakura era lenta, así que iba a una distancia considerable del ladrón. Él lo perdió de vista en un cruce de callejones y el alboroto en la calle hermana lo hizo correr hacia allí.
Ahí, estaba Sakura Haruno haciendo una reverencia al ladrón mientras lo ayudaba a juntar las cosas que robaba. Él apretó sus dientes, dispuesto a zarandear sus hombros para preguntarle cómo demonios se ponía hacer eso en medio de una misión, pero la visión del hombre perdiendo los estribos con la torpe chica lo hicieron soltar el aire que llegaba cuando la agarró del brazo.
Sakura actuó rápidamente y colocó un Kunai contra su yugular, perdiendo esa expresión aturdida y miedosa; ahora se trataba de una determinada satisfacción la que se mostraba en su rostro mientras obligaba al hombre a arrodillarse para atar sus manos con una cuerda en medio de un pequeño círculo de personas.
La manipuladora alzó su rostro cuando lo miró de pie ahí, escondiendo su estado atónito con las cejas fruncidas.
Sonrió brillante:—. ¡Mira Sasuke, lo encontré!
Esa sonrisa de manipulación estaba destinada a qué se sintiera orgulloso de ella por alguna razón, y él cayó.
Asintió cuando llegó a ella, y pateó al hombre en el estómago cuando intentó zafarse:—. Lo que hiciste fue algo estúpido, Sakura.
Su sonrisa se borró de golpe y sabía que era para generar en él algo de empatía:—. Pero-
—Este idiota pudo estar armado y tú no contemplaste eso. Solo te lanzaste contra él sin importar nada más. —La imagen de ella siendo degollada con la enorme navaja que sacó del bolsillo del hombre en ese momento lo enfureció y se la mostró:—. ¿Lo ves?
Todo el ánimo que iluminaba su humor se desvaneció y en su lugar, se ganó un labio inferior tembloroso por su regaño.
La chica asintió con ojos muy brillosos:—. Yo creí que no tenía nada peligroso con él en ese momento. Solo lo vi corriendo con las cosas robadas y-
