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Cuando el profesor de historia: Kakashi Hatake, lo emparejó con Sakura Haruno supo que solo él entregaría el proyecto de investigación.
Sasuke Uchiha tenía un pensamiento simple: eres algo o no lo eres. Yen definitiva, una chica guapa que formaba parte de los populares y era... superficial, no hacía proyectos de investigación cuando podía sonreírle a uno de los chicos nerd del curso hermano y estos lo harían ¿Porqué? Porque era Sakura Haruno.
Pero claro que ella era tan inteligente como para competir contra él en el cuadro de honor.
Esa chica era demasiado consiente del efecto que tenía en las personas, y le gustaba hacer de chica humilde que no acepta esa ayuda, o simplemente era demasiado amable como para hacerlo.
Escuchó su voz en el asiento trasero, dónde convenientemente se sentaba.
—No, gracias. El profesor asignó ya los equipos. —contestó a alguien con esa voz tan suave y agradable.
Pinchó su lápiz en la hoja del cuaderno, poniendo los ojos en blanco detrás de sus gafas de marco negro.
—Podemos decirle al profesor que queremos estar juntos. Siempre lo hacemos así.
Reconoció la voz de Sasori Akasuna, el chico "atractivo" de la clase, el capitán del equipo de básquet.
—Uh-...lo siento. Para otra será. Mi pareja es Sasuke.
—¿Quién?
Ahí va. Pensó, disgustado. Sasori era el tipo de persona que silbaba en su dirección tratando de hacer que perdiera los estribos, que lo enfrente para tratar de humillarlo.
Sasori jamás iba admitir que aún estaba enojado con él porque cada vez que emparejan a los alumnos, Sakura y él quedaban primero, al menos en la clase de Kakashi.
—Sasuke. —respondió ella como si fuese obvio:—. ¿No tienes un entrenamiento al que debes ir o algo? —añadió.
El Uchiha miró por encima de su hombro, notando que Sasori murmuraba algo acerca de su estúpido horario y se iba después de un incómodo abrazo con la chica.
Sasuke comenzó a alejar su mirada del perfil de Sakura, pero sus ojos se encontraron y como se temió, los de ella se iluminaron cómo siempre lo hacían:—. Oye tu.
—Hey. —contestó, disgustado consigo mismo por su necesidad de chismes.
Algunas chicas pasaron, saludándola y ella hizo lo propio con una linda sonrisa de labios llenos con brillo. Estás fueron a Sakura como si fuese un imán y empezaron una charla, olvidándose de su existencia.
Bufó, mirando al pizarrón.
Sasuke Uchiha era el tipo de persona que no estaba en el foco de atención jamás, porque no lo quería, nunca lo buscó y nunca le tocó ser ese foco para alguien. Estaba a salvo entre sus libros, horas de entrenamiento en el gimnasio especializado de artes marciales mixtas que su padre manejaba, ya que era el negocio familiar, y su gato Konan. Sin embargo, la cosa con Sakura Haruno es que jamás lo ignoraba, siempre estaba ahí.
