HyeriEscuchaba voces, personas susurrando a mi alrededor sin embargo no los podía ver, es como si estuviera en algún lugar recónditos del mundo o de mi mente.
Estaba obscuro, frío, solo y yo tenía miedo; miedo de lo que podía pasar mientras yo estaba en ese lugar.Comencé a correr dándome cuenta que mis pies comenzaban a mojarse debido al agua. Una gran cantidad estancada en ese lugar, que sólo hacía que viera mi reflejo. Aquel reflejo en el que mi cuerpo se encontraba lleno de manchas de sangre, manchas que fueron ocasionadas unas horas antes o tal vez años. En verdad no lo sabía.
Me veía a mi misma, demacrada y llena de marcas que de por vida me iban a perseguir. Tal vez me odien por ser tan repetitiva sin embargo, les sugiero que escojan bien su camino y no cometan tonterías como yo lo hice. Uno se arrepiente con el tiempo.
Sentía que ya no iba a despertar, sabía que estaba en un sueño, inconsciente o en coma. No tenía idea de cuánto tiempo había pasado pero lo que sí sabía es que estaba sola en ese lugar.
Seguí caminado y por un momento sentí una ráfaga de aire por mi espalda la cual estaba descubierta. Gire mi cabeza dándome cuenta que ahora mismo me encontraba en aquel orfanato en donde había crecido.
Ahí estaba yo, la pequeña Hyeri de cinco años con felicidad en sus ojos a pesar de no tener una familia que la cuidara. Despreocupada de la vida y siguiendo adelante sin importar que; algo que era demasiado distinto a lo que soy ahora.—!Mamá! —sabía quién estaba detrás se mi y de tan sólo pensarlo, mis lágrimas brotaban de mis ojos— mira hice este pastel para ti
—Pero que sabroso se ve ese pastel, ¿Segura es para mi? —asintió con una sonrisa en el rostro— muy bien pequeña traviesa, es hora de darte un baño
—No, no quiero bañarme, así estoy bien. Me bañare hasta mañana. —recuerdo perfectamente aquella acción que hice, un lindo mohín que le sacó una carcajada a ella— no es broma mamá
—Oh no, debes de darte un baño, tus amigos ya lo hicieron es tu turno. —y pico mi nariz con ternura—
Recuerdos lindos que tenía y que inundaban mi memoria cada que podían. Recuerdos que simplemente eran parte de mi, pero como siempre pasa, nunca duran ya que tres años después, todo terminó.
Creí que tal vez tendría una familia y podría quedarme ahí para siempre, pero el orfanato cerró debido a la muerte de mi "madre". Los adeudos con el banco y varios acreedores eran lo que nos sacó de ahí, a mi y otros niños.
Lastimosamente yo no conseguí una familia para la fecha estimada y comencé a trabajar aún si tuviera con ocho años. Limpia vidrios, recoger basura, realizar entregas. No me importo que servicios infantiles me buscara, yo no quería que me devolvieran a un orfanato donde ella no estuviera.
—Oye mocosa, toma tu paga. —un poco de dinero y algo de comida para subsistir— gracias por mi pedido
Debía admitir que había días buenos y malos. Personas crueles y groseras al igual que personas amables y agradecidas.
Pasé años trabajando hasta que la conocí a ella. Song Yuqi a quien considero mi hermana y mi mejor amiga. Sus padres eran demasiado amables que hasta me adoptaron y colocaron su apellido en mi nombre.
Agradecía demasiado aquello, dejé de trabajar y pude asistir a la escuela aunque hubo burlas de por medio debido a mi baja calidad de estudios. Pero no fue un problema cuando tu amiga es la mejor del instituto.Después de tantos años, entré a la universidad y ahí fue donde todo se vino abajo. Mis estudios, mi reputación y mi vida, tan solo de haberlo conocido a él. Kim Taehyung.
De nuevo aquella ráfaga de viento sacudió mi espalda, gire mi vista hacia ese punto y más recuerdos invadieron mi vista. Cada golpe, mirada de celos, amenazas, tirón de cabello. Sentía que sucedía en ese mismo instante.No sabía cómo habíamos llegado hasta ese punto de la relación y sabía que no era normal.
Yuqi había salido del país en el tercer año de universidad y fue cuando comenzaron mis pesadillas.
La llamaba cada noche, incluso si era de madrugada. Pidiendo consejos o incluso solo para desahogarme, después de todo sus padres estaban en China y no podía decirles que tenía un novio golpeador. Me decía que tomara fotos de mis heridas, golpes, mechones de cabello arrancados. Todo podía servir de algoCon cada día que pasaba tenía más miedo de él, no contestar los mensajes, hablar con compañeros de clase e incluso de terminar. Pero me armé de valor aunque el miedo recorrerá mis venas, y decidí pedir ayuda a alguien que conocía para que le diera la noticia a él de que habíamos terminado mientras yo empacaba mis cosas para volver a China.
Y ese día fue cuando sucedió mi pesadilla de todos los días. Terminé en el hospital de gravedad, el juez no lo encerró y cuando Yuqi regresó tuve la oportunidad de huir a Shanghai y quedarme ahí varios años.La visión de esos recuerdos desapareció y de nuevo sólo escuchaba mis pasos en el agua mientras me abrazaba a mi misma. ¿Cuando terminaría esa pesadilla? ¿Algún día podré superar mi miedo o simplemente debía vivir con ello?
Sabía perfectamente que debía seguir adelante sin embargo el miedo constante de que algo me pasara y nadie supiera me daba escalofríos. Tenía miedo de ser asesinada, de no volver a ver a Yuqi, a sus padres, a Soyeon, Jeno e incluso a Nakamoto.Me había encariñado con todos ellos, porque todos me habían ayudado incluso sin saber mi situación. Aunque Nakamoto en algunas ocasiones se comportaba como un idiota, me ayudó aquella vez en el avión y debía agradecerlo.
Me dí cuenta que no todos son malas personas, solo es cuestión de aprender y reconocer cuáles valen la pena y cuáles no.El reflejo de luz en el agua me hizo caminar hacia esa dirección, sentía que no era nada malo y mi intuición estaba en lo correcto.
El destello me deslumbró unos segundos y poco después abrí mis ojos lentamente encontrando a Yuqi en el hospital a mi lado y llorando de desesperación.—Y-Yuqi~ —gracias al cielo me escuchó y pude sentír su alegría al verme despierta—
—¡Despertaste! —sollozo abrazando mi mano y mirándome a los ojos— ¡doctor! ¡Mi hermana despertó! —hermana, era como su hermana—
Y sabía que había vuelto por que aún me quedaban razones para vivir..........

ESTÁS LEYENDO
Working with the devil [Nakamoto Yuta]
FanfictionTrabajar para la mejor revista de moda de la ciudad es algo maravilloso, hasta que te das cuenta te conviertes en la esclava personal del mismísimo diablo. Subir, bajar, correr de una lado a otro e incluso trabajar en un puesto que...