Mi tierna Zero

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Era la noche de halloween y todos los conocidos decidieron hacer una fiesta, la casa del juguetero fue decorada por los más jovenes y los mayores cocinaban la cena. Se oían risas por toda la casa, en la sala común, junto al fuego, Kate servia unas tasas con café y Rogers se brazaba a Nataly como un niño.

Jane llevaba 2 tasas en una mano y Jeff caminaba junto a ella con bocadillos, ambos hablaban seriamente sobre algo hasta que fueron interrumpidos por Pauly que entraba corriendo en un abrazo sobre Jeff
A sus espaldas llegaba Liu con Sally de la mano.

Frente a la chimenea otros 3 calentaban sus espaldas, Rouge, Jack y Nina se sentaban de espaldas al fuego mientras jugaban con cartas.

Otros más iban y venian por los ambientes con comida y bebidas para los que descansaban. Afuera Tim fumaba viendo a los niños correr por la calle disfrazados de todo tipo de cosas, eso le pareció gracioso y dejo escapar una sonrisa.

-Son bonitos no? - Ann llegaba de un costado oscuro de la entrada con una joven de blanco. Como madre e hija a la fiesta.

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En los tejados Cross y otros descendían al hogar para calentarse en el interior.
No es necesario aclarar que todos los invitados vestían ropas normales y cómodas a excepción de los más jovenes.
Sally tenia un disfraz de conejo y Ben solo una mascara de Leon con su cara sobresaliendo de las fauces como si fuera devorado. En tanto Nina tenia un buzo decorado con estrellas y un broche que simulaba una pequeña luna, Jack le acompañaba con un pin en forma de sol sobre su ropa manchada en estrellas diminutas, ambos de ropas oscuras eran como una noche en un vistazo al espacio.

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A unas cuadras de allí Puppetter caminaba con su paso relajado junto a Zero que iba más calmada de lo usual.

Aveces era dificil pero tanto Zero como su contraparte normal Alice podian coexistir sin sufrir un colapso y en esta ocasión era Alice quien caminaba felizmente por las calles vestida de perro ovejero.
Era una de las pocas veces en que podria disfrutar de ser una niña y pedir dulces, no se sentía muy a gusto con Puppetter junto a ella pero él insistía en acompañarla. Y en tanto ella pudiera divertirse estaba conforme.

Para Puppetter ver a Zero correr emocionada por las calles, hablar con otros y jugar con la cola de si disfraz era algo enternecedor...
Aunque el sabia muy bien que no era ella quien se divertia pero ver a la persona que tan atrapada tenia su atencion hacer tales cosas era un espectáculo casi único.

Luego de pedir dulces en varias casas y correr de un lado al otro Puppeteer le dio aviso que debían asistir a la fiesta.

-Pero me estoy divirtiendo y Zero detesta ir a fiestas.

Optando la postura de un adulto Puppeteer se acercó a ella y tomo sus manos.

-Recuerda que me prometiste dejar a Zero luego de recoger tantos dulces como pudieses en todo un día.
Ya está anocheciendo y debes volver a dormir.

-Pero- Comenzó a quejarse Alice. -Solo unas horas más. Síiiiiiii?

Los amarillos ojos del titiritero le observaron y Alice intento mantener la expresión más tierna que pudo lograr.

-...

No podía con tanta lindura, pues tal actuación era lo suficientemente provocadora que si no fuera por que en ese momento era Alice quien le hablaba y no Zero. Se hubiese abalanzado sobre ella para ahogarla en besos.

-Solo si me dejas ver a Zero por 5 minutos.

-Y podremos seguir pidiendo dulces hasta media noche?

-Sí.

-Lo prometes?

-Sí.

-Promesa de meñiques.

Ambos cerraron el acuerdo enlazando sus meñiques.
Entonces el sonriente rostro de Alice cambio de expresión sin parpadear, en cuanto lo hizo se miro a si misma  extrañada.

-Qué? Qué mierda traigo puesto?- Su forma de hablar indicaba claramente, era Zero. -No me digas que para esto me pidieron cambiar de lugar? Mierda! Y tú cómo diablos aceptaste esto? Suficiente con la cena a la cual nos invita- Puppeteer le arrastró a un lado de la calle, caminando apresuradamente entre la gente, directamente a un espacio no tan transitado.

La acorraló con sus brazos, ocultandola con su cuerpo y allí mismo la beso.

-Qué Mm...- Un beso cerro sus labios.- Tú- Otro más- Deja- Su palabras fueron ahogadas por la boca de su compañero a cada intento de emitir sonido.

Estaba atrapada en la pasión de Puppeteer quien sostenía su cintura con fuerza y había aprisionado su nuca para no permitirle separarse ni un centímetro.

Sentía como su rostro se calentaba y su corazón latía con fuerza.
No quería admitir que estaba disfrutando del apasionado beso pero tras varios cambios de posturas acabo por rendirse y dejar que él hiciera un desastre con su boca.

En cuanto comenzó a sentir la falta de aire pellizco con fuerza las mejillas de él. Al fin fue liberada, Puppeteer suspiró aliviado y Zero jadeaba con expresión molesta.

-Tú idiota!
Retorció sus mejillas fuertemente.
-Acaso quieres asfixiarme?!

-No hay tiempo.

-Qué?

-Alice me dio solo 5 minutos contigo.

-Esa niña tonta! Y tú solo querías hacer esto?!

-Llevo horas como niñero. Estás vestida tan adorable y verte actuar tan linda y alegre.- No pudo continuar.

Zero le miró sorprendida al notar un ligero tono rojizo en su rostro, era la primera vez que veía un rubor en el semblante de Puppeteer.
Esto hizo que ella misma se ruborizara y ante la vergüenza se apresuró a tapar los ojos que le observaban.

-Eres un bicho raro. - Intento sonar enojada pero estaba enormemente feliz por algo tan extraño.

Su corazón podria estallar en cualquier momento pero prefería morir a mostrarle lo roja que se había puesto.

Puppeteer no respondió pues ahora era a él a quien besaban y al separarse la voz de una niña le llamo.

-Oye, ya has sido 5 minutos. Déjame ir.

En cuanto destaparon sus ojos vio la cara de Zero ser cambiada por la expresión tranquila de Alice que comenzaba a impacientarse.

-Fue bueno mientras duro.- Obediente dejo ir a la joven.

-Qué?

-Nada. Vamos, aún quedan unas horas.

-Yey!!!

Y así su amada corrió por las calles vestida de perro ovejero ignorando cuan paciente era él con ambas.
Pues debía admitir estaba completamente enamorado de ella y cuidaría de su contraparte sin importar cuan difícil era tratar con una niña y convivir con una mujer fastidiosa.

Solo sonrió para sus adentros y la siguió.

Lapsus CeepypastaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora