12 de marzo Hora - 5: 34 pm
En una gran fábrica de tecnología en Buenos Aires, Argentina, el presidente Leon, un hombre de mediana edad con traje y corbata, llega acompañado de su equipo de seguridad y asesores. Mientras recorre la fábrica, observa al Profesor Gregor Martínez, un científico de apariencia angustiada, empacando dispositivos electrónicos y documentos en cajas. El ambiente es tenso y lleno de preocupación.
El corazón del Profesor Martínez latía aceleradamente mientras sus manos temblorosas intentaban empaquetar sus investigaciones más preciadas. Una mezcla de miedo y tristeza se reflejaba en sus ojos cansados. Se sentía atrapado entre el deber hacia su país y la inminente amenaza que acechaba en las sombras.
—¿Profesor Martínez, qué está sucediendo aquí? ¿Por qué está empacando todo esto? —pregunta el presidente con una mezcla de curiosidad y preocupación en su voz.
El Profesor Martínez suspira profundamente, intentando contener la angustia que lo embargaba antes de responder.
—Señor presidente, lo siento mucho, pero he tomado la decisión de irme del país. He recibido información de inteligencia que indica que los terroristas están planeando atacar Argentina, y no quiero estar aquí cuando ocurra —confiesa, dejando entrever la vulnerabilidad que sentía en esos momentos de incertidumbre.
El presidente asiente comprensivamente, consciente de la carga emocional que el Profesor llevaba sobre sus hombros.
—Entiendo su preocupación, Profesor, pero huir no es la solución. Usted es una pieza fundamental en el desarrollo tecnológico de nuestro país, y su trabajo es valioso para nuestra nación —dice el presidente con voz serena, tratando de transmitirle seguridad.
El Profesor Martínez mira al presidente, sus ojos reflejando una mezcla de miedo y gratitud por su apoyo.
—Lo sé, señor presidente, pero temo por mi seguridad y la de mi familia. Es un riesgo que no puedo permitirme —responde, con un nudo en la garganta.
El presidente se acerca un paso más, mostrando empatía hacia la situación del científico.
—Profesor, comprendo que la situación es delicada, pero escapar no es la respuesta. Nuestra nación necesita personas talentosas como usted para enfrentar estos desafíos. Juntos podemos encontrar una solución y proteger a nuestro país —insiste, tratando de infundirle esperanza.
Sin embargo, el miedo seguía aferrado al Profesor Martínez, que no podía evitar pensar en las posibles consecuencias.
—¿Una solución? ¿Cómo podríamos enfrentar a los terroristas? Son peligrosos y están bien armados —cuestiona con una mirada angustiada, sintiendo la magnitud de la amenaza que se cernía sobre ellos.
El presidente respira profundamente, su rostro reflejando la determinación que había forjado durante su trayectoria política.
—Es cierto que enfrentamos una amenaza, pero también tenemos recursos y fuerzas para defendernos. Trabajemos juntos con las fuerzas de seguridad para fortalecer nuestras defensas. No podemos permitir que el miedo nos haga abandonar nuestros principios y responsabilidades —afirma con convicción, buscando inspirar valentía en el científico.
El Profesor Martínez se detiene por un momento, mirando al presidente, pero su temor sigue siendo evidente.
Es que... no sé qué hacer. Siento que todo mi esfuerzo podría desaparecer en un instante. Aquí le dejo los códigos para activar el proyecto StarLink. Haga usted, por que yo no pienso hacerlo. Hasta luego.
El profesor con manos temblorosa entrega una tablet con los códigos, sintiendo el peso emocional de sus decisiones. Sus sentimientos oscilan entre la preocupación por su familia y la angustia de dejar su trabajo inconcluso.
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Omega-Keizer: Primera ▶ Oleada®
Science Fiction"Secuela de: Iniciativa Caídos: Ciber-Amenaza" ❇Haruki Himeya Khang es uno de los mejores pilotos de la fuerza aérea de argentina, con una carrera exitosa y reconocida. Sin embargo, su vida da un giro inesperado cuando se enfrenta a una amenaza sin...