Omega-Keizer: Primera ▶ Oleada®

Capitulo 13: Destrucción

12 de Marzo / Hora 6 :45 pm

Sarah llego hacia la orilla del rio. A lo lejos miraba como el satélite StarLink, emergió majestuosamente de las aguas del río de la Plata y libera sus torretas y destruye helicópteros y aviones de la fuerza aérea de argentina y se dirigió hacia la ciudad de Buenos Aires. Keizer se dio cuenta de que el verdadero objetivo de Zaigor era llevar a cabo una devastadora invasión en la ciudad, utilizando la tecnología del satélite para sembrar el caos y la destrucción.

El guerrero se sintió inundado por una mezcla de determinación y preocupación. Sabía que debía actuar rápidamente para detener el avance de Zaigor y proteger a la ciudad y a sus habitantes. Con una concentración feroz, se deshizo de los monstruos marinos que aún lo rodeaban, utilizando sus poderes sobrenaturales para eliminarlos uno por uno.

Con cada monstruo derrotado, Keizer sentía la esperanza y el coraje crecer en su interior. La gente de Buenos Aires merecía un futuro seguro y tranquilo, y él estaba decidido a asegurarse de que eso ocurriera.

Al tiempo que los helicópteros y  la Marina de Guerra continuaban su apoyo desde el aire y mar, Keizer se elevó en el cielo, utilizando su habilidad para volar y su poder para crear ráfagas de energía, para acabar con los monstruos que se interponían en su camino.

La batalla sobre la ciudad se volvió una danza de fuerza y habilidad. Keizer se movía con gracia y rapidez, enfrentando cada amenaza que se presentaba. La determinación en sus ojos brillaba como una luz en la oscuridad, inspirando a quienes lo observaban desde el suelo.

Finalmente, logró eliminar a los monstruos acuáticos que apoyaban a Zaigor, reduciendo la amenaza que representaban para la ciudad. Pero la lucha no había terminado, ya que Zaigor continuaba controlando el satélite y amenazaba con desatar su poder sobre Buenos Aires.

Keizer descendió rápidamente hacia el satélite, donde Zaigor se burlaba y desafiaba, disfrutando de su malévolo plan. Pero el guerrero no se dejó afectar por sus provocaciones. En cambio, se enfrentó a Zaigor con valentía y confianza en sus habilidades.

Usando sus poderes sobrenaturales, Keizer creó una barrera de energía alrededor del satélite, impidiendo que Zaigor lo controlara y lo dirigiera hacia la ciudad. La lucha mental y espiritual que se desató entre ambos fue impresionante, con la energía de Keizer compitiendo contra la oscuridad que emanaba de Zaigor. La ciudad observaba con asombro y esperanza mientras la batalla se libraba en lo alto.

Mientras tanto, Zaigor había sobrevivido al enfrentamiento anterior y emergió del río de la Plata. Con su forma monstruosa y malévola, se abrió paso hacia el centro de la ciudad. Keizer sabía que debía detenerlo antes de que causara más estragos y destrucción.

Corrió hacia Zaigor, sintiendo una mezcla de determinación y temor. La ciudad estaba en peligro, y él era la última línea de defensa contra la oscuridad que amenazaba con consumirla.

La batalla entre Keizer y Zaigor fue épica, enfrentándose en medio de la ciudad en ruinas. Los edificios temblaban mientras intercambiaban golpes y ataques, y las fuerzas oscuras del Zaigor se combinaban con la habilidad sobrenatural de Keizer.

Las explosiones y los rayos de energía iluminaban la noche, mientras la lucha entre el bien y el mal se desarrollaba ante los ojos de la ciudad aterrorizada. La esperanza y la valentía de Keizer se enfrentaban a la malicia y la ferocidad de Zaigor.

Keizer se mantuvo firme, recordando a sus seres queridos, a sus amigos y a la ciudad que amaba. No podía permitir que Zaigor destruyera todo lo que había luchado por proteger.

La madre y su hijo se encontraban aterrados, acorralados entre los escombros y las estructuras que amenazaban con aplastarlos. Pero justo en el momento más crítico, la esperanza se materializó en forma de una luz roja resplandeciente que rodeó a Keizer. El guerrero no dudó ni un segundo y corrió hacia ellos con una determinación implacable.