Capitulo 16: Un Amigo Del Cielo

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Las personas que miraban el momento en total silencio decidieron correr en dirección al lugar en el que cayó la heroína. Muchos de ellos habían sido salvados anteriormente por Keizer, y ahora había evitado que la ciudad fuera completamente destruida por un peligroso villano.

No sabían si seguiría con vida, el cuerpo de Himeya había caído en seco sin ninguna señal de movimiento por parte de el. Sentían la necesidad de verlo, aunque fuera una última vez, por eso usaron todas sus energías para llegar pronto hasta el lugar.

Una vez ahí, se encontraron con un gran cráter formado por el impacto del joven. Un par de autos yacían completamente rotos junto al cuerpo de Himeya que había salvado la ciudad y la herida en su torso les mostraba a los ciudadanos lo difícil que había sido la batalla.

De pronto, una ambulancia llegó a la escena con un grupo de paramédicos que se acercaron a chequear el estado del muchacho. Entre ellos la sujetaron con firmeza y la recostaron en una camilla para poder llevar de inmediato a urgencias, mientras que las personas que contemplaban en silencio esperaban que todo resultara para bien.

En ese momento, la ciudad se mantenía en una absoluta quietud. Los vehículos que rondaban sólo eran los de emergencias y bomberos que se disponían a apagar los incendios provocados por los fuertes sismos de hace un rato atrás.

Los policías en conjunto con otros paramédicos se dirigieron al centro de la ciudad, en donde se encontraron el cuerpo de Marcus y de otras personas. Los cargaron en las ambulancias y se los llevaron para investigar el área, en busca de respuestas sobre lo ocurrido anteriormente.

Una vez en el hospital, los enfermeros llevaban a Himeya en la camilla para que fuera atendido en urgencias. Las personas que estaban en el lugar se impresionaron al descubrir que había sido herido brutalmente, defendiendo la ciudad de un peligroso enemigo.

Todos guardaron silencio al momento en que el pasó, puesto que no había momento para celebrar lo ocurrido. Era una situación de tal tensión, que la gente no se atrevía a decir nada en absoluto.

Ingresándolo al pabellón los doctores que estaban disponibles se reunieron alrededor de la camilla, mientras los enfermeros entubaban a la joven para proporcionarle oxígeno.

Fue un trabajo realmente cuidadoso, lo único que necesitaban, era quitarle el traje para atender la herida que era bastante grave en su cuerpo, Los signos vitales del muchacho indicaban que estaba en un estado crítico y muy probablemente acabaría muriendo si no era atendido rápido.

Una vez preparado todo, dejaron un paño limpio debajo de la herida y el hombre encargado de asear y suturar la herida comenzó a hacer lo suyo, mientras que los demás se preocupaban con dificultad de mantener los niveles estables.

De pronto, Himeya entró en un paro cardíaco. Lo que provocó que el personal médico intentara hacer hasta lo imposible para revivirlo. No podían hacer uso del desfibrilador, puesto que tenía una herida abierta en estado gravísimo. Pero uno de ellos se aproximó para hacerle RCP, mientras que su compañero continuaba con la sutura.

Milagrosamente, el corazón de Himeya volvió a palpitar, lo que hizo que los médicos soltaran un suspiro de alivio. La operación se estaba extendiendo más de lo necesario y la sutura estaba pronta a terminar. Sólo bastaba con cerrar bien los puntos, limpiar nuevamente la herida y vendar lo mejor posible para evitar que se volviera a abrir.

Dejando el cuerpo de costado, otro médico se encargó de relevar a su colega para realizar el mismo proceso. Ahora que tenían un lado cerrado, era un poco más fácil que la herida pudiera limpiarse de la mejor manera.

Luego de transcurridas un par de horas, la operación había acabado y dejaron a Himeya en observación continua durante el resto de la noche. Hasta que ya eran las tres de la mañana del día siguiente.

Omega-Keizer: Primera ▶ Oleada®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora