Capítulo 5 - El día menos esperado en el colegio

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Aún seguía confundido, primero me despierto en mi casa y ahora en esa pequeña reunión no veía a mi hermano en ninguna parte. Pero pensé, fue él quién me trajo hasta acá o me llevaron todos en un autobús... aún tenía mis dudas. Lo que si estaba seguro es que sentía una intranquilidad en esta atmosfera, como si me recorriera un escalofrío. Miré a ella que estaba sentada en el sofá viendo mi estado, ahora si sentía el miedo. Decidí preguntar.

- ¿Dónde está mi hermano? ¿Cuántas horas he dormido?

- Se fue a descansar en el cuarto de la doña Margot. Usó muchas veces el teletransporte. Y dormiste como 9 horas perezoso. – respondió Marco.

En eso se acerca mi abuela. Tenía mucho miedo por lo que iba a decir.

- Abuela, yo...

- No es necesario. – sin que me esperara me abraza. – Marco ya me lo contó todo. – yo correspondí al abrazo.

Ahora me sentía relajado por el abrazo de mi querida abuela.

- Abuela, no sé qué decir, creí que estarías molesta. – dije con un tono de duda.

- Jejeje, claro que no mi cielo.

- Me separo de ella. – Espera, "Marco ya me lo contó todo" ...

- Si, yo le dije antes de toda esta locura. – interrumpió Marco en la conversación.

- Pero... - miré a él. - ¿cuándo?

- Se levanta para acércame a mí. - Fue cuando te dejé en el hospital. Baltasar me dijo que lo llamara para que ella lo supiera.

- ¡¿Y en toda esta odisea no me lo contaste?! – elevé mi voz.

- No preguntaste.

- Qué no pregunté... - me tranquilizo. - Mira luego discuto sobre eso, necesito ver a Alex.

Marco regresa a sentarse nuevamente. Aparece en escena Sofía. Aún estaba poco cansada por el sueño.

- Hola – bosteza. - Víctor.

- Miro abajo para verla. - Sofía, ¿qué haces aquí? – pregunté sonrojado.

- ¿Ella es...? – dijo mi abuela.

- Si, abuela, la razón de que estuve en el hospital fue por ella. – la agarro para tenerla en mis brazos. – Abuela, ella es Sofía, es una Zorua. La salvé con mi hermano en el bosque de los perdidos. Estábamos peleando y siendo perseguidos contra un Druddigon y un Hydreigon.

- Vaya, entonces... mucho gusto, pequeña – empezó a acariciar su cabeza - me llamo Margot.

- Jijiji, mucho gusto señora Margot.

- Bueno... - interrumpo. – "pequeña" no es, abuela. Ella tiene 19 años.

- Je, aparte de que puedes hablar telepáticamente, conseguiste una novia mayor. – se sorprende y eleva una cálida sonrisa.

- ¡ABUELA! ¡No es mi novia! ¡Es solo mi compañera Pokémon! – me sonrojé mientras hacía un escándalo. Todos se rieron por mi reacción.

- Por cierto. – dirigió la palabra a Sofía. - Solo llámame por mi nombre, no es necesario la formalidad.

- Bueno. – dijo ella mientras estaba ruborizada por lo anterior.

- Oye abuela. – interrumpí el momento.

- Dime mi rey.

- Necesito ver a mi hermano.

- De acuerdo. María, ve con él.

Zoroark y el renacer del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora