40. Premiación - Fin.

125 14 5
                                    

— Ma, es mejor que salgas de las dudas y te hagas la prueba, nada pierdes. – sugirió Romina

— Está bien, creo que tienes razón... – dijo Alicia no muy segura

Unos minutos después, la morena salió del baño con la prueba en sus manos.

— Y bien mamá, dime... ¿salió negativa o positiva? – preguntó la muchacha ansiosa

— ¡Positiva! – exclamó, entre contenta y sorprendida - Romi, estoy embarazada de nuevo.

— ¡Tendré otro hermanito o hermanita! ¿Y que esperas para decirle a Martin?

— ¿Cómo crees? Eso no se dice por teléfono, aparte quiero aprovechar que en dos días es su cumpleaños para hacerle una pequeña sorpresa con la noticia. ¿Qué te parece, Romí?

— ¡Sale, Ma! Ya sabes que yo te ayudo en lo que sea, cuéntame tu idea.

Alicia y Romina estaban planeando como darle la noticia a Martin, hasta que se les ocurrió algo a ambas.

Cuando Martin llegó a la casa ese día, Alicia no le dijo nada, tampoco al día siguiente. Ella se moría de ganas de saber la reacción de su esposo, pero prefirió esperar.

Viernes, 19 de mayo del 2023:

Romina citó a Martín en un restaurante. Él pensó que su hijastra y su esposa habían planeado una cena familiar, pero se sorprendió al llegar al lugar y ver que estaba vacío.

— Pedí que cerraran el lugar solo para nosotros. – dijo una voz a sus espaldas, a la que el ojiazul reconoció de inmediato.

— Hola, mi amor. – dijo él sonriente, volteándose y viendo lo hermosa que estaba la morena - Pensé que también vendrían nuestras niñas...

— Esta noche es para nosotros, y será muy especial. – expresó Alicia en tono de misterio

— Me encanta la idea... - el ojiazul empezó a acercarse más a ella – Pero más me encantas tu. – dijo y la besó.

...

Después de cenar el platillo favorito de Martin, Alicia se retiró un momento y regresó con una caja de regalo.

— ¡Feliz cumpleaños, mi amor! Ten, ábrela. – dijo la morena un poco nerviosa, mientras le entregaba el regalo

— Gracias, mi vida. Sabes que mi mejor regalo es despertarme todos los días a tu lado, ver que cada día nuestra pequeña Fedora descubre un poco más del mundo, saber que Romina es feliz... no me hace falta nada más.

— Ábrela, presiento que este regalo te va a gustar mucho. – insistió, emocionada por las palabras del ojiazul.

Martin procedió a abrir la caja y se percató de que adentro venía una carta.

"Hola, sé que aún no me conoces, pero también sé que me amarás tanto como yo ya te amo y espero que me recibas con los brazos abiertos como recibiste a mi hermanita, y que todos seamos una gran familia."

Se tardó unos segundos en procesar la información, hasta que se dio cuenta de que había algo más en la caja.

La prueba.

— Alicia, ¿eso es verdad? ¿Estás embarazada?

— ¡Felicidades, amor! ¡Serás papá otra vez! – exclamó la morena, con una sonrisa de oreja a oreja.

Martin no podía creerlo, estaba tan contento que no dejaba de abrazar y besar a su esposa.

— Seremos una gran familia amor, ¡te lo prometo! — dijo el ojiazul con lágrimas en los ojos.

Dos meses después:

Alicia y Martin se estaban preparando para salir a la noche, ya que recibirían un premio por su gran desempeño en la fundación. Todos los años una institución recibía este reconocimiento, y ese año la Fundación Montiel había sido la elegida.

Cerca de la hora de la premiación la pareja estaba muy nerviosa. Llegaron super puntuales a la ceremonia, y una vez iniciada la gala...

"Esta noche queremos dar un merecido reconocimiento a dos personas que han cambiado la vida de muchos niños. Juntos han sabido sacar adelante a la fundación Montiel, porque gracias a su esfuerzo todo ha resultado excepcional. Así que hoy les queremos dar este reconocimiento por su gran trabajo, gracias por tanto." - dijo un hombre en el micrófono

Martín y Alicia se pararon inmediatamente con aplausos de fondo, no podían creerlo, estaban demasiado emocionados. Juntos subieron al escenario.

— Gracias, de verdad, por esto. Les prometo hacer lo posible para poder seguir ayudando a muchos niños más, siento que esta es mi misión de vida. — Alicia no aguantó las lágrimas y empezó a llorar.

Martin le quitó el micrófono y empezó a hablar.

— Antes que nada, quiero agradecerles a todos por esto. De verdad, nos hacen tan felices a mi mujer y a mi... pero sobre todo quiero aprovechar esta oportunidad para darle las gracias a la persona que estuvo siempre ahí, que nunca permitió que el barco se hundiera. A la que le debo todo, la que me devolvió la sonrisa y las ganas de querer salir adelante. Esa persona es mi mujer, Alicia Montiel de Guerra.

Él dejó de mirar al público para mirar directamente a la morena. Sabia que a lo mejor estaba siendo un poco imprudente con su discurso tan personal, pero quería que todos supieran como ella había cambiado su vida, así que siguió hablando.

— Gracias por todo, amor. Por jamás soltarme la mano y por siempre apoyarme en todo. Eres la persona más solidaria que conozco, un ejemplo verdadero de mujer y te amo por eso y más... gracias, Alicia, por los hijos que me has dado. Romina, la hija que adopté con todo el amor del mundo; Fedora, nuestra pequeña princesa; y por el príncipe que viene en camino. Sí, déjenme compartirles mi felicidad, hace poco nos enteramos de que será niño.

Martín y Alicia sellaron ese hermoso discurso con un beso tierno. Todo el público se paró para aplaudirles, como solo ellos se lo merecían.

 Todo el público se paró para aplaudirles, como solo ellos se lo merecían

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

FIN.

Gracias por todos sus votos y comentarios, Marlicia se quedará para siempre en nuestros corazones.

Un amor solidario.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora