18. Sorpresa indeseada.

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— Solo quiero darte un besito... - dijo el ojiazul.

— Pero Mar...—Martin interrumpió a Alicia con un beso apasionado.

Alicia le correspondió de inmediato. Martín la sujetó de la cintura para entonces pegarla a su cuerpo, luego comenzó a bajar sus manos por las hermosas y delicadas curvas de la mujer. La levantó y la sentó en el escritorio y no dudó en desocupar el espacio para poder acostar a Alicia con mucho cuidado, estaban tan perdidos el uno en el otro que se les olvidó el lugar en donde estaban y no tardaron en hacer el amor ahí en la oficina de la fundación Montiel.

...

— Por Dios, Martín... que cosas me haces hacer, yo nunca a mi edad creí que iba a llegar a hacer estas locuras. – dijo Alicia mientras trataba de acomodar su ropa.

— No hay edad para hacer el amor con tu pareja, a mí no me parece ninguna locura. — dijo el ojiazul con una hermosa sonrisa.

...

Lunes, 20 de diciembre de 2021:

Se acercaba la navidad, fecha que a Alicia le encantaba, aunque no tenía a muchas personas a quienes invitar para la cena que todos los años hacía en su casa. Desde su divorcio, en esta fecha solo cenaban ella, su hija y Fedora. Pero este año había una razón más para ponerse contenta, porque la vida le había regalado a Martin, aunque su relación apenas empezaba.

Alicia decidió invitar al ojiazul a su casa, y él aceptó contento.

— ¿Entonces sí? — volvió a preguntar la morena con una sonrisa tonta.

— Por supuesto que sí, bonita. — Martin rio por la ternura que le causaba Alicia — Es la primera vez en mucho tiempo que celebraré la noche buena porque ya sabes después de los de mis papás y lo de... — omitió su nombre porque cada vez que la nombraba sentía que le estaba faltando y ya no quería sentir eso — bueno después de todo pues le perdí un poco el sentido a estas fechas y... — Alicia lo interrumpió.

— Pero si en verdad no te gusta o no te sientes cómodo — la morena tomo con ambas manos el rostro de Martin para mirarlo a los ojos — te prometo que no estás obligado. — Alicia comprendía la situación de Martin y no quería presionarlo a nada.

— Está bien bonita, enserio. — Martin besó una de las manos que sostenían su mejilla — Quiero estar contigo para estas fechas y con Romina y Fedora que sabes que me caen muy bien. — aseguró.

— Ay, ¡me encantas! — exclamó Alicia muy contenta y lo besó lentamente haciendo que sus lenguas se volvieran a encontrar.

La pareja salió de la oficina muy contenta hablando sobre los preparativos de la cena de noche buena hasta que Martin sin querer tropezó con una mujer y esta lo reconoció.

— ¿Martín? — preguntó la mujer sin poderlo creer.

— ¿Karina? — preguntó él igual de incrédulo.

— ¿Qué haces aquí? Tanto tiempo sin verte... — expresó Karina con gran emoción lanzándosele encima al ojiazul para abrazarlo.

Alicia no entendía nada, pero no le gustó como Karina estaba abrazando a su hombre.

— Trabajo acá. ¿Y tú que haces aquí? — dijo con una sonrisa.

— ¡No te creo! — exclamó con una gran sonrisa.

La pelinegra estaba procesando todo cuando se dio cuenta de la mujer que iba al lado de Martin.

— Alicia, discúlpame, pero no te había visto. — dijo sintiéndose un poco avergonzada por dejarse llevar por la emoción del momento.

— No te preocupes, Karina, todo bien. — la morena disimuló su incomodidad con una linda sonrisa — Vienes para el donativo mensual, ¿no?

— No me digas que Alicia es tu jefa, ¿Martin? — Karina se dirigió nuevamente a Martin, ignorando por completo a la morena.

Martin sonrió e iba a responder, pero la pelinegra lo interrumpió enseguida.

— No sabes Alicia, Martin y yo nos conocemos desde que éramos unos niños e inclusive fue mi primer novio. — aseguró y miró de una manera diferente a Martin, mirada que no pasó desapercibida por la morena.

— ¿Ah sí? — la morena también dirigió su mirada al ojiazul y este la miró con sorpresa ya que no se esperaba que Karina dijera tal cosa. — Bueno, entonces los dejo para que platiquen más a gusto.

La morena no aguantaba más los celos y se retiró del lugar. Martin quiso ir tras ella, pero Karina muy ajena a la situación le siguió la plática y él se sintió acorralado.

Alicia estaba muy enojada por lo que había pasado, se dirigió al baño para lavarse las manos y refrescarse un poco.

— Estás bien, ¿amiga querida del alma? — preguntó Fedora quien se encontraba en el baño cuando vio entrar a su amiga histérica.

— Estoy enojada, Fedora. — expresó con mucha ira.

— ¿Pero que pasó? — preguntó sorprendida.

— Karina, ¿la recuerdas?

— ¿La viuda de Fernández? ¿La que siempre hace donaciones mensuales?

— Sí, ella. — respiró profundo — Resultó ser una ex novia de Martin.

— ¿¡Que!? — La rubia casi gritó del asombro. — ¿Pero tú como sabes eso?

— Porque nos la encontramos saliendo de la oficina y apenas vio a Martin se le tiró encima — dijo Alicia llena de celos.

— Pero ¿¡Que!? — Fedora estaba muy sorprendida, el mundo realmente era un pañuelo.

— Y Martin no hizo nada. — Alicia cruzó sus brazos aún enojada — Simplemente se quedó todo idiotizado sin decir nada.

— A ver amiga, cálmate. — la rubia colocó sus manos en los hombros de su amiga — Seguramente está igual de sorprendido que yo y que tú.

— ¡Ay por favor! — exclamó la morena haciendo mala cara — Seguramente le encantó volverla a ver, y claro, como es mucho más joven que yo...

— Pero jamás más guapa. — aseguró la amiga volteando a la morena para que se mirara en el espejo — Estás bellísima, amiga, y tienes a un novio guapísimo que seguramente esa no será ni la primera ni la última mujer que se le tirará encima apenas lo vea... — hizo una breve pausa — pero recuerda que ese hombre es TUYO y él solo tiene ojos para ti, porque por lo poco que me has contado, tú eres con la primera mujer con la que él ha estado después del trágico final que tuvo su matrimonio.

Alicia cerró sus ojos y respiró profundo.


Un amor solidario.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora