Alfa Depredador (Finalizado)

Capítulo 19

El rostro de Shen Dai se calentó al instante mientras tomaba suavemente la mano de Qu MoYu alrededor de su cintura y deslizaba sus cinco dedos entre los de él; quería devolverle el mismo afecto, pero estaba demasiado avergonzado para hacerlo.

Qu MoYu le apretó los dedos a propósito, haciendo que Shen Dai emita un siseo de dolor, trató de retirar su mano, pero este se la apretó con fuerza. Una risa baja y burlona llegó a sus oídos, Shen Dai sintió que su cara se calentaba y ardía.

—Tan débil... —Qu MoYu murmuró descontento, despegó la pegatina de barrera de feromonas con los dientes. La punta de su alta nariz se frotó contra la glándula. La feromona, que llevaba mucho tiempo siendo retenida, se precipitó, como si hubiera retirado el corcho de un frasco de vino. Respiró profundamente, haciendo que la ligera fragancia de las flores impregnara su bazo y sus pulmones, era como si hubiera sido purificado instantáneamente de todo el aire turbio que había ingerido a lo largo del día.

Dobló la barbilla de Shen Dai y tomó sus suaves labios, besándolos con ternura e intensidad, como si estuviera degustando un plato, sin indicios de parar.

El cuerpo de Shen Dai se relajó y cerró los ojos, sintiendo el choque y la persecución de su lengua. Qu MoYu envolvió sus dedos con una fuerza moderada que le hizo sentir que lo sujetaban con firmeza, mientras ejercía una fuerza mucho más ligera para que su intención de sujetar al otro hombre fuera menos evidente.

Qu MoYu se lamió los labios húmedos. —¿Por qué has estado escapando de mí estos últimos días?

—Me fui a casa para estar con mi abuela.

—Oh, pensé que estabas demasiado avergonzado, y que por eso no te atrevías a verme.

Este tipo de palabras coquetas, Shen Dai simplemente no sabía cómo responderlas.

Qu MoYu se rio entre dientes. —Ves, es tan fácil hacerte sentir tímido.

—Presidente Qu, yo...

—¿Cómo me llamaste?

— ... MoYu.

—Eso está mejor. —Qu MoYu acarició su suave cabello y dijo con un poco de pesar—. Fuiste mucho más entusiasta esos tres días.

Shen Dai respondió apresuradamente para ocultar su vergüenza. —Es por las hormonas, comparado a ese tiempo donde fui más...

—¿Más qué? —Qu MoYu se acercó a su oreja y le mordió suavemente el lóbulo—. ¿Más atrevido? Bueno, me gusta que seas más atrevido.

Shen Dai prácticamente quería saltar del coche.

La mano de Qu MoYu le acarició la espalda hasta el coxis, con una voz llena de picardía. —Además me gusta que tomes la iniciativa, así que puedes ser un poco más coqueto.

—Y-Yo puedo aprender.

Qu MoYu resopló. —¿También tienes que aprender eso, eres un omega, no es instintivo?

Los ojos de Shen Dai no dejaban de parpadear. —Quizá aún no me he acostumbrado.

—Entonces aprende —Qu MoYu sorbió las blancas mejillas de Shen Dai—. Debes aprender a hacerme feliz, por ejemplo, debes sonreír mucho delante de mí, debes tomar la iniciativa de estar cerca de mí, debes aceptar mis mimos, debes hablar conmigo y, por supuesto, si yo estoy trabajando, debes percibir el momento adecuado. Cuando te necesite... —sus besos bajaron y volvieron a la perfumada nuca—. Debes ser lo más seductor que puedas. —en cuanto las palabras salieron de su boca, mordisqueó la piel cercana a la glándula.

El cuerpo de Shen Dai tembló y no pudo evitar encoger los hombros, se detuvo y tomó la iniciativa de abrazar el cuello de Qu MoYu y acurrucarse en ese amplio pecho.