Alfa Depredador (Finalizado)

Capítulo 39

Los dos no durmieron por mucho tiempo antes de que la alarma puesta por Qu Moyu sonara.

Shen Dai abrió sus ojos adoloridos y la luz blanca que se filtraba por la abertura de la cortina dio a entender que ya estaba amaneciendo.

Qu Moyu emitió un gimoteo de insatisfacción, apagó la alarma y se dio la vuelta para presionar a Shen Dai. Antes de que su cerebro estuviera completamente despierto, su instinto ya lo había llevado a inclinarse hacia la parte posterior del cuello de Shen Dai y besar aquella glándula que exudaba la fragancia de las flores.

Qu Moyu recostado sobre su cuerpo era demasiado pesado, dejando a Shen Dai sin aliento. Giró la cara y preguntó: "¿Qué tal dormiste? ¿Te sientes mejor?"

"Mucho mejor". Qu Moyu besó la mejilla de Shen Dai nuevamente. Solía pensar que las feromonas de Shen Dai eran demasiado débiles, pero después de acostumbrarse, descubrió que una fragancia tan ligera lo hacía sentir muy cómodo. Cuanto más ligera era en momentos ordinarios, más intensa era cuando estaban en momentos apasionados, y así, tenía un deseo mayor de conquistar y profundizar, lo que también era un interés raro.

"¿Vas a levantarte ahora?", Shen Dai quería persuadir a Qu Moyu para que descansara unas horas más. Si no dormía lo suficiente, sería más propenso a los dolores de cabeza, pero al sentir que la cosa en su espalda se estaba poniendo cada vez más y más dura, no se atrevió a hablar.

Qu Moyu quitó fácilmente los pantalones de pijama de Shen Dai: "También puedes llegar más tarde".

La mayoría de los hombres tienen necesidades por la mañana, y Shen Dai no es una excepción, pero pensó en que Qu Moyu durmió solo dos o tres horas y estaría cansado, además que hoy quería ir a casa. Realmente no era el momento adecuado para esto, pero antes de que tuviera tiempo de decir algo, Qu Moyu ya le había pellizcado la cintura y lo había empujado hacia arriba.

Shen Dai enterró su rostro en la almohada y su cuerpo se estremeció violentamente con el impacto cada vez más rápido, no pudo evitar emitir un gemido desde su garganta y rápidamente mordió sus labios para retener cualquier sonido que pudiera salir de ellos. No sabía por qué, pero entrar en esta habitación le dio la ilusión de una aventura. Obviamente, solo era moverse un piso, pero originalmente no había sido aceptado aquí. Lo ocurrido la noche anterior, también fue porque Qu Moyu bajó su línea de defensa psicológica debido a su enfermedad. Incluso si él estaba en esta cama, durmió en esta cama y fue follado en esta cama, todavía sentía que no debería estar aquí. Porque este es el dormitorio principal, y el dormitorio principal pertenece al Maestro.

Qu Moyu estaba insatisfecho al no poder escuchar la voz emocional de Shen Dai cuando se movía, pellizcó su barbilla y tomó el rostro blanco y hermoso de la almohada: "Déjala salir".

Shen Dai miró a Qu Moyu con los ojos húmedos; esos ojos que contenían un poco de agravio y eran desesperadamente indulgentes, hicieron que Qu Moyu sintiera calor por todas partes, golpeó con fuerza varias veces y finalmente forzó a salir el grito quería escuchar.

Después del "ejercicio" de la mañana, Qu Moyu barrió la decadencia de la noche anterior y se fue a lavar refrescante. Shen Dai descansó en la cama por un rato antes de levantarse con la cintura dolorida. El baño estaba húmedo y seco. Qu Moyu se estaba afeitando y Shen Dai tomó una ducha.

Cuando Shen Dai salió del baño, las cortinas de la habitación estaban corridas y las grandes ventanas del piso al techo dejaban entrar la deslumbrante luz del sol en todo el dormitorio. Levantó la mano para taparse los ojos, y solo cuando sus ojos pudieron adaptarse a la luz, se dio cuenta de que el tío Heng había aparecido con su desayuno en la habitación.

Shen Dai solo tenía una toalla de baño alrededor de la cintura, su cabello apenas limpio con agua goteando por él. Había corrido al baño para limpiar lo que Qu Moyu dejó dentro de su cuerpo, ya que si no estaba en celo, la cavidad genital no se abriría por sí sola y a Qu Moyu siempre le gustaba meterse en ella. Ahora, después de lavarse, quería tomar su ropa y regresar a su habitación lo más pronto posible. Cuando vio al tío Heng, se sintió tan avergonzado de haber sido descubierto con las manos en la masa.