Capítulo 46

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[Este capítulo contiene escenas explicitas. La autora y el equipo a cargo de esta historia pedimos discreción de no compartir este capítulo en ninguna otra plataforma]

Shen Dai temblaba de miedo, pero aparte de este temblor involuntario, todas sus funciones corporales autónomas fallaban.

El conflicto más violento que había tenido contra un Apha en su vida fue en su adolescencia, cuando fue acorralado en una esquina por un gamberro (pandillero, asaltante) aún más joven que él por dinero. La baja concentración de feromonas no fue suficiente para llegar a suprimirlo y hacerle obedecer sus órdenes, pero para evitar problemas, tranquilamente le dio el dinero.

Alguna vez había pensado que la supresión de feromonas no era más que eso, hasta que Qu Chengchen le aplico ligeramente "inmovilización", pero eso estaba muy lejos de la opresión titánica que estaba experimentando en este momento. Cayó de rodillas y deseaba expresar su más humilde sumisión a este Aplha superior con cada hebra de su cabello. Ni siquiera podía pensar en por qué Qu Moyu había entrado de repente en su periodo vulnerable, porque el miedo a morir se había apoderado por completo de su cerebro.

El desequilibrio de feromonas había desatado la naturaleza bestial en Qu Moyu. No importaba cuan sensible fuera antes, comparado a que tan brusco era ahora. Las suaves ropas de Shen fueron deshechas bajo sus manos. Separó las piernas de Shen Dai emocionado, y con su espada de carne hinchada, morada y rojiza se posiciono encima del suave agujero.

Shen Dai gritó de dolor, lo que pareció encender un interruptor en sus nervios reactivos. Su deseo de sobrevivir a la asfixiante presión de las feromonas hizo que le surgiera un poco de fuerza, agarro la alfombra peluda con ambas manos y se arrastró desesperadamente hacia adelante.

El intento de huida de su presa enfureció a Qu Moyu. Agarró la nuca de Shen Dai inmovilizándolo contra el suelo, forzó a Shen Dai a levantar en alto sus caderas y cintura. Su duro y caliente miembro presionaron contra el agujero de carne tembloroso y lo empujo ferozmente. Shen Dai estaba tensó y sin preparación. Naturalmente no pudo entrar, y siguió retorciéndose de dolor. El fuerte deseo de aparearse puso mas irritable a Qu Moyu. La fragancia de las flores que entraba y salía de su cuerpo era como veneno que lo seducía. Instintivamente liberaba feromonas para atraparlo, pero no podía desahogarse. En este momento, su mente sólo podía pensar en una cosa: ¡poseerlo!

Por mucho que su cuerpo se resistiera, Shen Dai estaba aún en celo y estaba bajo el estrés de una tan poderosa feromona de un Alpha superior. Gracias a los malditos genes, el Omega se sometería a su Alpha sin límite alguno con el fin de reproducirse. Sentía el cuerpo caliente y seco, la sangre corriendo desde el corazón hasta las extremidades, dejando que las hormonas en ebullición controlaran cada nervio. El blanco y suave órgano sexual se prendía poco a poco, y los jugos intestinales eran automáticamente secretados desde sus intestinos. Su punto trasero pronto estuvo húmedo, y la boca del agujero se contraía esporádicamente, "invitándolo".

Los ojos de Qu Moyu estaban rojos. Abrió de par en par la solapa de la cintura de Shen Dai y ferozmente se insertó en él. El dolor era tan intenso que la espalda de Shen Dai se arqueó espasmódicamente, como un arco tensado. Su rostro estaba blanco como el papel, sus ojos vidriosos, el sudor goteando de su frente y las lágrimas goteando de las esquinas de sus ojos. Al ser envuelto y apretado por el estrecho y caliente pasaje, lubricado por el pegajoso jugo intestinal, el placer apuñalo directamente en su cerebro como una flecha. Qu Moyu finalmente encontró una manera de satisfacer su creciente deseo como tanto había deseado, y bombeo ferozmente la estrecha cintura de Shen Dai. Cada ataque era acompañado del sonido como palmadas de su hueso de la cadera golpeando los glúteos (de Shen Dai), rápido y violento. Su miembro estaba espantosamente grueso, morado y rojo luego de la hiperemia, y furiosas cosas envueltas en tendones verdes eran arrastradas una y otra vez en la pared intestinal de Shen Dai haciendo fricción, causando que gritara repetidamente. Después de que el pasaje de carne fuera abierto completamente, el dolor fue rápidamente reemplazado por un intenso placer. La cintura de Shen Dai se hundió aún más, levantando su trasero tan alto como un gato, y activamente presentaba su mojado y suave agujero lubricado a Qu Moyu. Al mismo tiempo, continuaba estrechando, tratando de agarrar firmemente el miembro que salía y entraba. No podía controlar gemir suave y dulcemente, y la fragancia de Epiphyllum pronto llenó toda la habitación.

Alfa Depredador (Finalizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora