Alfa Depredador (Finalizado)

Capítulo 130

Después de que Qu Moyu acompañe insistentemente a Shen Dai a almorzar y vuelva a casa después del trabajo con él, toda la empresa se ha acostumbrado a su relación. Ya no existe la tensión de "guardar un secreto a voces para el jefe". Y ambas partes reciben ocasionalmente burlas bienintencionadas de sus subordinados y colegas.

A Shen Dai le preocupaba en un principio que le trataran de forma diferente o que afectara a su valor académico. Fueron muchas las voces negativas que imaginó. Pero nada de esto ocurrió. Su nuevo trabajo de investigación pasó de la selección del tema a la redacción. Y luego de la formación a la presentación. Con la ayuda, la afirmación y la preocupación de muchos compañeros, se siente satisfecho de que lo que finalmente decide su valoración personal no son esas llamativas habladurías. Lo que se valoró fue su verdadero talento.

El día de su vigésimo noveno cumpleaños, recibió la noticia de que su trabajo había sido aceptado. La noticia llegó antes de lo que esperaba. En ese momento estaba en el laboratorio con Cheng Zimei y todos se sorprendieron cuando abrió el correo electrónico. Fue Cheng Zimei quien, emocionado, le dio varias palmaditas mientras se quedaba atónito durante un rato y se llenaba de alegría.

Al recibir esta buena noticia, debería haberla anunciado a su mentor lo antes posible. Pero cuando miró su teléfono, su dedo pulsó de forma natural el nombre que aparecía en la parte superior del registro de llamadas: Qu Moyu.

Antes de que terminara el primer sonido del tono de conexión, se descolgó el teléfono. La voz de Qu Moyu sonaba un poco aprensiva, porque Shen Dai nunca le llamaba en horas de trabajo sin motivo. Era un poco anormal que ocurriera.

Shen Dai agarró el teléfono con fuerza mientras le costaba respirar ligeramente. Luego respiró profundamente y habló con la mayor calma posible: "Moyu, mi SCI ha sido aceptado".

Qu Moyu guardó silencio durante dos segundos. Luego, de repente, dio una fuerte palmada en su mesa: "¡Estupendo! A'Dai, ¡felicidades!" El sonido de una silla deslizándose se escuchó en la línea: "¡Ruoze, el SCI de A'Dai ha sido aceptado!". En el fondo, se escucharon varias palabras de felicitación que provenían de Cheng Ruoze.

El corazón de Shen Dai latía con fuerza. No dejaba de meter la mano libre en el gran bolsillo del laboratorio y volver a sacarla. Estaba nervioso, emocionado, triste y conmovido. Estas son sus emociones mezcladas pensando en todo lo que había experimentado en los dos últimos años de escribir este trabajo. La competencia académica fue dura y las tribulaciones tanto emocionales como vitales dificultaron todo esto. Este logro fue muy difícil de conseguir. Le dolía la nariz y casi lloraba de alegría.

"A'Dai, hoy es tu cumpleaños. ¿Hay alguna noticia mejor que esta?" Qu Moyu dijo felizmente: "Lo celebraremos juntos esta noche. Sólo nosotros dos. Ya habíamos acordado que tu cumpleaños lo celebraríamos los dos juntos".

Shen Dai sonrió y dijo: "De acuerdo. Invitaré a mi profesor y a los demás a cenar el viernes".

Tras colgar el teléfono, Shen Dai anunció la buena noticia a Liu Xi y a las personas que le apoyaron durante la redacción de la tesis. Entre ellos, Bai Xiang Wan, Xiao Die, algunos compañeros de la universidad y amigos de la industria. Sin su ayuda, no habría podido completar este trabajo. No sólo le proporcionaron apoyo académico, sino también ánimo espiritual.

La noticia se extendió rápidamente por todo el instituto y muchos compañeros acudieron a felicitarle. Pidió a un hermano menor que le ayudara a encontrar un restaurante cercano. Quería reservar un salón grande para invitar a todos a cenar. También pensaba llevar a Qiuqiu al cementerio los fines de semana para anunciar la buena noticia a su abuela y a su abuelo.

Qu Moyu apareció en la puerta de su oficina puntualmente después del trabajo. Durante este tiempo, Qu Moyu apagó todos los entretenimientos innecesarios. Mientras tuviera tiempo libre, debía quedarse con Shen Dai.