Capítulo 80

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Cuando terminó de doblar los baberos, Shen Dai fue a buscar otro trabajo que hacer, ya que no había forma de que él y Qu Moyu estuvieran ahí.

Qu Moyu siguió a Shen Dai por la habitación, preguntando qué era esto y cómo funcionaba aquello. Muchas de las cosas del recién nacido eran extrañas a sus ojos. Pronto, caminó hasta la cama de Qiu Qiu.

La niñera consideró que la posición de Qiu Qiu para dormir tenía que ser mejorada, así que lo envolvió bien, dejando solamente la cabeza expuesta.

A Qu Moyu le pareció divertido que la pequeña criatura, que siempre lloraba y se lamentaba, ahora parecía un gran rollo de sushi, incapaz de mover los brazos y las piernas. Era algo muy interesante, así que no pudo evitar estrechar su mano y gentilmente con sus dedos pellizcar sus mejillas.

Cuando Shen Dai salió del baño y vio los movimientos de Qu Moyu, susurro enojado: "¡No lo toques!".

Las dos cejas de Qiu Qiu se retorcieron como orugas, luego sus párpados comenzaron a temblar y su boca, que había estado abierta y rezumando babas, se abrió de repente y empezó a llorar en sus sueños. Qu Moyu estaba tan asustado que retiró la mano y retrocedió dos pasos. Le dio una mirada culpable.

Shen Dai se apresuró a acercarse y acariciar el pequeño pecho de Qiu Qiu, susurrando: "Shhh, sé bueno, sé bueno, está bien, duerme". Liberó una feromona calmante y al mismo tiempo le dijo a Qu Moyu: "Aléjate".

Qu Moyu se frotó la nariz y retrocedió deprimido hasta la pared.

Shen Dai se inclinó, acarició a Qiu Qiu con una mano y con la otra, levanto el flequillo que le caía delante de los ojos por detrás de las orejas, revelando una mandíbula bien definida y un cuello largo y blanco. Cuando miraba a Qiu Qiu, sus ojos se estrechaban, sus cejas sonreían y sus labios rosado pálido gentilmente emitían un tono de voz suave, lo cual era indescriptiblemente gentil.

El corazón de Qu Moyu latió severamente, y su Omega estaba poniendo al bebé de los dos a dormir. Tal imagen era digna de todas las descripciones cálidas y hermosas del mundo.

Shen Dai se sintió aliviado cuando los llantos de Qiu Qiu se calmaron y se sentó en el borde de la cama, liberando siempre sus feromonas para calmar a su hijo y veía cómo el pequeño se dormía plácidamente.

Qu Moyu estaba lejos, sin poder ver a Qiu Qiu aún si estiraba el cuello. Shen Dai seguía de espaldas a él, y como padre Alpha estaba cada vez más ansioso por sentirse involucrado, no pudo evitar preguntar en un susurro: "¿Esta dormido?"

Shen Dai inclinó el rostro y dirigió una mirada fría a Qu Moyu, cuyo significado se explicaba por sí mismo.

"Bueno, déjalo dormir, yo saldré primero". Qu Moyu salió cabizbajo y decidió intentar acercarse a Qiu Qiu mañana cuando estuviera despierto, había comprado tantos juguetes que seguramente había algo que le gustaría a Qiu Qiu.

Escalera abajo, la niñera estaba charlando con el tío Heng. Qu Moyu la miró, y le hizo un gesto para que se acercara.

Los dos se dirigieron a un lado y Qu Moyu dijo: "He leído tu currículum, has sido enfermera de pediatría durante más de diez años".

La niñera sonrió y dijo: "Sí, señor Qu". Esto era lo que le daba una ventaja sobre las niñeras ordinarias, y por eso podía entrar en una familia tan rica.

"Bien". Qu Moyu asintió: "Por favor ayúdame a extraer un poco del líquido glandular de Qiu Qiu sin dejar que Shen Dai se entere".

La niñera se quedó helada.

"¿Puedes hacerlo en casa?" Extraer el líquido glandular era como sacar sangre, coger una aguja y clavarla en la glándula para extraerla, al menos eso es lo que sabía Qu Moyu, no estaba seguro de si funcionaría con un bebé.

Alfa Depredador (Finalizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora