capítulo 03

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— ¿No crees que es chocante?—pregunta Mark a Giselle más tarde cuando se encuentran devuelta en el bar.

— No—ella no parece interesada—. ¿Debería?

— Me parece engreído.

— Disculpa—dice Johnny a su oído, alarmantemente cerca y Mark se paraliza antes de sentir calor por todo su cuerpo. Johnny se recarga en él para alcanzar una pluma sobre la barra.

— ¿Te importaría?—Mark pregunta con un resoplido, intenta apartarse pero no lo logra.

Los ojos de Johnny brillan. Estando tan cerca Mark lo encuentra mucho más atractivo y se siente intimidado.

— No—Johnny responde sonriendo.

Resulta que necesita la pluma para firmar la cuenta y pagar por cada comida. Las damas están emocionadas con tan elegante gesto.

— Ugh—dice Mark pensando que presumido que es.

Giselle ríe— No es su culpa.

Finalmente se encuentra con Yuta afuera del restaurante. Intentan conseguir taxis para toda su familia.

— Escucha—Yuta se dirige a él—, le dije a Johnny que puede quedarse en nuestra habitación para huéspedes.

El estómago de Mark da un vuelco.

— ¿Qué?

— Solo hasta el día de la boda. Después volverá a América.

— ¿Después de la boda? ¡Son seis semanas!

Yuta le mira, notando el tono alarmado en su voz.

— Puedo pedirle que se vaya a un hotel.

Sí, eso es exactamente lo que debería hacer, pero Mark no se lo pedirá. No puede soportar la idea de tener a Johnny en el mismo espacio por las siguientes seis semanas, tener que mirarlo, oír su voz y respirar el mismo aire. Pero es el mejor amigo de Yuta.

— No, está bien.

Yuta se alegra y pasa un brazo sobre su hombro a punto de decir algo más pero es interrumpido por Johnny quien está apagando la alarma de su muy elegante coche de alquiler.

— Yuta—dice el mayor, llamándole con una botella en la mano—, tengo una botella de whiskey con nuestros nombres, vámonos colega.

Yuta mira a Mark con culpa. El menor solo suspira.

— Dame las llaves, voy a llevar a Giselle. Nos vemos más tarde en casa.

— Te amo—le recuerda Yuta antes de sacar las llaves de su bolsillo y colocarlas en la palma de Mark mientras le da un beso en la mejilla.

— Sí, sí—dice Mark y se va a buscar a su mejor amiga.

Ella sigue molestándolo por su reacción a Johnny.

— Creo que es muy guapo, pero no sé porque tú...—la ignora todo el camino pero pretende que la está escuchando, responde con sonidos y asentamientos.

Al llegar a su departamento encuentra a Yuta y Johnny sentados en el sofá, ya se han bebido una cuarta parte de la botella.

Su prometido sonríe bobamente y su mirada es vidriosa. Johnny no parece estar afectado en absoluto, sus ojos son cristalinos y su mirada es estable cuando observa cada movimiento de Mark.

— Hola, ¿Dejaste a Giselle en casa?—sus palabras comienzan a sonar lentas.

— Sí—va por un vaso de agua y regresa a la sala, evadiendo la intensa mirada de Johnny—, ¿Te quedarás despierto por otro rato más?

El Padrino [JOHNMARK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora