Capítulo 01

372 41 10
                                    


"Ha sido cordialmente invitado a la
ceremonia de unión entre: Nakamoto Yuta y Mark Lee. "

Mark había estado ahí sentado metiendo las invitaciones en sus sobres durante una hora entera. Ya se había cortado con el papel, tiene un leve dolor de cabeza y posiblemente se encuentre de mal humor.

Solo reconoció unos ocho nombres en dichas invitaciones. Cuando le mostró su pequeña lista de invitados a Yuta, justo antes de ir a la imprenta, Yuta le mostró su propia lista. Cuatro páginas llenas por ambos lados.

— ¿Conoces a cada persona en esa lista?

Yuta simplemente respondió:— Sí.

Y después la idea de Mark, una boda pequeña e íntima, fue suprimida y convertida en el evento social de la temporada. Porque Yuta conoce a mucha gente. La gente lo conoce. Su nombre es reconocido. Tiene una reputación. Eso es lo que ser rico causa, el ser gente de poder, el ser heredero de riquezas generacionales, pero él no es solo eso.

Obtuvo todo con méritos propios.

Cuando anunciaron su boda, el primo de Yuta, un bastardo llamado Shotaro, pidió a Mark un momento a solas. Lo empujó dentro de un baño y le dijo —arrastrando las palabras debido a su estado de embriaguez—: "Tú no eres bueno para él, de ninguna manera, niño."

Mark, con todo el derecho le dijo a dónde podía irse y comenzaron una pelea que —vergonzosamente— la tía de Yuta tuvo que detener. Pero las palabras de Shotaro vuelven a repetirse en su mente tan a menudo que le es imposible ignorarlo cuando Mark se ve a sí mismo como un chico cualquiera y de bajos recursos.

Su relación es la definición de un romance relámpago. Tan es así que apenas ha tenido oportunidad de procesar todo.

Conoció a Yuta en un bar gay hace seis meses, un bar elegante y caro al cual él había evitado asistir por miedo a ser señalado, pero su amigo Jaemin lo había invitado. Estando ahí en el bar, este hombre se le aproximó. Era alto, pelirrojo y carismático. Le compró una bebida, lo llevó a la pista de baile y le dijo que esta a ahí de fiesta para despedir a un amigo, y que ese amigo se había marchado ya pero él buscaba un poco más de diversión.

No hubo duda alguna para Mark, él sería esa diversión.

Yuta llevó a Mark a su departamento. Un elegante lugar como los que salen en programas de televisión. Y tuvieron sexo salvajemente y sin limitaciones, tres veces antes del amanecer. El plan de Mark era marcharse antes de que la mañana llegase pero Yuta insistió en invitarle a desayunar, después a cenar y... dos semanas después tenían una relación.

A Yuta parecía no importarle que Mark viviera en un viejo y pequeño apartamento, que trabajaba como conserje en un almacén cercano o que no tenían nada que ofrecer excepto sus impresionantes habilidades sexuales. Él aceptó a Mark tal cual era y le mostró su propio mundo lleno de luces brillantes, dinero, costoso champagne y negocios.

Yuta trabajaba en algo relacionado con el modelaje y entrenamiento, pero Mark nunca ha entendido como es que tiene tanto dinero sin haber tocado la fortuna de su familia. Cuando preguntó, él le dijo que utilizó sus propios métodos y recursos para salir adelante por sí mismo, aunque nunca le explicó a qué se refería con eso.

Yuta le propuso matrimonio cuatro meses después de conocerse, al siguiente día le entregó la llave de un local comercial y un cheque por la cantidad necesaria para convertir el lugar en una cafetería. Díez días después lo llevó a un lindo apartamento y le dijo que lo compró para ambos. Ahora Mark no sólo tiene un guapo prometido, también posee su propio negocio y un hermoso hogar, cuando hasta hace unos meses todo lo que tenía era un viejo apartamento y apenas podía pagar renta.

Continúa pensando que su novio se desvanecerá un día o se marchará con alguien mejor.

Tanto pensar lo tiene mareado, además ya está harto de meter invitaciones en sus respectivos sobres.

Yuta entra en ese momento con el teléfono pegado al oído y el ceño arrugado. Sólo viste sus bóxers, así fue como quedó hace una hora, rendido y teniendo en la cama, pero al parecer esa satisfacción se ha desvanecido ya.

Yuta termina la llamada y suspira.

— ¿Qué pasa?—pregunta Mark, está encantado de tener un descanso de su labor con las invitaciones.

Yuta suspira de nuevo, se deja caer contra el sofá y recarga la cabeza en el hombro de Mark.

— Intento localizar a mi amigo.

— ¿Cuál amigo?—no conoce a la mayoría de los amigos de Yuta. No han estado juntos el tiempo suficiente y no se relacionan mucho con nadie más. La única vez que estuvieron rodeados de sus amigos, fue en la fiesta de compromiso, con el adorable Shotaro y sus palabras de desprecio, pero Mark casi no recuerda rostros mucho menos nombres.

— ¿Recuerdas la noche que te conocí? La fiesta de despedida fue para él.

Mark recuerda esa noche mientras Yuta toma una invitación y la examina.

— Cierto. No lo conocí. Dijiste que se había ido ya.

— Sí, a conquistar América. Es una pesadilla poder localizarlo—deja la invitación de nuevo sobre la mesa, luce tan abrumado que Mark lo abraza por la cintura alrededor de su espalda desnuda y apoya la cabeza su hombro.

— ¿Por que quieres localizarlo?

— Él es mi amigo más antiguo, nos conocemos desde siempre—se encoje de hombros empujando un poco la barbilla de Mark—. Quiero que sea mi padrino.

— Oh—Mark ya ha elegido a su propio padrino, nunca tuvo duda alguna. Taeyong ha salvado su vida de distintas maneras, desde poner un techo sobre su cabeza, hasta conseguirle un trabajo estable cuando no tenía dinero para comer siquiera. Ha sido su confidente y uno de sus mejores amigos. Le debe más de lo que podría pagarle.

Taeyong estuvo feliz cuando le pidió ser su padrino, ambos compartieron la celebración dando pequeños saltitos y abrazándose. Pero nunca hablarán de eso en voz alta.

¿Continuarás intentándolo?


— Tengo que—Yuta mira a través de la habitación y Mark puede darse cuenta que estaba recordando—, no imagino casarme sin tenerlo a mi lado—eso es lo más sentimental que Mark le ha oído decir. Su viejo amigo debe ser muy especial—. Es cierto que hemos tenido nuestros altos y bajos durante estos años. No siempre he estado de acuerdo con las cosas que él ha hecho, pero...

— ¿Cómo se llama?

Yuta sonríe.

— John—pronuncia con calma pero con convicción, como si el simple nombre significase mucho—. John Suh.

✦✦✦

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

✦✦✦

holi

El Padrino [JOHNMARK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora